El sarc¨®fago de Micerino
?Qu¨¦ llevaba la goleta Beatrice que hace tan interesante su b¨²squeda? Es evidente que, seg¨²n todos los testimonios hist¨®ricos, en sus bodegas se amontonaba un verdadero tesoro arqueol¨®gico. En todo caso la pieza m¨¢s destacada de esa seguramente muy heterog¨¦nea colecci¨®n -la egiptolog¨ªa estaba en sus inicios- era el gran sarc¨®fago del fara¨®n Micerino.Micerino, Menkaura, hijo de Keops, fue uno de los faraones de la cuarta dinast¨ªa del Imperio Aritiguo egipcio. Rein¨® del 2511 al 2483 antes de Cristo y construy¨® su pir¨¢mide en Giza, junto a las de su padre, Keops, y su t¨ªo Kefr¨¦n. De esos tres monumentos funerarios, la pir¨¢mide de Micerino, llamada la Divina Pir¨¢mide y la Tercera Pir¨¢mide de Giza, es la m¨¢s peque?a (menos de un cuarto del ¨¢rea de la Gran Pir¨¢mide de Keops, 66 metros de altura por 146 metros la de su padre) y est¨¢ inacabada.
Her¨®doto menciona Micerino en t¨¦rminos favorables, lo que, seg¨²n los especialistas, puede indicar que mantuvo una relaci¨®n arm¨®nica con otros poderes del Estado, y abandon¨® en parte el absolutismo de sus predecesores. Fue, el ¨²ltimo faraon importante de la IV dinast¨ªa. Su sucesor, el ge¨®metra y astr¨®nomo Shepseskaf, fue enterrado en Saqqara y ya no disfrut¨® de una pir¨¢mide al viejo estilo.
El sarc¨®fago de Micerino fue hallado dentro de su pir¨¢mide, en una c¨¢mara rnortuoria de granito, por el coronel Howard Vyse: un sarc¨®fago impresionante, de basalto, con los lados cubiertos por el tipo de decoraci¨®n del Imperio Antiguo denominado de fachada de palacio, pues simula un edificio noble. El sarc¨®fago estaba vac¨ªo, pero Vyse encoritro huesos humanos y los restos de un ata¨²d de madera antropomorfo con el sello de Micerinos (el carbono 14, sin embargo, ha probado que ni el ata¨²d ni los huesos corresponden a la ¨¦poca de Micerino, lo que aumenta el misterio de ese hallazgo).
Viaje en mercante
El sarc¨®fago de basalto fue enviado a Inglaterra en el mercante Beatrice, hundido, seg¨²n recoge el prestigioso egipt¨®logo I. E. S. Edwards en su c¨¦lebre The pyramids of Egypt, "en alg¨²n lugar entre Malta, de donde zarp¨® el 30 de octubre die 1838, y el puerto espa?ol de Cartagena".
Adolf Luna, director de la fundaci¨®n Jordi Clos, una instituci¨®n privada que dispone de un Museo Egipcio en Barcelona y participa en excavaciones en Egipto y Sud¨¢n, explic¨® a este diario que el Proyecto Salvar al Fara¨®n se encuentra en un momento crucial despu¨¦s de dos a?os de preparativos. "Se han hecho consultas a todas las instituciones que deber¨ªan estar implicadas en un plan semejante (Comunidad de Murcia, ministerios de Cultura y Defensa) y las respuestas han sido positivas"
La fundaci¨®n, que ya ha realizado. un estudio de viabilidad de la operaci¨®n, se encarga de buscar patrocinadores para el proyecto, que tendr¨ªa un coste de entre 60 y 80 millones de pesetas. Seg¨²n Luna, la idea es ponerse en marcha el a?o que viene, en dos etapas, una primera de prospecci¨®n, "con tecnolog¨ªa puntera", y si ¨¦sta da resultado, una segunda de recuperaci¨®n, que incluir¨ªa el uso de una enorme gr¨²a.
Para la fundaci¨®n, el sarc¨®fago es el objetivo principal, aunque es consciente de que el destino de esa extraordinaria pieza lo decidir¨¢n las instituciones competentes en la materia. De encontrarlo, la fundaci¨®n quisiera poderlo exponer durante alg¨²n tiempo, participar en su restauraci¨®n y montar una exposici¨®n sobre Micerino; en todo caso se beneficiar¨ªa del extraotdinario eco p¨²blico que puede tener un hallazgo semejante.
"Es un objeto bell¨ªsimo", se?ala Luna, "lo conocemos por dos dibujos de Vyse". Al ser de basalto, m¨¢s duro que el granito y poco sensible a la acci¨®n del mar, el sarc¨®fago debe de estar intacto. Adem¨¢s, "el basalto posee ¨¢tomos met¨¢licos, lo que puede facilitar su rastreo".
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.