Miquel Batllori: "La historia espa?ola esta desorientada desde el fin de la utop¨ªa marxista"

, Para Miquel Batllori, la obtenci¨®n ayer del Premio Pr¨ªncipe de Asturias de Ciencias Sociales ha sido una doble sorpresa: no esperaba ya un galard¨®n que le hab¨ªa sido negado en dos convocatorias; y m¨¢s a¨²n le ha extra?ado ser premiado como "un catal¨¢n que se ocupa de cosas espa?olas", tras haber dedicado casi toda su vida al estudio de la cultura catalana, subraya, "entendida como parte importante de la cultura espa?ola". Liberal, adem¨¢s de catalanista, el anciano jesuita, de 86 a?os, estima, por otra parte, que el fin de "la utop¨ªa marxista" ha desorientado a los historiadores en Espa?a. Batllori ha recibido el galard¨®n junto al prestigioso medievalista portugu¨¦s Joaquim Ver¨ªssimo.

El premio, que Batllori atribuye a Mercedes Rico, la embajadora de Espa?a en Roma -"ha sido ella la que me ha promocionado, porque me lo ha dicho el presidente del jurado, Manuel Fraga, cuando me ha telefoneado para comunicarme el fallo", dice-, le produce, con todo, satisfacci¨®n. "Dir¨ªa, con absoluta sinceridad jesu¨ªtica, que m¨¢s que el premio mismo me ha impresionado la simpat¨ªa con la que lo han recibid¨® mis amigos, mis familiares y los medios de informaci¨®n", afirma Batllori.?l mismo se considera un historiador de un perfil muy distinto al del portugu¨¦s Joaquim Ver¨ªssimo. "?l tiene una gran historia general de Portugal. Yo he hecho m¨¢s historia de investigaci¨®n y de interpretaci¨®n", dice.

Batllori reconoce una cierta dispersi¨®n en su continuo transitar de un tema a otra, de Ramon Llull a los Borja, a Erasmo o a Baltasar Graci¨¢n y al Barroco, hasta llegar a Jaime Balines y pr¨¢cticamente hasta nuestros d¨ªas, con la edici¨®n de los archivos del cardenal Vidal i Barraquer.

Modernista e ilustrado

Batllori no reniega de esa amplitud de miras. "Como catal¨¢n", dice, "soy medievalista; como jesuita, modernista; como espa?ol, estudioso de Graci¨¢n; como historiador europeo, me interesa la Ilustraci¨®n, y como hombre de mi tiempo, la ¨¦poca contempor¨¢nea".

Hijo de padre catal¨¢n y madre cubana, Batllori se licenci¨® en Historia y Derecho a los 18 a?os e ingres¨® como novicio en los jesuitas. Se exili¨® en Roma en 1932, cuando la Compa?¨ªa de Jes¨²s fue disuelta durante la II Rep¨²blica. No volver¨ªa a Espa?a hasta 1939, para terminar Teolog¨ªa en O?a. "La teolog¨ªa s¨®lo me inter¨¦s ¨® a partir del Concilio Vaticano II", ha dicho, y ayer a?adi¨®: "Me volver¨ªa a sentir muy inc¨®modo si tuviera que volver a estudiar esa materia ahora". Luego, pas¨® a ense?ar en un colegio de Mallorca. Profundamente antifranquista, Batllori reconoce: "Tengo mejor recuerdo de Mallorca que de lo que era la Compa?¨ªa en aquellos a?os y en aquella zona".

No se siente romano, aunque vive amenos de 10 minutos de los archivos vaticanos, que son como su Meca. "Quiz¨¢ sea porque he viajado tanto, pero rio he llegado a romanizarme, ni a vaticanizarme, ni a italianizarme del todo. Me siento m¨¢s catal¨¢n y espa?ol", dice.

Miembro destacado del Instituto Hist¨®rico de los jesuitas, fue gran amigo de Salvador de Madariaga, "a pesar de que ¨¦l era muy anticatal¨¢n".