La incognita del nuevo pacto
Nacionalistas, socialistas y populares desconf¨ªan de los compromisos previos y no descartan cualquier alianza
CARMELO RIVERO, Canarias sigue buscando un lugar entre las comunidades hist¨®ricas bajo el sol auton¨®mico. Tres legislaturas no parece que le hayan bastado para ganarse ese rango pese a su insularidad alejada, a la que se aferran los nacionalistas, o sus derechos diferenciales en materia fiscal, demanda favorita de los populares, o su coste de desplazamiento y su reiterada tricontinentalidad, que suelen evocar los socialistas. M¨¢s a¨²n, a pesar de tener un estatuto de m¨¢ximo techo competencial, abierto, sugerente y heterodoxo, que no se cifre a ninguna de las dos v¨ªas cl¨¢sicas, las de los art¨ªculos 143 y 151. Gozan de exenciones y ayudas europeas s¨ª, y de una mayor sensibilidad del Estado de un tiempo a esta parte, pero lo cierto es que las islas cuentan en la pol¨ªtica nacional: siguen teniendo una hora de retraso.
Los problemas son tres: econ¨®mico, social y ambiental. La crisis del bienio 1992-1993 fue menos severa en el archipi¨¦lago, y en 1994 su producto interior bruto, que creci¨® un 5,02%, duplic¨® la media nacional (2,26%). El milagro canario redujo en el ¨²ltimo trimestre de 1994 la tasa de desempleo en tres puntos. Baj¨® del Umbral psicol¨®gico del 20% Cuando algunas prospecciones llegaron hablar del fatal list¨®n del 30%.
Lo que amarga este carnaval es la inflaci¨®n. Nadie se explica la subida de los precios (5,4%, frente al 4,3% nacional, en 1994) y todas las miradas acusadoras se dirigen hacia quienes importan productos de primera necesidad por si fueran ciertas las denuncias de fraude en el uso de los 20.000 millones de pesetas que concedi¨® Bruselas el a?o pasado para subvencionar, precisamente, la cesta de la compra.
La mejor vitamina de esta at¨ªpica econom¨ªa es el turismo, que aporta las tres cuartas partes del crecimiento. En los ¨²ltimos cuatro a?os, bajo la era Zerolo -el consejero de Turismo que puso una valla en Mosc¨² y acaba hacer lo mismo en la Gran Muralla china-, las visitas aumentaron un 34% y la estad¨ªstica anual ya suma 10 millones de turistas, un r¨¦cord.
Ante la cuarta. legislatura se ofrecen novedades significativas. Los socialistas no presentan a su candidato hist¨®rico, Jer¨®nimo Saavedra, sino al aplicado y emergente Augusto Brito. Los populares, por primera vez, tienen un aspirante con posibilidades, su presidente regional, Jos¨¦ Miguel Bravo de Laguna. Manuel Hermoso resiste. La tercera legislatura que concluye ha tenido dos Caras. La presidencia de Saavedra en coalici¨®n con las Agrupaciones Independientes de Canarias, lideradas por Hermoso, que caduc¨® a los 20 meses, y la posterior llegada de los nacionalistas al Gobierno.
Un suceso inesperado, la moci¨®n de censura contra Saavedra en marzo de 1993 a cargo de Coalici¨®n Canaria, en la que se agruparon todas las fuerzas nacionalistas,. deriv¨® en un nuevo y parad¨®jico pacto entre Saavedra y Hermoso. El primero, v¨ªctima de los portazos de Hacienda en tiempos de Carlos Solchaga, pas¨® a ser titular de Administraciones P¨²blicas y una especie de ministro para Canarias. Desde Madrid, en el papel de interlocutor y mecenas, despej¨® los caminos empedrados de la Administraci¨®n central y se puso a abrir las puertas cerradas para las islas.
As¨ª comenzaron a desbloquearse viejos contenciosos, como el de las inversiones en carreteras, y sobrevino una fluidez desconocida en las negociaciones de la financiaci¨®n auton¨®mica, los traspasos sanitarios y la reforma R¨¦gimen Econ¨®mico y Fiscal (REF), la ley que consagra los futuros canarios, que se remontan los Reyes Cat¨®licos. Hermoso, deseoso de firmar pactos con el Es do, no se qued¨® con las ganas. Cuando provocaron la ca¨ªda Saavedra, los nacionalistas arribaron la bandera del pacto anterior izaron el REF como gallardete la nueva traves¨ªa pese al tufillo electoral de su asalto al poder. nueva ley econ¨®mica y fiscal es versi¨®n consensuada del PSOE Coalici¨®n Canaria, con la oposici¨®n del PP e IU.
Ahora es el, PP el que azuzaras de tierra o en globo, como que eligieron sus candidatos Tenerife el d¨ªa de la Cruz para rear sus soluciones. Los popular desdibujados con tan s¨®lo seis canos en la C¨¢mara, ambicionaron cambiar el mapa pol¨ªtico local. El geogr¨¢fico ya lo ha sido: islas aparecen a la izquierda de Pen¨ªnsula y sobre el norte de ?frica. Es lo m¨¢s aproximado a la localidad, pero ese acercamiento continente no deja de ser u mera ficci¨®n sobre el papel.
Hermoso, 'a muerte'
Para Hermoso son unas elecciones a muerte en su feudo, Santa Cruz de Tenerife. Los populares se han desmelado El presidente hace doblete: se presenta a alcalde de ciudad en la que fund¨® su participaci¨®n hace m¨¢s de un decenio y a jefe del Ejecutivo -en este caso, el primer edil ser¨ªa el n¨²mero dos, Miguel Zerolo- Es la operaci¨®n pol¨ªtica m¨¢s arriesgada de su vida, pues de vencer el desconcierto en sus las por la retirada forzosa del hasta ahora regidor, Jos¨¦ Emilio Garc¨ªa G¨®mez, y la presi¨®n del candato popular, Guillermo Guigo en los barrios. Hermoso opositador revalidar la mayor¨ªa absoluta municipal. De lo contrario, sus adversarios se unir¨ªan contra ¨¦l.
Las elecciones a los ayuntamientos.cientos, los cabildos y el Parlanto se deciden en esa y otras s plazas: Las Palmas de, Gran Canaria, Telde (Gran Canaria) y Laguna (Tenerife). Izquierda nida Canaria (lUC) va a tener revisibl¨¦mente butacas en todas funciones, lo que le confiere el atractivo de la bisagra. El PP con victoria en la capital grancana1 la m¨¢s poblada, donde enfrena la buena imagen del alcalde socialista, Emilio Mayoral, un cartel joven y descontaminado: el economista Jos¨¦ Manuel Soria. El OE ha recurrido al carisma de Eligio Hern¨¢ndez, ex fiscal general del Estado, para encabezar la lista Parlamento en la circunscripci¨®n m¨¢s favorable en las encuestas a la ola popular.
En Lanzarote, Dimas Mart¨ªn emprende su particular cruzada los tribunales contra su inhabilitaci¨®n hasta finales de siglo y el rora enfant terrible del independentismo, Antonio Cubillo, asume con resignaci¨®n el papel testimonial que le ha correspondido desde que regres¨® de, su exilio en Argel.
Ser¨¢ cosa de tres. Atr¨¢s quedar¨¢n las dobles hegemon¨ªas de un archipi¨¦lago bic¨¦falo. Dos capitales, dos provincias, dos opciones mayoritarias hasta ahora: nacionalistas y socialistas. Entra en liza el PP. Lo peculiar ser¨¢, como siempre, la ingenier¨ªa de pactos. Nadie se f¨ªa de los compromisos previos. Frente a un reencuentro entre nacionalistas y socialistas, los populares han lanzado el mensaje "abiertos a todos". Por extravagante que parezca, el -Pacto hist¨®rico podr¨ªa ensayarse en Canarias -laboratorio de muchos pactos probeta-. Con la sinceridad de un hereje convencido, Alberto Isasi, presidente de la Confederaci¨®n Canaria de Empresarios, hizo una confesi¨®n: elogi¨® el programa del PSOE y despu¨¦s dese¨® que converja con el PP.
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