En busca del mayor tesoro egipcio sumergido
Un equipo espa?ol rastrea una goleta con antig¨¹edades hundida junto a Cartagena
Las aguas de Cartagena pueden albergar un gran tesoro del Egipto fara¨®nico. Se trata del cargamento de la goleta inglesa Beatrice, que transportaba cajas de antig¨¹edades egipcias, bajo el gen¨¦rico concepto de oldness cargo, con destino al British Museum de Londres. En su viaje, naufrag¨® frente al puerto de Cartagena el 10 de octubre de 1839. Situar este pecio y comprobar el estado real de su carga, para rescatarla luego, es el objetivo de una expedici¨®n que con el nombre Proyecto Salvar al Fara¨®n est¨¢ preparando la Fundaci¨®n Arqueol¨®gica Jordi Clos, con sede en Barcelona.
Esta aventura cient¨ªfico-arqueol¨®gica, que cuenta con especialistas del rescate submarino y de la egiptolog¨ªa y con el visto bueno de la Administraci¨®n militar espa?ola, se fragu¨® tras tomarse en serio una serie de datos e informes referidos al naufragio de la goleta. El proyecto est¨¢ avalado por la existencia de documentos sobre el cargamento de la embarcaci¨®n, que fue fletada por un militar ingl¨¦s, en misi¨®n diplom¨¢tica en El Cairo, para transportar una serie de antig¨¹edades egipcias a Londres.De hallarse el pecio, podr¨ªa comprobarse que es el mayor conjunto de antig¨¹edades egipcias sumergido bajo el mar. Seg¨²n el "manifiesto de carga" de la embarcaci¨®n, registrado en el Lloyd's, "y a pesar de que no es muy expl¨ªcito, ya que en aquella ¨¦poca este tipo de mercanc¨ªas no estaban adecuadamente codificadas ni reguladas, el coste del flete de transporte ascendi¨® a 120 libras, una suma importante entonces, lo que hace suponer que, por lo me nos por su peso, la carga era cuantiosa", comenta una persona vinculada al proyecto. La misma fuente manifest¨® que la b¨²squeda se iniciar¨¢ el 10 de junio.
Para descubrir el pecio se ha contratado a un equipo de buceadores, muy experimentados en la localizaci¨®n de naufragios, que han trabajado en varios puntos del Caribe en la b¨²squeda de galeones espa?oles. Debido a que la goleta era de madera, se da por seguro de que no quedar¨¢n restos de ella. De todos modos, la carga, si se trata de material inorg¨¢nico, podr¨¢ ser encontrada, a pesar de las incrustaciones marinas que deben de cubrirlo todo.Una borrasca
Los expertos opinan que la goleta embarranc¨® en la misma entrada de la bah¨ªa de Cartagena. Se cree que a causa de una t¨ªpica borrasca del Estrecho, el Beatrice no tuvo m¨¢s remedio que tomar rumbo al puerto de Cartagena para protegerse del temporal. Parece ser que embarranc¨® con las piedras y losas que exist¨ªan en la parte oriental de la entrada al puerto natural.
La zona que se rastrear¨¢ ser¨¢ la comprendida entre los bajos de Navidad y Santa Ana, al oeste de la entrada, hasta los bajos de las Losas, en el lado este, posibles escollos en los que la nave pudo embarrancar.
Se cree que los restos del naufragio est¨¢n sumergidos en esta ¨¢rea y que nunca han sido rescatados. "En aquella ¨¦poca era imposible rescatar objetos que se hund¨ªan, aunque estuvieran a pocas decenas de metros. Tampoco consta que en ning¨²n rnuseo haya expuesto material de un posible rescate del Beatrice".
A finales del siglo pasado un grupo de buscadores de tesoros auspiciado por un consorcio brit¨¢nico, solicit¨® permiso al Gobierno espa?ol para realizar prospecciones en la zona. Les fue denegado. El hecho de que Cartagena fuera una puerto militar ha impedido hasta la fecha cualquier inspecci¨®n cient¨ªfica sobre este asunto. En los a?os treinta, otra expedici¨®n brit¨¢nica tante¨® al Gobierno de la Rep¨²blica para rastrear la zona del naufragio.
La expedici¨®n no est¨¢ exenta de dificultades. El largo tiempo transcurrido y la posibilidad de que la carga se encuentre dispersa hacen que las tareas de localizaci¨®n sean muy complicadas. A esto se suma la fuerte pendiente del fondo marino en esta zona.
El pasado mes de marzo se tuvo que posponer el primer buceo para la localizaci¨®n del pecio, ya que la previsi¨®n meteorol¨®gica del Centro de Houston auguraba tormentas en esta ¨¢rea del Mediterr¨¢neo.
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