Marruecos teme que sus emigrantes sean agredidos a su paso por el Estrecho

Hay momentos en que el estrecho de Gibraltar es un puente entre Espa?a y Marruecos, pero hay otros en que se convierte en una trinchera. ?ste es uno de esos ¨²ltimos. Y por ah¨ª deben pasar a partir de hoy buena parte de los 800.000 marroqu¨ªes emigrados a Europa que desean veranear en su tierra. Existe en Rabat un vivo temor a que sus emigrantes paguen el precio de la negociaci¨®n pesquera en forma de agresiones a lo largo de la ruta y en los puertos de Algeciras, M¨¢laga y Almer¨ªa.

El Ministerio del Interior espa?ol calcula que 800.000 marroqu¨ªes, junto a 180.000 veh¨ªculos, cruzar¨¢n a su pa¨ªs desde los puertos andaluces durante la Operaci¨®n Estrecho 1995, que comienza hoy y termina el 15 de septiembre. La Delegaci¨®n del Gobierno en Andaluc¨ªa hizo ayer un llamamiento al sentido com¨²n para evitar incidentes derivados del conflicto pesquero. En Marruecos, sin embargo, hay grandes temores."Las autoridades espa?olas nos han dado su palabra de que no habr¨¢ problemas con nuestros emigrantes, pero ?podr¨¢n evitar la acci¨®n de los exaltados?", se pregunta un alto funcionario del puerto de T¨¢nger.

Desde hace semanas, las cadenas espa?olas de televisi¨®n, que se ven aqu¨ª tan bien como en Sevilla, difunden im¨¢genes de col¨¦ricos pescadores andaluces. "Una agresi¨®n de importancia contra emigrantes marroqu¨ªes ser¨ªa ahora una cat¨¢strofe", dice un diplom¨¢tico espa?ol en Marruecos. Los partidos y los peri¨®dicos de la oposici¨®n ser¨ªan los primeros en tocar a rebato. Llevan d¨ªas advirti¨¦ndolo. "Espa?a debe calmarse", reiteraba ayer el editorial de Al Bayane.

El puerto de T¨¢nger est¨¢ repleto de camiones que, sin desearlo, van a ser embarcados hacia puertos franceses. Los, marroqu¨ªes explican a los irritados camioneros que su seguridad no est¨¢ garantizada en Algeciras, M¨¢laga o Almer¨ªa. Los pescadores andaluces ignoran cu¨¢ndo van a volver a faenar. Diplom¨¢ticos y hombres de negocios de ambos pa¨ªses guardan sus iniciativas en los cajones.

Adem¨¢s, los marroqu¨ªes se enfrentan a otro problema: el reforzamiento de los controles policiales a la llegada a su pa¨ªs. El atentado del hotel Atlas de Marraquech, que cost¨® la vida a dos turistas espa?oles el pasado agosto, revel¨® a la polic¨ªa marroqu¨ª la existencia de una red de islamistas instalados en Europa que compraban armas en el Este y las introduc¨ªan en Marruecos aprovechando la avalancha veraniega.