Fr¨ªa acogida a 'Historias del Kronen'

Si Historias del Kronen est¨¢ rompiendo fronteras dentro del mercado espa?ol, su futuro eco en los circuitos internacionales es un misterio que acent¨²a el silencio que sigui¨® a su proyecci¨®n ante m¨¢s de 2.000 cr¨ªticos. La frialdad continu¨® en la rueda de prensa, a la que acudieron muy pocos periodistas no espa?oles, mientras un par de horas antes no cab¨ªa un alfiler ante la presencia de Emma Thompson y Jonathan Pryce, que borda una formidable actuaci¨®n en el filme brit¨¢nico Carrington, del debutante Christopher Hampton.

Las -por lo general muy sintom¨¢ticas- reacciones del p¨²blico-test que llena las sesiones dedicadas a la prensa internacional han sido hasta ahora, en el mejor de los casos, tibias ante pr¨¢cticamente todas las pel¨ªculas en concurso. Ayer hubo tres, y una de ellas, la brit¨¢nica Carrington, rompi¨® por fin el hielo y logr¨® una gran ovaci¨®n, originada por el trabajo del extraordinario d¨²o de rostros de dos virtuosos de su oficio: Emma Thompson -que supera aqu¨ª, por afrontar mayores dificultades, su memorable r¨¦plica a Anthony Hopkins en Lo que queda del d¨ªa- y Jonathan Pryce, un veterano eterno actor de reparto, que da en este filme un enorme salto hacia las c¨²pulas de las cabeceras de los repartos.Gust¨® tambi¨¦n To die for, filme fuera de competici¨®n dirigido por el norteamericano Gus van Sant, que logra remontar el lamentable tropez¨®n que dio el a?o pasado con su vulgar e incluso deleznable trabajo en Even cowgirls get the blues y recuperar el cr¨¦dito que le dieron sus cutres, pero imaginativas, audaces e inteligentes Malas noches y True story cowboy, y agrad¨®, simplemente agrad¨®, el caramelo sentimental dirigido por la belga Marion H?msel titulado Between the devil. Es una bonita, l¨ªrica y dulce historia de amistad, o de amor casto, de un solitario y triste marinero irland¨¦s -el magn¨ªfico Stephen Rea de Juegos de l¨¢grimas-, adicto al opio y embarrancado en el puerto de Hong Kong, con una preciosa ni?a china, una mendiga de 10 a?os -la extraordinaria Lin Chu-, que con su simple presencia y su delicada manera de sobrevivir limpia e intacta en un basurero humano, cautiva, trastorna, redime y reorienta la turbulenta fuga de ese hombre a la deriva. Una peque?a preciosa pel¨ªcula.

Amor loco

Pero lo mejor del d¨ªa, y probablemente hasta el momento del concurso, es el aludido d¨²o entre dos incomparables c¨®micos brit¨¢nicos: Emma Thompson y Jonathan Pryce en Carrington, cuyo director, Christopher Hampton, hasta ahora un veterano y excelente guionista, es candidato por este trabajo al premio C¨¢mara de Oro, a la mejor primera pel¨ªcula.

Se narra en este buen filme el ver¨ªdico y singular caso de amor loco entre la notable pintora Dora Carrington y el no menos notable escritor homosexual Lytton Strachey, dos pobladores de la fauna art¨ªstica e intelectual inglesa de la ¨¦poca de entreguerras, que con su conducta fuera de norma y su obra de ruptura, provocaci¨®n y agitaci¨®n, fueron piedra de esc¨¢ndalo y formaron parte del exilio interior y de las cunetas sublevadas contra la caducidad, la sordidez y la hipocres¨ªa de la burgues¨ªa brit¨¢nica posvictoriana.

El gui¨®n del propio Hampton, con di¨¢logos de extraordinaria brillantez, da pie a que Emma Thompson y Jonathan Pryce organicen un espectacular e inolvidable recital de r¨¦plicas y contrarr¨¦plicas de incontenible ingenio, correctamente convertidas en im¨¢genes y en secuencia por un director debutante, que como tal balbucea y a veces pierde las riendas de la cadencia, pero que tiene mirada penetrante y humilde, lo que de por s¨ª es una garant¨ªa de solvencia dentro del empacho de egoman¨ªas que invade el cine europeo y da?a irreparablemente su salud. Un director que nace maduro, generoso y nada inclinado a fingir estilo ni a vulnerar la libertad - que Jean Renoir consideraba sagrada- del actor.