Todo lo que hay que saber al contratar un curso de idiomas en el extranjero
Los promotores advierten que toda informaci¨®n es poca a la hora de elegir
La primavera es tiempo de b¨²squedas: la escuela infantil ideal para que el ni?o comience su lar ga aventura educativa, ese colegio alternativo que permita corregir a tiempo un rumbo acad¨¦mico que ha comenzado a torcerse... y, desde hace ya bastantes anos y cada vez m¨¢s extendidamente, la instituci¨®n m¨¢s conveniente para enviar durante un mes del verano al hijo, o la hija, a un pa¨ªs extranjero donde le ayuden a perfeccionar ese segundo idioma cuyos rudimentos est¨¢ adquiriendo en su colegio. El idioma con mayor demanda sigue siendo el ingl¨¦s (90%), seguido del franc¨¦s y el alem¨¢n. Los destinos preferentes para el aprendizaje del ingl¨¦s son el Reino Unido, Irlanda, Estados Unidos y, ¨²ltimamente, Australia. El mes preferido es julio, para el que se contratan el 65% de los cursos, y el precio medio de uno de cuatro semanas oscila entre las 210.000 y las 250.000 pesetas.
El objetivo principal de la familia es que el hijo aprenda realmente, que conozca mundo y se divierta, pero, sobre todo, evitarle sobresaltos.
Las situaciones a las que un adolescente puede tener que enfrentarse en su estancia en un pa¨ªs extranjero son tan variadas como predecibles. Al menos eso piensan las empresas espa?olas especializadas dentro de un mercado que mueve anualmente un volumen de negocio cercano a los 100.000 millones de pesetas. En ese mercado, m¨¢s que libr¨¦, lib¨¦rrimo, las empresas promotoras decidieron hace ya ocho anos agruparse en la Asociaci¨®n Espa?ola de Promotores de Cursos en el Extranjero, Aseproce, convencidas de que la mejor salida era la autorregulaci¨®n.
Publicidad enga?osa
Uno de los grandes problemas es, como siempre, la publicidad enga?osa. En este sentido, Aseproce recuerda a los usuarios que la publicidad tiene "valor contractual", que son exigibles en derecho todas las ofertas que se incluyen, directa o indirectamente, en un anuncio. publicitario. Por ello, sus asociados se comprometen a someter a un comit¨¦ de evaluaci¨®n todos los folletos informativos y anuncios. "Pretendemos", dice su president¨¦, Clodoaldo Casaseca, "que el p¨²blico tenga claras todas las reglas, de juego: entre ellas, algo tan elemental como saber que la licencia fiscal de est¨¢ actividad tiene un determinado 'ep¨ªgraf¨¦', que es el 933.2".
Aseprobe, constituida legalmente como asociaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro, "no vende cursos", seg¨²n su presidente, "sino que informa y asesora gratuitamente sobre todos los aspectos relacionados con esta modalidad de servicios". "Facilitarnos al interesa do la lista de los asociados sin compromiso alguno para el que solicita la informaci¨®n", a?ade.
El principal consejo de Aseproce a las familias que, como cada a?o, se plantean en estos precisos d¨ªas la posibilidad de inscribir a su hijo en un curso de idiomas en el extranjero, es el de que demanden "una buena y completa informaci¨®n". Casaseca insiste mucho en esta idea porque piensa que "el espa?ol medio tiende a una credulidad excesiva" "Ha aprendido a indagar hasta la saciedad las caracter¨ªsticas del m¨¢s ele mental electrodom¨¦stico, pero parad¨®jicamente, esa misma actitud no siempre se da cuando de la educaci¨®n de los hijos se trata"
?Y qu¨¦ hay que indagar? Casaseca responde que "absolutamente todo" y resume las normas informativas que rigen para su asociaci¨®n:
Precio: "Debe estar claramente expresado, con indicaci¨®n de qu¨¦ prestaciones se incluyen y cu¨¢les no, as¨ª como los gastos de anulaci¨®n si los hubiere.
Seguro: Saber si se incluye o no en el precio del curso. (Las empresas de Aseproce lo incluyen obligatoriamente, y en el caso de cursos eh Estados Unidos, recomienda, en conformidad con los usos en aquel pa¨ªs, una cobertura m¨ªnima de 10.000.d¨®lares).
Viajes: Deber¨¢ indicarse si est¨¢ o no incluido en el precio y si se trata de avi¨®n, si se realizar¨¢ en vuelo regular o charter. En los programas para menores deber¨¢ especificarse si el viaje se hace con tutores o no.
Traslados: Ha de especificarse si est¨¢ incluido en el precio el traslado desde el aeropuerto hasta el domicilio de la familia de acogida, o hasta la residencia, en su caso, as¨ª como el de regreso.
Alojamiento: Si es en familia, debe indicarse si el alumno es el ¨²nico cursillista acogido y en el caso de que haya m¨¢s de uno, si los compa?eros son o no hispanohablantes. ("A veces", advierte Asproce, "lo que se present¨® en origen como una familia, resulta ser una pensi¨®n"). Si el alojamiento es en residencia, deben especificarse minuciosamente sus caracter¨ªsticas (habitaciones individuales o colectivas, espacios de ocio, etc¨¦tera) y r¨¦gimen y horario de comidas.
Ense?anza. N¨²mero de clases y su duraci¨®n, distinguiendo bien entre los conceptos "clase" y "hora", que no siempre son coincidentes. El profesorado debe tener las titulaciones adecuadas y su lengua materna, la del idioma que ense?a. Deber¨¢n especificar se si existen diferentes niveles de conocimiento del idioma y el n¨²mero m¨¢ximo de alumnos por profesor. Si alguna de estas circunstancias no se produce, el alumno o sus tutores deber¨¢n conocerlo antes de comenzar el programa.
Programa social. Debe especificarse el programa social y de excursiones o visitas educativas antes de la salida de los estudiantes.
Aseproce, entidad de car¨¢cter privado, tiene su sede oficial en Madrid, calle de Alcal¨¢, 20. Tlf.: (91) 52179 21. Existe, adem¨¢s, la red oficial TIVE, de la Oficina Nacional de Turismo para j¨®venes y estudiantes, con Oficinas en todas las capitales importantes. La principal se encuentra en Madrid, calle de Jos¨¦ Ortega y Gasset, 71. Tlf.: (91) 347 77 00.
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