'La Peineta', reluciente; el polideportivo, agrietado
Un accesorio de peluquer¨ªa con tufillo de pasodoble se erigi¨® en protagonista de la Comunidad. El sue?o ol¨ªmpico de Madrid tom¨® cuerpo en La Peineta, el estadio de Canillejas, mientras la cancha del polideportivo de Boadilla del Monte se pudr¨ªa por un error de c¨¢lculo notable: la calefacci¨®n del pabell¨®n se coloc¨® en el techo, la humedad se carg¨® el suelo.La Comunidad invirti¨® en los ¨²ltimos 10 a?os cerca de 20.000 millones en construir polideportivos. Pero se olvid¨® de crear un marco legal que permitiera asignar fondos para su mantenimiento. En algunos pueblos como Cobe?a, el coste de mantener el pabell¨®n result¨® ser superior al presupuesto municipal para el deporte. Mientras los socialistas edificaban nuevos complejos, los m¨¢s viejos se iban pudriendo. En Gargantilla de Lozoya se jugaba al tenis sin red. En Valdemanco, las grietas se hac¨ªan paso en la pista de f¨²tbol sala. El propio Jaime Lissavetzky, consejero de Educaci¨®n, Cultura y Deporte, asumi¨® hace un a?o que el pr¨®ximo plan cuatrienal deber¨ªa destinar fondos al mantenimiento de los polideportivos.
Al estadio de la Comunidad, sin embargo, no le faltaron atenciones. El beb¨¦ ol¨ªmpico naci¨® un hist¨®rico 6 de septiembre de 1994. Javier Sotomayor y Colin Jackson, hombresr¨¦cord del Olimpo, se encargaron de darle lustre. Tres grandes marcas permitieron que el estadio, desde sus primeros pasos, reivindicara su plena condici¨®n de foro de la alta competici¨®n.
Pero La Peineta vio la luz con retraso. Jaime Lissavetzky anunci¨® en febrero de 1988 que las obras terminar¨ªan a finales de 1989. En junio de 1992, los alba?iles trabajaban sin que hubiera licencia municipal para las obras. Por el camino se enterraban 1.000 millones por los problemas surgidos en el proceso de cimentaci¨®n.
La Peineta no ha podido escapar a las cr¨ªticas. Un fuerte e inc¨®modo viento barre las pistas durante el d¨ªa. Y las instalaciones siguen estando infrautilizadas a pesar de los esfuerzos realizados por los gestores para dotar de vida a un estadio que sue?a con unos juegos ol¨ªmpicos. De hecho, desde el mes de enero el objetivo era situar a Madrid como sede de un mundial de atletismo en 1997 (pretensi¨®n fallida) o de unos juegos en 2008.
Los retrasos en las obras tambi¨¦n afectaron al vel¨®dromo de Torrej¨®n (financiado al 60% por la Comunidad), inaugurado por Joaqu¨ªn Leguina en enero. En los nueve a?os que duraron los trabajos, no faltaron ni los corrimientos de tierras ni la quiebra de una de las empresas constructoras.
Y las subidas de precios no fueron exclusivas del Ayuntamiento. La Comunidad increment¨® el verano pasado un 4% sus tarifas deportivas. El chapuz¨®n del jubilado pas¨® a costar 25 pesetas m¨¢s (subi¨® un 17%).
El plan de la Comunidad para recuperar el esqu¨ª a pesar de la sequ¨ªa no funcion¨® por factores meteorol¨®gicos. Y eso que cost¨® 1.000 millones. La temporada dur¨® dos meses -de los seis previstos-. El nuevo telesilla (de 300 millones) apenas se utiliz¨®.
Las organizaciones ecologistas, que siempre estuvieron en contra de los ca?ones de nieve, siguen reclamando actividades alternativas al esqu¨ª para la sierra de Guadarrama.
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