Mil kil¨®metros de noche y a 220 por hora
Los toreros prefieren el coche como medio de transporte para ir de plaza en plaza
Pep¨ªn Liria lleg¨® a la plaza pasadas las seis y media. Estaba hecho una rosa. Se hab¨ªa despertado a las once de la ma?ana, luego una comida ligera, la siesta y a Las Ventas. Los peri¨®dicos recog¨ªan que el domingo hab¨ªa toreado en Francia, pero no por Bayona, que est¨¢ pegado a San Sebasti¨¢n, ni tampoco en la otra costa, que permite enlaces r¨¢pidos a trav¨¦s del aeropuerto de Nimes, sino en Vic-Fezensac, en medio del pa¨ªs. All¨ª hubo el domingo dos corridas; no actu¨® en la de la ma?ana sino por la tarde. Le dio tiempo a cambiarse, coger el coche, pararse a cenar, llegar a Madrid y dormir las horas suficientes para descansar. C¨®mo lo consigui¨® es f¨¢cil: "Viajando a 220 por hora", revela el matador.
FERIA DE SAN ISIDRO
Los toreros, cuando comienzan la temporada, no paran. Recorren los confines del mundo taurino viajando en autom¨®vil de noche. El Cordob¨¦s puso de moda una avioneta que se compr¨® para desplazarse en cuesti¨®n de horas de plaza en plaza. Pero el sistema no ha calado y a un torero no se le encuentra en un aeropuerto a no ser que se vaya a hacer la campa?a en Am¨¦rica.Jesul¨ªn de Ubrique super¨® el a?o pasado el centenar y medio de corridas desplaz¨¢ndose con el m¨¦todo cl¨¢sico. Para ello dispone de una flota de mercedes y un deportivo, ¨²nico que existe en Espa?a, designado recientemente por la prensa especializada estadounidense como el m¨¢s hortera del mercado. El coche sigue siendo el medio de transporte universal para los toreros.
"Nos da independencia, porque sales cuando quieres y no tienes que estar buscando combinaciones extra?as ni pendiente de los horarios", cuenta Pep¨ªn Liria. "Con los coches que hay ahora y, sobre todo, las carreteras, que son pr¨¢cticamente todas autov¨ªas, llegas a cualquier sitio en un tiempo razonable".
Liria sali¨® de Vic-Fezensac a las nueve de la no che, despu¨¦s de despacharse la corrida de Albaserrada. Vic-Fezensac est¨¢ cerca de Mont de Marsans, unos 200 kil¨®metros al norte de los Pirineos en su parte central. La v¨ªa m¨¢s r¨¢pida para llegar a Madrid es a trav¨¦s de la autopista que conduce hacia Burdeos y luego enlazar con la que baja hacia Espa?a. En total, 1.000 kil¨®metros. Pep¨ªn Liria hizo el viaje en cinco horas y media, deteni¨¦ndose incluso a cenar.
"Como me hagan la foto no hay quien me salve de la multa. La ¨²ltima fue de 50.000 pesetas y me comunicaron que me iban a retirar el carn¨¦ de conducir durante tres meses", cuenta Pep¨ªn Liria. "Si no hay foto a trav¨¦s del radar, uno todav¨ªa se puede salvar. La guardia civil comprende que tenemos que ir de un sitio para otro a toda prisa y nos deja seguir. Al fin y al cabo, toreros y guardias civiles s¨®los los hay en Espa?a y nos llevamos bien. Cuando necesitan nuestra colaboraci¨®n para alg¨²n festival, ah¨ª estamos para lo que quieran".
El domingo no le pararon por la carretera. Fue a 200/220 kil¨®metros por hora hablando por tel¨¦fono con su novia, con algunos amigos, escuchando los programas taurinos y m¨²sica de Julio Iglesias y Roc¨ªo Jurado. ?ngel Pardo, su apoderado, apenas dec¨ªa nada. "Cada vez que cojo yo el coche va nervioso", cuenta Liria, "pero a m¨ª me gusta conducir, porque me relaja despu¨¦s de las corridas".
El coche es un BMW 750 de su apoderado. Cuando viaja solo utiliza su Audi cup¨¦. La cuadrilla, mientras, en la furgoneta, propiedad del torero. Llega cuando ya ha amanecido en la ciudad. Esta diferencia de clases la resuelve Liria con una frase: "Cada miembro de la cuadrilla no est¨¢ m¨¢s de un minuto ante cada toro; yo, diez y a solas".
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