Un directivo expulsado del Cesid, testigo clave de Mario Conde en el 'caso Crillon'
Juan Perote Pell¨®n, de 56 a?os, coronel del Ej¨¦rcito de Tierra en la reserva, es la ¨²ltima carta jugada por el ex presidente de Banesto Mario Conde en su batalla jur¨ªdica contra el Gobierno. Su nombre figura en la lista de testigos que los abogados del banquero han presentado al juez del Tribunal Supremo Eduardo Moner, instructor del caso Crill¨®n. Desconocido para el gran p¨²blico, la inclusi¨®n de Perote entre los testigos de Conde ha encendido las luces de alarma en Moncloa, el Ministerio de Defensa y el servicio secreto Cesid.
Juan Perote ha sido uno de los m¨¢s destacados directivos del Centro Superior de Informaci¨®n de la Defensa (Cesid) durante los ¨²ltimos a?os. Se incorpor¨® al centro de inteligencia en mayo de 1981, coincidiendo con el nombramiento de su actual director, el teniente general Emilio Alonso Manglano, a quien el entonces presidente Leopoldo Calvo Sotelo encarg¨® la reorganizaci¨®n del centro, salpicado por la intentona golpista del 23-F.Diplomado en Operaciones Especiales, Formaci¨®n F¨ªsica, Tropas de Monta?a, Paracaidismo e Ingl¨¦s, entre otras materias, Manglano, lo incluy¨® en su reducido c¨ªrculo de confianza y le encomend¨® el puesto m¨¢s delicado del Cesid: el mando del Grupo de Apoyo Operativo, integrado por la ¨¦lite de los agentes secretos, que se encarga de realizar las misiones clandestinas, en el borde (m¨¢s en el de fuera que en el de dentro) de la legalidad.
Tras diez a?os en el centro, Perote lo abandon¨® abruptamente en 1992. Manglano prescindi¨® de sus servicios tras reunirse con Juan del R¨ªo, jefe del servicio de seguridad del Cesid.
"Aunque se habl¨® de que el motivo pod¨ªa haber sido alg¨²n problema financiero, la verdadera causa s¨®lo la conocen unos pocos agentes y sus labios est¨¢n sellados", afirma Fernando Rueda en su libro La Casa, primer estudio publicado sobre el servicio secreto espa?ol.
El dinero para Kroll
No se le abri¨® expediente, pero Perote, entonces teniente coronel, pidi¨® el pase a la reserva transitoria y, tras ascender a coronel, obtuvo un puesto como asesor de seguridad del presidente de la empresa p¨²blica, petroqu¨ªmica Repsol, ?scar Fanjul.
La brusca salida de Perote del Cesid concidi¨® con la ¨¦poca en que, seg¨²n Luis Rold¨¢n, el vicepresidente del Gobierno, Narc¨ªs Serra, le encarg¨® el informe Crillon -nombre del hotel de Par¨ªs donde supuestamente se realizaron los contactos- sobre las actividades de Mario Conde, que habr¨ªa sido pagado con dinero procedente de los fondos reservados del servicio secreto
La importancia del testimonio de Perote radica en que, hasta ahora, nadie ha acreditado la versi¨®n de Rold¨¢n de que efectivamente el informe Crillon se financi¨® con cargo al Cesid; elemento fundamental para acreditar la acusaci¨®n de malversaci¨®n de caudales p¨²blicos que se dirige tanto contra Serra como contra el ministro de Defensa, Juli¨¢n Garc¨ªa Vargas.
El ex director de la Seguridad del Estado Juli¨¢n Sancrist¨®bal declar¨® el pasado 4 de mayo ante el Tribunal Supremo que encarg¨®, a petici¨®n de Rold¨¢n, a la agencia de detectives Kroll la investigaci¨®n sobre Mario Conde y que le entreg¨® 67 millones de pesetas en pago por el informe Crillon. Sin embargo, Sancrist¨®bal asegur¨® desconocer qui¨¦n orden¨® a Rold¨¢n que encargase el informe y de d¨®nde proced¨ªa el dinero con el que se pag¨®.
Fuentes gubernamentales sospechan que el objetivo de Conde es que Perote testifique que los 67 millones salieron de los fondos reservados del Cesid, aunque est¨¢n seguras de que no podr¨¢ demostrarlo documentalmente. Las mismas fuentes dan por sentado que existe alg¨²n tipo de acuerdo entre el ex agente secreto y el banquero y que el segundo ha dado su consentimiento para ser incluido en la lista de testigos de la acusaci¨®n.
EL PA?S ha intentado ponerse en contacto con Perote desde el viernes por la tarde, para conocer su versi¨®n, y le consta que ha recibido el correspondiente aviso, sin contestar al mismo.
En comparaci¨®n con el antiguo agente secreto, los otros nueve testigos citados por Conde -¨¦l mismo, Serra, Garc¨ªa Vargas, los ex ministros Jos¨¦ Luis Corcuera y Carlos Solchaga, Manglano y tres periodistas de El Mundo, incluido su director- son de puro tr¨¢mite, pues no pueden aportar nada a la causa o, de hacerlo, se autoinculpar¨ªan.
El juez Eduardo Moner no ha aceptado todav¨ªa el prop¨®sito de Conde de personarse como perjudicado en el caso Crillon, en el que coinciden los intereses del banquero y del ex director general de la Guardia Civil. Para el primero -como para Luis Rold¨¢n en el asunto de los papeles de Laos- se trata de demostrar que la intervenci¨®n de Banesto se bas¨® en informaci¨®n obtenida ilegalmente y que, en consecuencia, todo el procedimiento est¨¢ viciado de origen.
"Ajustes de cuentas" de antiguos esp¨ªas
El 4 de abril el ministro Garc¨ªa Vargas compareci¨® en la Comisi¨®n de Defensa del Congreso para desmentir dos informaciones, de El Mundo sobre el Cesid: la celebraci¨®n de una reuni¨®n, en una gasolinera pr¨®xima al centro, de antiguos agentes para atribuir a los gobiernos de UCD la creaci¨®n de los GAL, y la exhumaci¨®n de una cinta supuestamente grabada al ex presidente Su¨¢rez, durante una visita al Cesid en 1978, en la que ¨¦ste se habr¨ªa interesado por conocer la capacidad de sus miembros para acciones ilegales.
Garc¨ªa Vargas neg¨® categ¨®ricamente que se hubiese celebrado la reuni¨®n de la gasolinera. Respecto a la grabaci¨®n, fue m¨¢s cauto: "Si existi¨® la cinta, nunca fue registrada o archivada en el centro". El ministro agreg¨® unas palabras que levantaron polvareda. Se refiri¨® a las "dificultades" que presenta el "control efectivo" de estos servicios, pues "es muy humano, en casos individuales muy aislados, que existan tentaciones de usar, sobre todo una vez que se ha dejado de pertenecer formalmente a los servicios, la informaci¨®n obtenida a trav¨¦s de la experiencia profesional para represalias, para ajustes de cuentas personales, para prop¨®sitos que casi siempre tienen Car¨¢cter individual".
Garc¨ªa Vargas no cit¨® a nadie, pero en Defensa muchos pensaron en Juan Perote, quien sustituy¨® a Cortina al mando del Grupo de Apoyo Operativo del Cesid, cuyo cuartel general visit¨® Su¨¢rez, y quien, antes de salir del centro en 1992, habr¨ªa tenido acceso a toda la documentaci¨®n almacenada en el grupo, incluida la supuesta cinta.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
Archivado En
- Mario Conde
- Soldados
- Emilio Alonso Manglano
- Juli¨¢n Garc¨ªa Vargas
- Militares reserva
- V Legislatura Espa?a
- Caso Banesto
- Banesto
- Cesid
- Juan Alberto Perote
- Fondos reservados
- Vicepresidencia Gobierno
- Declaraciones prensa
- Ministerio de Defensa
- MJEI
- Militares complemento
- Gobierno de Espa?a
- Pol¨ªtica defensa
- Senado
- Congreso Diputados
- Ej¨¦rcito tierra
- PSOE
- Fuerzas armadas
- Comisiones parlamentarias
- Servicios inteligencia