Los guisos del impostor
El cocinero que ejerci¨® como ginec¨®logo obtuvo el t¨ªtulo falso en la basura
La historia de Luis Vicente Moreno omo ginec¨®logo empez¨® en una papelera. Rebuscar entre los esperdicios de un centro sanitario puede proporcionar documentos aprovechables para falsificar un. t¨ªtulo de especialista. Y termin¨® el mes pasado (ver EL PA?S del 19 de abril) cuando le detuvo la polic¨ªa mientras ejerc¨ªa como m¨¦dico en Fuenlabrada.. Entre un hecho y otro han mediado 500 exploraciones de vagina, cientos de citolog¨ªas (an¨¢lisis sobre las c¨¦lulas vaginales), tal vez miles de pacientes... Incluso miles de oyentes de radio, a los que asesoraba desde Onda. Fuenlabrada, en el espacio publicitario de uno de los centros donde trabajaba. ?sta es la historia de un presunto impostor.
Luis Vicente Moreno Gerardo, casado, de 42 a?os, hab¨ªa estudiado hasta tercero de medicina en la Universidad de Barcelona, seg¨²n su declaraci¨®n una vez detenido. Corr¨ªa el a?o 1969 cuando empez¨® y el a?o 1972 cuando abandon¨® los estudios. Ten¨ªa 20 a?os y mont¨® un restaurante en el pueblo de Tejares, de la provincia de Salamanca. Lo regent¨® junto a su esposa, Mar¨ªa Jos¨¦ S¨¢nchez, y mientras, manten¨ªa negocios con otros socios, seg¨²n informa la polic¨ªa. La medicina era su verdadera pasi¨®n. Pero, seg¨²n una de las personas que le conoc¨ªan, "le gustaba meterse en l¨ªos". "Es trabajador, pero presuntuoso; y alardeaba de buena vida"
Ya el 17 de octubre de 1981 fue detenido bajo la acusaci¨®n de tenencia de drogas en Guadalajara, y al a?o siguiente, en Madrid por un presunto robo con fuerza. Hace cuatro a?os se traslad¨® a Aranjuez (3 9.000 habitantes). En esta localidad madrile?a comenz¨® a ejercer fraudulentamente la medicina. Primero, seg¨²n confes¨® a los agentes, recorrio varios hospitales y cl¨ªnicas y recogi¨® montones de papeles que se tiraban a la basura. De esta forma se acredit¨® como m¨¦dico general y especialista en pediatr¨ªa. Adulter¨® sellos y falsific¨® t¨ªtulos; y aport¨® as¨ª un brillante historial profesional y acad¨¦ mico. No obstante, seg¨²n la polic¨ªa, eran copias falsas: "Muy burdas y sin compulsar", precis¨® un agente. Pero sirvieron para convencer a profanos e incluso a profesio nales, que no sospecharon tama?a impostura.
De un sitio a otro
H¨¢bil para no permanecer demasiado tiempo en un sitio, fue saltando de ciudad en ciudad: Valladolid, M¨®stoles, Madrid, Fuenlabrada... En la cl¨ªnica La Estrella, de M¨®stoles (199.000 habitantes),. fue contratado por un a?o, tras aportar fotocopias de su t¨ªtulo y de su colegiaci¨®n. All¨ª atendi¨® el departamento de ginecolog¨ªa una vez por semana, sin recibirse queja alguna. Despu¨¦s pas¨® a la cl¨ªnica Madrid Sur, en la calle de Italia, 23; y en la calle de Bel¨¦n, 23, de Fuenlabrada. Y en esta ¨²ltima localidad fue contratado tambi¨¦n en la cl¨ªnica Fuensalud, como ayudante del m¨¦dico del equipo de urgencias nocturnas.
Seg¨²n varios testigos, manejaba con fluidez el lenguaje m¨¦dico -aprendido en sus tres a?os de facultad-, y en ning¨²n momento se quej¨® alguien de su forma de ejercer la medicina.
Una de sus v¨ªctimas declar¨® a la polic¨ªa que acudi¨® a la consulta del doctor Moreno para una exploraci¨®n vaginal. La mujer confes¨® que no not¨®nada extra?o. Sus buenas formas y amabilidad incluso le ganaron su confianza. La mujer volvi¨® a visitarle tras someterse a unos an¨¢lisis, y el doctor Moreno le recet¨® unos anticonceptivos. Lapaciente desembols¨® 6.000 pesetas por sus dos encuentros. A los agentes reiter¨® que en ning¨²n momento se dio cuenta del enga?o. Como ella, nadie ha puesto una demanda reclamando el dinero que abonaron a las cl¨ªnicas.
El trabajo del doctor Moreno se acab¨® el pasado 27 de abril. Seg¨²n la Jefatura Superior de Polic¨ªa, le delat¨® un viejo conocido. Este asegur¨® que estaba colegiado en Toledo un falso m¨¦dico que trabajaba fraudulentamente en una cl¨ªnica de Fuenlabrada. Con tal informaci¨®n, la Brigada Provincial de Documentaci¨®n de Madrid comprob¨® que Vicente Moreno no ten¨ªa el requisito imprescindible para ejercer la medicina: haber estudiado lo suficiente. Su nombre no aparec¨ªa entre la relaci¨®n de m¨¦dicos titulados.
La detenci¨®n
El mi¨¦rcoles 27 de abril, los agentes se presentaron en la cl¨ªnica de Fuenlabrada. All¨ª se encontraron al doctor Moreno ataviado con una bata blanca, haciendo una guardia. Los agentes le preguntaron:
-?Es usted el doctor Moreno?
-No, el doctor Moreno est¨¢ dentro -contest¨®.
-Pero usted lleva en la bata el nombre de doctor Moreno -replic¨® el polic¨ªa.
-Es que hay otro doctor Moreno dentro, yo s¨®lo soy -ayudante -indic¨® el aparente m¨¦dico.
En ese momento, Luis Vicente Moreno fue detenido. Se le acusaba de usurpaci¨®n de funciones, pero adem¨¢s ten¨ªa tres ¨®rdenes de detenci¨®n por presuntos, delitos de estafa, robo y falsedad de certificaciones m¨¦dicas. No s¨®lo -eso: el Juzgado de lo Penal de Valladolid le persegu¨ªa por un posible delito de estafa; la Audiencia Provincial, por un -robo de m¨¢s de 100.000 pesetas, y el Juzgado n¨²mero 18 de Madrid, por un presunto delito de usurpaci¨®n de funciones al certificar defunciones en un centro geri¨¢trico.
Actualmente, resid¨ªa en la calle de Alpag¨¦s de Aranjuez, y ten¨ªa como segunda vivienda una casa en Yepes, el pueblo de Toledo donde naci¨® hace 42 a?os.
Ahora, casi 15 d¨ªas despu¨¦s de la detenci¨®n, nadie ha presentado denuncia contra ¨¦l. La propia polic¨ªa est¨¢ extra?ada de que ninguna mujer haya reclamado el dinero que abon¨® por la consulta del m¨¦dico.
Luis Vicente Moreno neg¨® a la polic¨ªa haber reconocido a mujeres, y s¨®lo confes¨® que era ayudante. Sin embargo, gracias al testimonio de varios doctores, los agentes han averiguado que atendi¨® al menos a 500 mujeres. Su bata era un simple disfraz que nadie descubri¨®.
Un curr¨ªculo de mentirijillas
El brillante historial profesional y acad¨¦mico del doctor Moreno era puira ficci¨®n. Sus t¨ªtulos, (le mentirijillas. Simples fotocopias de papel que le presentaban como l¨ªcenciado, en medicina y cirug¨ªa,, y m¨¦dico especialista en ginecolog¨ªa por la Universidad Complutense de Madrid y la Universidad Central de Barcelona. Los diplomas falsificados le acreditaban como experto en medicina familiar y asistente a varios cursos de actualizacir¨¢n m¨¦dica en el hospital infantil del Ni?o Jes¨²s de Madrid. El farsante, sin embargo, daba el pego con las toscas copiaas. Estaban repletas de tachones y hab¨ªa alterado, y manipulado los nombres de algunos de los t¨ªtulos.
Los responsables de las cl¨ªnicas reconocieron que ten¨ªa unos extraordinarios antecedentes, pero lo que m¨¢s le ayud¨® para ejercer como ginec¨®logo eran sus magn¨ªficas recomendaciones. Empez¨® a trabajar en un centro de Aranjuez al que lleg¨® avalado por ilustres m¨¦dicos que siempre le reconocieron como un trabajador mod¨¦lico.
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