Rey desnudo
Siempre se ha sabido que los soberanos trabajan mucho: tienen que cambiarse de ropa una docena de veces. Un pijama de seda bordado con la corona real en la tetilla, un uniforme para las audiencias de la ma?ana y otro para inaugurar un congreso al mediod¨ªa, equipo de monta a caballo antes de comer, traje de etiqueta para un banquete, equipo de polo o tal vez de cazador de pichones a media tarde, chaqu¨¦ o esmoqu¨ªn para la cena de gala, distintos atav¨ªos de tenista, motorista, regatista, esquiador o jugador de bridge. Ejercer el poder consiste en cambiarse de ropa muchas veces al d¨ªa, ya que la autoridad no es m¨¢s que un reflejo de las vestiduras. Hay pa?os de gran prestigio, el terciopelo, el armi?o, que est¨¢n unidos de forma indisoluble a la jerarqu¨ªa. Tambi¨¦n existen aditamentos de oro que los poderosos se colocan en la cabeza para que su fuerza sea distinguida de lejos. Estas pr¨®tesis craneales se derivan, de las cornamentas de los ciervos o de los ceb¨²es. La tiara del Papa, la mitra de los obispos, la corona de los reyes son residuos de las astas del buey Apis seg¨²n distintos modelos. Los cuernos invisten. A un chimpanc¨¦ le colocas una gorra de plato comienza a mandar, o al menos te abre el coche con suma dignidad. Un inteligente ministro de Exteriores le contest¨® al rey Juan Carlos, que se quejaba de haber sido fotografiado desnudo: "Se?or, s¨®lo hay una forma de evitarlo, y es no estar desnudo". Cuando el ministro Fern¨¢ndez Ord¨®?ez me cont¨® este lance, pens¨¦: un rey desnudo no es rey. Lo pens¨¦ mientras trinchaba un solomillo que estaba igualmente desnudo y que ya no se parec¨ªa nada al buey de donde hab¨ªa salido. La monarqu¨ªa se basa en una ficci¨®n: imaginar que debajo de las vestiduras reales no existe un cuerpo f¨ªsico, sino otra ficci¨®n que se va reflejando hasta el infinito en el espejo de las vestiduras. La desnudez siempre tiene un significado de inocencia. Ning¨²n poder resistir¨ªa esa prueba. Si un rey se desnuda al sol, alguien lo trinchar¨¢ como si fuera s¨®lo una carne bien pasada.
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