Clinton llega a Mosc¨² con la intenci¨®n de limar diferencias con el Kremlin

ENVIADO ESPECIALEl mundo rinde homenaje hoy en Mosc¨² a la enorme contribuci¨®n rusa a la victoria sobre el nazismo. Una fecha como esa, que deb¨ªa ser aprovechada para consagrar la alianza imprescindible entre este pa¨ªs y Occidente, sirve, por el contrario, para poner en evidencia las tensiones que hacen esa alianza inviable. El presidente norteamericano, Bill Clinton, llega hoy a Rusia con la esperanza de calmar en lo posible esas tensiones.

Bill Clinton viene, en cierta medida, como l¨ªder del bloque occidental a indagar sobre preocupaciones comunes: seguridad europea, arsenales nucleares y Chechenia. A esa agenda, el presidente norteamericano le ha a?adido un problema de inter¨¦s particular: la venta de tecnolog¨ªa nuclear rusa a Ir¨¢n.

Clinton y los principales dirigentes europeos estar¨¢n ausentes del desfile militar que forma parte de los actos conmemorativos de hoy. Es un gesto para protestar por la intervenci¨®n de las fuerzas armadas rusas en Chechenia, donde distintas organizaciones han denunciado abusos de los derechos humanos.

Ese desplante no tiene soluci¨®n. Y el malestar que eso produce en Rusia, tampoco. Al margen de eso, tanto Rusia como Estados Unidos han hecho esfuerzos para que las diferencias actuales no terminen por arruinar del todo la misi¨®n de Clinton.

Ampliaci¨®n de la OTAN

Los rusos se han esforzado en las ¨²ltimas semanas por dar a Mosc¨² el aspecto m¨¢s festivo posible para hacerle olvidar a sus ilustres visitantes que se encuentran en un pa¨ªs en guerra. Incluso han colocado algunas pancartas en inocente azul que claman "por un mundo sin armas ni guerras". El presidente norteamericano, por su parte, envi¨® la pasada semana una carta a Bor¨ªs Yeltsin en la que le ofrec¨ªa garant¨ªas de que la extensi¨®n de la OTAN no significar¨ªa un movimiento hostil a Rusia, y en la que incluso admit¨ªa la posibilidad de que este propio pa¨ªs pudiera alg¨²n d¨ªa sumar se a la Alianza Atl¨¢ntica.

En una entrevista que publica el ¨²ltimo n¨²mero del semanario Time, Yeltsin advierte que hay ciertas fuerzas pol¨ªticas en Estados Unidos y Rusia que tratan de abrir una brecha entre los dos pa¨ªses, pero asegura que tanto Clinton como ¨¦l son firmes en el prop¨®sito de que ese intento no d¨¦ resultado.

Fuera de esa buena voluntad, que siempre es ¨²til en una reuni¨®n en la que la relaci¨®n personal cuenta, ni Clinton ni Yeltsin pueden ocultar el hecho de que ¨¦sta es la cumbre m¨¢s dif¨ªcil que han celebrado hasta ahora.

El campo de maniobra de ambos es muy limitado. Cualquier concesi¨®n del presidente ruso en los temas de Ir¨¢n, ampliaci¨®n de la OTAN, START Il (cuya ratificaci¨®n estaba, en principio, pendiente de esta cumbre) o Chechenia minar¨ªa su autoridad ante su propia opini¨®n p¨²blica. Cualquier concesi¨®n del presidente Clinton ser¨ªa, probablemente, desautorizada por su propio Parlamento.