A la jota mayor
Nuevo Mester de Juglar¨ªa desata la farra castellana en la plaza madrile?a
La plaza Mayor no lo resisti¨®. Por vez primera en este San Isidro el castizo enclave rebos¨®. Y lo hizo de la mano de una dulzaina, una bandurria, un la¨²d, una guitarra y el acompa?amiento de los cr¨®talos. Fue un estallido musical que hizo bailar a todo el mundo. El m¨¦rito recay¨® en los ritmos castellanos del grupo Nuevo Mester de Juglar¨ªa. Su mera aparici¨®n en el escenario ya desat¨® los primeros brincos entre el p¨²blico. Una reacci¨®n ante la que los m¨²sicos no olvidaron pedir un minuto de silencio "por la gran mujer que ha muerto" [en referencia a Lola Flores]. Y hubo respeto.Fernando Ortiz, uno de los componentes de este grupo segoviano, comentaba minutos antes de comenzar el concierto que son ya 18 los a?os que acuden a la cita de San Isidro "y, aunque me da una verg¨¹enza horrible decirlo, 26 juntos como grupo". A?adi¨® Ortiz que en Madrid es dif¨ªcil no tocar temas ya cl¨¢sicos de su repertorio como La canci¨®n del entrem¨¦s o El milagro de San Antonio. Saben que en esta ciudad, a la que se refirieron como "el mejor pueblo de Segov¨ªa", tienen fieles seguidores. Como Dionisio Casado, un segoviano que acudi¨®, con su mujer y dos matrimonios m¨¢s, dispuesto a marcarse unas jotas. Casado afirm¨® tajantemente: "El a?o que no vengan armamos la revoluci¨®n. As¨ª como suena".
Sentados en el suelo esperaba a que empezase la m¨²sica otro grupo de ocho segovianos. Eran j¨®venes procedentes de ?guila Fuentes. Uno de ellos, Cipo, hab¨ªa optado por el concierto de Nuevo Mester para celebrar algo muy especial. "Ma?ana me voy a la mili. A Melilla. Y aqu¨ª estoy esperando unas jotillas", dijo. Otros dec¨ªan que acud¨ªan a la plaza Mayor "a reivindicar Castilla". Y todos manifestaban sus ganas de echarse una jota.
Todos, menos dos mujeres mayores que nada m¨¢s llegar llamaron a un polic¨ªa para pedirle unas sillas. Quer¨ªan ver el concierto sentadas, igual que lo hicieron el a?o pasado. Pero esta vez no fue posible sentar a las se?oras, que optaron por permanecer de pie. El grupo de ?guila Fuentes abri¨® el baile con el primero de los temas: fue imprescindible hacerse un hueco entre los que todav¨ªa marcaban el ritmo solamente con la cabeza. En el segundo, ya bailaban cogidos unos a otros con los brazos en alto. En el tercero -"me quisiste mozo libre", cantaba Nuevo Mester-, se cruzaban y da ban vueltas. La gente que les rodeaba empez¨® a botar.
Y en el cuarto -"porque soy quinto, mi madre llora", dice la letra-, Cipo ya hab¨ªa ganado el centro del corro. Pero ya no llamaban la atenci¨®n a pesar de que hab¨ªan empezado a comportarse como jugadores de rugby: a su alrededor todo el mundo estaba baila que te baila, se daban palmas, se ve¨ªan botas de vino y ondeaba alg¨²n pend¨®n morado.
El p¨²blico core¨® a los cantantes. Sin parar de bailar. Hab¨ªa gente de todas las edades y, sobre todo, castellanos. Pilar, otra segoviana de Montejo de Ar¨¦valo y de unos 50 a?os, dijo que acud¨ªa a la cita con Nuevo Mester "desde que Tierno era alcalde". Iba acompa?ada por cuatro jovencitas que trataban de seguir los pasos de esta experimentada bailarina de jotas. "Mi padre bailaba el 15 de agosto delante de la Virgen en el pueblo y yo aprend¨ª la jota de peque?a", dec¨ªa. "Todas estas canciones las he bailado yo de peque?a jugando al corro" a?adi¨®.
Otro que tambi¨¦n sab¨ªa mucho de baile y de Castilla era Miguel ?ngel G¨®mez. Aunque nacido en Toledo, es profesor de jotas y hab¨ªa ido en la plaza Mayor acompa?ado de hombres y mujeres que tambi¨¦n acuden todos los a?os a la cita.
En los extremos de la plaza no se pasaban tantas apreturas para poder bailar. Por esa zona se ve¨ªan montoncitos de ropa que la gente se hab¨ªa tenido que quitar. Cada monta?a de jers¨¦is constitu¨ªa el centro de un corro de joteros. Un cruce, una vuelta, al centro, atr¨¢s. Y los de Nuevo Mester continuaban arengando a las masas: "Venga Madrid. Que no se diga...".
Y los madrile?os se lo tomaron al pie de la letra hasta el final.
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