Espa?a en Bosnia

LA INTERVENCI?N de aviones espa?oles en operaciones militares de la OTAN bajo mandato de la ONU y en el marco de resoluciones adoptadas por el Consejo de Seguridad ha dado ocasi¨®n a un desbordamiento de demagogia por parte de algunos de los que con m¨¢s insistencia hab¨ªan protestado por la falta de decisi¨®n de los pa¨ªses occidentales respecto a la situaci¨®n de la extinta Yugoslavia. Alegan que esa participaci¨®n vulnera las condiciones de participaci¨®n en la Alianza Atl¨¢ntica establecidas en el refer¨¦ndum de 1986.R¨¦moras del secular aislamiento espa?ol se mezclan con una cierta inercia mental en esa actitud. Los 1.400 soldados espa?oles desplazados a los Balcanes iban en misi¨®n de paz y precariamente pertrechados para la guerra. Pero nadie pod¨ªa enga?arse al respecto: si eran atacados tendr¨ªan que defenderse. Y desde el primer momento Espa?a forma parte del aparato de intervenci¨®n desplegado con car¨¢cter preventivo, incluyendo la presencia de aviones en las bases italianas desde las que ya se han producido ataques a posiciones serbias en anteriores ocasiones.

Aviones espa?oles llevan muchos meses patrullando los cielos de Bosnia para hacer cumplir las resoluciones de la ONU de prohibici¨®n de vuelos para las fuerzas contendientes. Con ellos vuelan cazabombarderos de otros pa¨ªses de la OTAN, incluida Francia, que tampoco est¨¢ integrada en la estructura militar y ni siquiera participa en el mando conjunto. Que en alg¨²n momento pod¨ªa hacerse inevitable el uso de esos aviones era perfectamente previsible. Los aviones no fueron a los Balcanes de excursi¨®n. Si hubiera sido as¨ª, se hubieran enviado globos aerost¨¢ticos.

Es l¨®gico que la participaci¨®n espa?ola directa en las operaciones de castigo a¨¦reo produzca cierta alarma, alimentada tambi¨¦n por la inminencia de las elecciones. Sobre todo por las represalias que este tipo de acciones pod¨ªan provocar por parte de las fuerzas serbias de Karadzic y que no tardaron efectivamente en registrarse. Ayer mismo, varias decenas de miembros de Naciones Unidas -ante ellos un capit¨¢n espa?ol- fueron capturados por las milicias serbias para ser utilizados como escudos humanos frente a nuevos ataques de la OTAN, en una acci¨®n que recuerda las de Sadam Husein cuando emple¨® a prisioneros norteamericanos con este mismo fin. La alarma, pues, estaba justificada, como demuestran los hechos, pero nada de esto debe impedir la firmeza occidental ante los constantes chantajes de los serbobosnios.

La OTAN se encuentra ante uno de los retos m¨¢s graves de su historia con este nuevo desaf¨ªo a la comunidad internacional. Toda la intervenci¨®n internacional en los Balcanes se halla ante un punto de inflexi¨®n y definici¨®n. Y es imprescindible que prevalezca en esta situaci¨®n el sentido com¨²n, la solidaridad atl¨¢ntica y la firmeza de las Naciones Unidas. Espa?a es un miembro activo de ambas organizaciones internacionales, a las duras y a las maduras.