La dif¨ªcil ecuaci¨®n para hacer potable el agua del mar

La sequ¨ªa que sufre gran parte de Espa?a ha hecho al Gobierno anunciar el recurso al agua del mar, desalada en plantas que son cada d¨ªa m¨¢s eficaces, de la mano de la tecnolog¨ªa, pero cuyo producto tiene un precio tan alto que las consideraciones econ¨®micas, y tambi¨¦n las medioambientales, son tan importantes como las tecnol¨®gicas.Como dice el director del Instituto para la Diversificaci¨®n y Ahorro de la Energ¨ªa (IDAE), del Ministerio de Industria, Francisco Serrano: "No s¨®lo es un componente importante la tecnolog¨ªa capaz de desalar el agua del mar, sino los costes a?adidos que ello implica: desalar agua es, ante todo, consumir energ¨ªa". A cada planta desaladora actual va ineludiblemente adosada una central productora de energ¨ªa, t¨¦rmica o el¨¦ctrica.

Hoy en d¨ªa se han impuesto en el mercado dos grandes familias tecnol¨®gicas: sistemas de destilaci¨®n o evaporaci¨®n y sistemas de filtraci¨®n. De forma simplificada puede, decirse que el primer tipo de sistemas se basa en la existencia de un foco caliente, y, en ese sentido, en la necesidad de un consumo de energ¨ªa t¨¦rmica adem¨¢s de ciertos consumos el¨¦ctricos de car¨¢cter espec¨ªfico. Los sistemas de filtraci¨®n (¨®smosis inversa) est¨¢n basados, en cambio, en tecnolog¨ªas que exigen estrictamente un consumo de electricidad. Hasta comienzos de la d¨¦cada de los ochenta las plantas instaladas en todo el mundo estaban basadas sobre todo en sistemas de evaporaci¨®n. A partir de entonces comienzan a aparecer con fuerza en el mercado los sistemas de membranas de ¨®smosis inversa, que presentan menores costes de inversi¨®n y costes de explotaci¨®n tambi¨¦n inferiores dado su menor consumo directo de energ¨ªa. La competencia entre ambos tipos de sistemas ha producido un abaratamiento general de costes.

Cogeneraci¨®n

Las posibilidades de la cogeneraci¨®n termoel¨¦ctrica permiten elevar el rendimiento energ¨¦tico de una central convencional desde un 35% hasta un 80%, siendo asequibles los equipos para cualquier clase de proceso industrial en los que se necesite el aprovechamiento tanto del calor como de la electricidad.Como en cualquier otro proceso industrial, el consumo t¨¦rmico necesario puede obtenerse a partir de la energ¨ªa solar, la biomasa, los residuos o la energ¨ªa t¨¦rmica excedentaria procedente de las centrales convencionales y que actualmente se disipa a la atm¨®sfera. A su vez, el consumo de electricidad puede proceder de una central convencional o de energ¨ªas renovables como la e¨®lica o la solar.

En la Plataforma Solar de Almer¨ªa (PSA), dependiente del Ciemat, se investiga en la desalaci¨®n desde 1987, y, seg¨²n su director, Manuel S¨¢nchez, "gracias a la cooperaci¨®n tecnol¨®gica con Alemania, radicada sobre todo en la mejora de las bombas de calor (aprovechan fuentes extremadamente de bajo nivel de energ¨ªa t¨¦rmica para calefacci¨®n y enfriamiento a un consumo muy reducido) se ha reducido el precio inicial de 750 pesetas el metro c¨²bico a las 245 pesetas actuales".

La PSA utiliza la moderna destilaci¨®n de multiefecto (MED), que, seg¨²n S¨¢nchez, es el m¨¢s adecuado para grandes suministros y que produce agua potable de m¨¢s calidad que mediante las membranas del proceso por ¨®smosis inversa. El sistema MED es mejorado mediante la aplicaci¨®n de eyectores para recomprimir el vapor entre etapas, lo que permite utilizar como fuente de calor vapores de distintas calidades, optimizando el rendimiento de todo el proceso. S¨®lo existe otra planta igual a la PSA en el mundo, en Israel.

Otra modalidad en desaladoras son las "port¨¢tiles", peque?as centrales t¨¦rmicas con una capacidad limitada, pero que pueden transportarse, bien por tierra -en grandes camiones o por piezas-, bien por mar, en barcazas. Disponen de la ventaja de que pueden ubicarse f¨¢cilmente all¨¢ donde son requeridas con urgencia y desaparecer cuando la lluvia ha hecho su aparici¨®n.

El problema de los residuos en las desaladoras es pr¨¢cticamente nulo. Se necesitan unos dos metros c¨²bicos de agua de mar para conseguir un metro c¨²bico de agua potable, devolvi¨¦ndose el resto al mar, 300 o m¨¢s metros dentro, mediante un tubo emisor de la salmuera. No hay peligro de convertir la zona de desecho en un mar muerto por la concentraci¨®n de la sal, tanto por las corrientes marinas como por la poca cantidad arrojada.

As¨ª lo entienden asociaciones como Greenpeace, para cuyo responsable de ecolog¨ªa marina, Juan L¨®pez de Uralde, el acento hay que ponerlo no en el incremento de la oferta del agua, sino en su racionalizaci¨®n, tanto del consumo humano como para la agricultura u otros servicios. Para ¨¦l, la PSA es un ejemplo a seguir, as¨ª como aprovechar la energ¨ªa e¨®lica: "El verdadero impacto ambiental ser¨ªa la alta concentraci¨®n y la elevaci¨®n del consumo de energ¨ªa, sobre todo si ¨¦ste se asienta en la construcci¨®n de centrales t¨¦rmicas o el aprovechamiento de las mismas para la construcci¨®n conjunta de una planta desaladora".