Pa¨ªs
Conociendo este pa¨ªs, no me ha extra?ado nada (al rev¨¦s: lo encontr¨¦ de lo m¨¢s l¨®gico), la catarsis necrol¨®gico-folcl¨®rica desatada en torno a la muerte de Lola Flores. Me extra?¨® ya un poco m¨¢s que la catarsis se repitiera casi en los mismos t¨¦rminos a ra¨ªz de la muerte de su h¨ªjo, dos semanas despu¨¦s de haber muerto su madre. Aunque, bien mirado, tambi¨¦n es l¨®gico, habida cuenta del componente morboso y de visceralidad folcl¨®rica que concurr¨ªa en el caso: el mito desaparecido, el luto, la superstici¨®n gitana, el inter¨¦s del pa¨ªs (expresado en las revistas del coraz¨®n) y la figura racial del m¨²sico moderno y ex drogadicto que viste y que va de duro, pero que pierde la vida para seguir a su madre. Parece, pues, normal que la televisi¨®n le diera el trata miento informativo que mere c¨ªa, claramente por encima de la m¨¦dica espa?ola muerta en Bosnia, que ocup¨® minuto y medio en el mismo Telediario, o que Emilio Garc¨ªa, G¨®mez, el principal arabista del mundo hisp¨¢nico, cuya muerte se sald¨® con tan s¨®lo unos segundos entre el tiempo y los deportes. En la vida hay una escala de valores, y lo primero es lo primero, ya se sabe. Hay que comprender esto muy bien para entender un pa¨ªs que, como ¨¦ste, no ha perdido sus esencias m¨¢s profundas pese a su evidente modernidad, y sus ganas de seguir avanzando hacia el futuro con la lecci¨®n aprendida y la cabeza muy alta. Quien no lo haga correr¨¢ el riesgo de no haber entendido nada. Y, al rev¨¦s: el que se pare a pensarlo, sin prejuicios ni remilgos anticuados, entender¨¢ por qu¨¦ aqu¨ª, al contrario que en Europa -a la que pertenecemos, sin embargo, con orgullo- sigue sin llover a gusto, por qu¨¦ nos gustan los toros, por qu¨¦ se fug¨® Rold¨¢n, por qu¨¦ Hermida y Carrascal son l¨ªderes de opini¨®n, por qu¨¦ triunfa Pedro Jota, por qu¨¦ comemos fabada, por qu¨¦ los socialistas son de derechas (o presidiarios), por qu¨¦ existe el Abc, por qu¨¦ Sevilla es la capital del mundo y por qu¨¦ el PP arrasa.
Yo lo he entendido hace tiempo, y por eso cada vez me siento m¨¢s extranjero pese a que mi pasaporte diga que nac¨ª en Espa?a.
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