Telecomunicaciones por cable

El director general de Industria de la Generalitat de Catalunya contesta ("?Realismo o demagogia?", EL PA?S, 2 de junio) a mis art¨ªculos de los pasados 11 y 12 de mayo, publicados a ra¨ªz de unas extensas declaraciones del consejero de Industria y Energ¨ªa, en las que planteaba que el proyecto de ley de Telecomunicaciones por Cable agudizar¨ªa los desequilibrios territoriales de Catalu?a.La argumentaci¨®n de Subir¨¢ -y por tanto mi respuesta- centraba la cuesti¨®n del proyecto de ley en dos aspectos generales: las demarcaciones y las competencias. Respecto de las primeras no cabe sino insistir en nuestra convicci¨®n de que para desarrollar redes urbanas alternativas es preciso contar con la colaboraci¨®n de los Ayuntamientos, a quienes corresponde, entre otras competencias, la gesti¨®n del dominio p¨²blico urbano. La rentabilidad de una red local de telecomunicaciones se obtendr¨¢ a partir de los ingresos por servicios de car¨¢cter local y mediante el suministro a operadores nacionales de larga distancia del acceso a los usuarios locales.El director general de Industria cuestiona este ¨¢mbito municipal y defiende la demarcaci¨®n auton¨®mica, y al hacerlo incurre en inconsistencias evidentes. Por ejemplo, afirma: "Es cierto que el proyecto de ley del Gobierno prev¨¦ que los municipios peque?os pueden agruparse, pero esta agrupaci¨®n, que es costosa porque requiere la conexi¨®n de grupos alejados, no siempre es viable econ¨®micamente". ?Es que los n¨²cleos dejan de estar alejados al considerar una demarcaci¨®n de ¨¢mbito auton¨®mico? De otro lado, hay que insistir en que el proyecto de ley del Gobierno permite amplia libertad a los municipios para agruparse: en ¨¢mbitos. comarcales, asociando una aglomeraci¨®n urbana importante a los municipios circundantes, etc¨¦tera. El l¨ªmite superior se establece en un mill¨®n y medio de personas y, por tanto, podr¨¢n unirse zonas m¨¢s atractivas econ¨®micamente con otras que no lo sean tanto. Como se mencionaba en mis art¨ªculos, esa flexibilidad en la configuraci¨®n de las demarcaciones y la posibilidad de intercalarlas con redes ya existentes har¨¢n m¨¢s atractiva la inversi¨®n al garantizar su rentabilidad econ¨®mica.

No quisiera escribir otro art¨ªculo. Agradezco la contestaci¨®n del se?or Puig, pero no he sido capaz de encontrar a su argumentaci¨®n razones s¨®lidas ni, por supuesto, cifras que las sustenten.

En cuanto a la cuesti¨®n competencial, celebro que el director general de Industria ni la mencione. Entiendo que le parecen convincentes nuestros argumentos en el sentido de que la regulaci¨®n y autorizaci¨®n de las redes de cable y los servicios que soportan son competencia exclusiva de la Administraci¨®n del Estado. No podr¨ªa ser de otro modo: al fin y al cabo, as¨ª lo establece el art¨ªculo 149 de nuestra Constituci¨®n. Por ello, la contestaci¨®n del se?or Puig me permite ser optimista respecto a un r¨¢pido desbloqueo de la tramitaci¨®n parlamentaria del proyecto de ley.

No me queda sino agradecer a EL PA?S la acogida que ha prestado a este debate y colaborar activamente con los grupos parlamentarios para que puedan encontrar, con respeto a la Constituci¨®n, v¨ªas de consenso. Ello ser¨¢ beneficioso para todos Secretaria general de Comunicaciones del MOPTMA.