"Ahora no se puede atacar"

"No excluimos opci¨®n alguna para defender a nuestros hombres" (a los m¨¢s de 300 cascos azules retenidos por los serbios), asegur¨® ayer Fred Eckhard, portavoz del enviado especial del secretario general de las Naciones Unidas a la antigua Yugoslavia, el japon¨¦s Yasushi Akashi. No obstante, se admite que no hay tantas cartas sobre la mesa. La situaci¨®n est¨¢ ahora fuera de control, admiten en un susurro los militares de Unprofor en los ahora muy ajetreados pasillos del cuartel general en Zagreb."Con la toma de los rehenes [entre ellos dos observadores militares espa?oles, el capit¨¢n Jos¨¦ Antomio Romero y el comandante Manuel Cort¨¦s] las posibilidades de bombardear han desaparecido... Ahora no se puede atacar", asegura un alto jefe militar de Unprofor, "pues se pondr¨ªa en riesgo la vida de toda esa gente". "Es muy f¨¢cil criticar el d¨ªa despu¨¦s, pero hab¨ªa que tomar una decisi¨®n", asegura el alto militar.

"El debate sobre el futuro de Unprofor tiene lugar en muchas capitales, y Zagreb es una de ellas", subraya Eckhard. Aqu¨ª, en el cuartel general de los cascos azules se trabaja sobre la hip¨®tesis de que no habr¨¢ una retirada inmediata de Unprofor.

El portavoz de Akashi explic¨® que en el informe remitido al secretario general de la ONU, Butros-Gali, que lo presentar¨¢ al Consejo de Seguridad hoy o ma?ana, se recogen todas las opciones posibles y sus eventuales consecuencias pol¨ªticas y militares. Eckhard sugiere que la principal hip¨®tesis de trabajo hoy es la defendida p¨²blicamente en las ¨²ltimas horas por Francia y el Reino Unido, es decir redise?ar el despliegue de los cascos azules y reforzar su capacidad de defensa.

La primera parte (redise?ar el despliegue) suena sospechosamente a sin¨®nimo de retirada de alg¨²n lugar y es por ello la que menos gusta a Sarajevo, pues teme -tal vez con raz¨®n- que Unprofor abandone de alg¨²n modo la protecci¨®n de lo tres enclaves orientales: Srebrenica, Zepa y Gorazde, todos zonas seguras declaradas por el Consejo de Seguridad, que caer¨ªan con facilidad en manos serbias.

La excusa oficial ser¨ªa la imposibilidad de asegurar la protecci¨®n de los cascos azules all¨ª desplegados. El domingo, casi anticip¨¢ndose a este temor, fueron capturados por los serbios 33 brit¨¢nicos en Gorazde (y trasladados a Visegrad, casi en la frontera con Macedonia). Paraevitar nuevas capturas, la ONU ha abandonado all¨ª algunos puestos, que han sido ocupados, en al menos un caso, por la Armija (Ej¨¦rcito bosnio de mayor¨ªa musulmana). En Srebrenica se han apreciado en las ¨²ltimas horas movimientos hostiles serbios hacia los puestos de observaci¨®n de la ONU que, pese a ello, se mantienen defendidos por 200 soldados holandeses que esperan con paciencia desde hace cuatro semanas su relevo. ?ste se halla detenido por los serbios en Plesco por una mera minucia burocr¨¢tica. Es parte de la guerra psicol¨®gica.

El portavoz de Akashi insiste en que no se ha producido erroralguno al ordenar los ataques de la OTAN sobre tres posiciones serbias cerca de Pale. "Estaba prevista la posibilidad de que tomaran rehenes", confiesa Eckhart. Pregunta l¨®gica: ?Entonces, por qu¨¦ no se retiraron antes?. Respuesta oficial: "Para no enviar una se?al equivocada a los serbios... como por ejemplo de que ¨ªbamos a la guerra total". Y ahora, ?se han tomado medidas?. Repuesta: "Reagrupar las tropas con m¨¢s riesgo, como el resto del contingente de Gorazde".

En abril de 1994, cuando la otra crisis de Gorazde, y en noviembre de ese mismo a?o, cuando el bombardeo del aeropuerto serbio en Ubdina, en la Krajina ocupada, se dieron las mismas circunstancias. Calcadas. Los serbios de Radovan Karadzic, tomaron entonces varios rehenes entre el personal de la ONU, obligando a varios de ellos a pasear por la pista del aeropuerto de Banja Luka, para evitar su posible bombardeo por la OTAN, e ignorando las acusaciones, procedentes de la comunidad internacional, de que practicaban el terrorismo.

"No hemos abandonado nuestro papel de fuerzas de paz a pesar de estos hechos", insiste Unprofor. Eckhard propone la liberaci¨®n de todos los rehenes y el regreso a las negociaciones. "S¨ª hay conversaciones entre el general Rupert Smith, jefe de Unprofor en Bosnia-Herzegovina, y el general Ratko Mladic", el jefe militar de lo serbios de Bosnia. "Han sido conversaciones muy duras... Son conversaciones que no pueden ser consideradas negociaciones", dice el portavoz de Akashi.

Mientras tanto, los serbios bosnios lo ¨²nico que tienen que hacer es esperar. Su pol¨ªtica de dos pasos adelante y uno atr¨¢s les ha llevado muy lejos en tres a?os: controlar el 70% de Bosnia-Herzegovina y desafiar con absoluta impunidad leyes nacionales e internacionales.