Atentados contra nuestros intereses
LA PROPENSI?N a delegar la pol¨ªtica y la defensa de intereses propios al coraz¨®n y no a la cabeza es una especialidad carpetovet¨®nica. Y ni siquiera es patrimonio de algunos pol¨ªticos nacionales. Lo est¨¢n demostrando ahora pescadores, cofrad¨ªas, sindicatos y ayuntamientos en Andaluc¨ªa con su bloqueo a los productos marroqu¨ªes en los puertos y sus primeros asaltos contra camiones de este pa¨ªs vecino. Al parecer, los aguerridos defensores de estos m¨¦todos expeditivos contra productos marroqu¨ªes creen que mejoran as¨ª la posici¨®n de la Uni¨®n Europea y, por tanto, de Espa?a, que es su principal potencia pesquera en aguas de Marruecos, en las negociaciones para la renovaci¨®n del acuerdo pesquero entre Bruselas y Rabat.Se creen algunos, al parecer, que act¨²an como patriotas cuando pinchan ruedas o impiden por coacci¨®n el libre comercio y tr¨¢nsito de mercanc¨ªas. Pero cuando lo hacen franceses con nuestras fresas o canadienses con nuestros pesqueros resulta que son salteadores o piratas. Habr¨ªa que recordarles -a ellos y a los pol¨ªticos que intentan pescar en no revuelto- que la ilegalidad y la pirater¨ªa nada tienen que ver con la nacionalidad de los autores. Y que sus desmanes arrebatan argumentos muy firmes a la posici¨®n negociadora espa?ola, cuando no la raz¨®n all¨¢ donde era contundente. Agresiones semejantes no son patriotas, y adem¨¢s son contraproducentes. Primero, por que son ilegales. Y segundo, porque debilitan las defensas de nuestros leg¨ªtimos derechos. Son un ataque directo a los intereses espa?oles. Por eso es imprescindible ponerles fin y negociar con Marruecos sin el lastre de estas acciones intolerables.
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