El PSOE pide las cabezas de Serra, Vargas y Granados

Rebeli¨®n. El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Felipe Gonz¨¢lez, ya sabe, y muy bien, qu¨¦ piensa su partido. Los socialistas quieren que esta vez se act¨²e r¨¢pido y con energ¨ªa. En su opini¨®n, y como primera medida, por el esc¨¢ndalo del Cesid deben pagar con su dimisi¨®n el vicepresidente del Ejecutivo, Narc¨ªs Serra, y el ministro de Defensa, Juli¨¢n Garc¨ªa Vargas, y que en el mismo paquete se incluya al general del Estado, Carlos Granados. Esta soluci¨®n, con la que est¨¢n de acuerdo todas las familia del PSOE, permitir¨ªa al partido actuar unido y con decisi¨®n frente a quienes intentan desestabilizar las instituciones del Estado. Tras escuchar en silencio estas quejas, Gonz¨¢lez se mantuvo firme. Seg¨²n fuentes de la Moncloa, no es probable que Serra se vaya porque, aceptada la dimisi¨®n de Alonso Manglano, el vicepresidente es una pieza clave para preservar la eficacia de los servicios secretos.

El Grupo Parlamentario Socialista y la direcci¨®n del PSOE hablaron ayer con claridad, pero no consiguieron saber si Felipe Gonz¨¢lez tendr¨¢ en cuenta y actuar¨¢ conforme a sus sugerencias. El Comit¨¦ Permanente del partido pidi¨® al presidente del Gobierno, en el curso de un almuerzo al que no asisti¨® Narc¨ªs Serra, la sustituci¨®n del vicepresidente del Gobierno, la del ministro de Defensa, Juli¨¢n Garc¨ªa Vargas, y la del fiscal general del Estado, Carlos Granados. Una vez que los socialistas depurasen sus propias responsabilidades en el caso Cesid, empezar¨ªan a tomar medidas frente a quienes act¨²an al margen de la legalidad y de manera conspirativa contra las instituciones democr¨¢ticas, seg¨²n informaron asistentes a la reuni¨®n. Gonz¨¢lez supo por los suyos que el grupo parlamentario bulle a la m¨¢xima temperatura en demanda de medidas, y la primera la destituci¨®n del vicepresidente del Gobierno, que ayer pidi¨® expresamente Rodr¨ªguez Ibarra. Serra ya estaba en el punto de mira de las cr¨ªticas internas por los esc¨¢ndalos anteriores y tras los adversos resultados electorales del 28-M.Antes de que se reunieran en La Moncloa los secretarios de ¨¢rea junto a algunos secretarios regionales, el presidente ya conoc¨ªa el sentir del grupo parlamentario por informaciones que recibi¨® telef¨®nicamente.

"A punto de estallar"

Si en un principio se pens¨® que el revuelo era cosa de guerristas, enseguida el presidente del grupo, Joaqu¨ªn Almunia, apreci¨® que el sentir era generalizado y que, con independencia de la adscripci¨®n, todos ped¨ªan la sustituci¨®n de Serra. El grupo "est¨¢ a punto de estallar", lleg¨® a reconocer impresionado, antes del almuerzo de La Moncloa, el secretario general Jes¨²s Caldera.En la reuni¨®n con Gonz¨¢lez los ejecutivos fueron m¨¢s all¨¢ y hablaron no s¨®lo de Narc¨ªs Serra, sino tambi¨¦n de Juli¨¢n Garc¨ªa Vargas y del fiscal general del Estado. Garc¨ªa Vargas, en su condici¨®n de ministro de Defensa y conocido ya el cese del director general del Cesid, Emilio Alonso Manglano. El fiscal, porque seg¨²n sus cr¨ªticos no ha cumplido con su trabajo casi en ninguna ocasi¨®n, seg¨²n apunt¨® el vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, a quien secundaron todos los dem¨¢s asistentes.

Las fuentes informantes aseguran que Felipe Gonz¨¢lez "habl¨® muy poco", porque desde el principio dijo que quer¨ªa limitarse a escuchar. Estuvo muy atento, pero no se pronunci¨®. Por tanto, y como declaraci¨®n de principios, las fuentes informantes asistentes aseguran que nadie puede decir que de esta reuni¨®n saliese la destituci¨®n de nadie expresada por Gonz¨¢lez, sino que ¨¦ste se limit¨® a conocer la petici¨®n de los dirigentes m¨¢s relevantes de su partido.

Las mismas fuentes reconocen, no obstante, que los m¨¢s remisos a medidas tan tajantes fueron el presidente del grupo parlamentario, Joaqu¨ªn Almunia, y el secretario de Organizaci¨®n, Cipri¨¤ Ciscar, aunque aseguran que el almuerzo transcurri¨® en un ambiente "de lealtad y camarader¨ªa" y todos hablaron con libertad.

El an¨¢lisis que unos y otros hicieron de la situaci¨®n, absolutamente coincidente, tuvo dos vertientes. Por un lado, la necesidad de tomar medidas al verse afectado el servicio secreto espa?ol y, como consecuencia de su mal funcionamiento, producirse un grave "da?o al Estado" y la violaci¨®n de derechos humanos, y por otro lado, la existencia de comportamientos y actos antidemocr¨¢ticos y "conspirativos" contra las instituciones. Dichas esas cuestiones la conclusi¨®n fue que hay que corregirlas por medio de cambios y sustituciones, y depurar responsabilidades por as escuchas del Cesid y su difusi¨®n.

Los asistentes

La reuni¨®n de la Comisi¨®n Permanente, prevista inicialmente para estudiar los pactos municipales y auton¨®micos tras el 28-M, estuvo rodeada de gran expectaci¨®n. Adem¨¢s de los habituales -Felipe Gonz¨¢lez, Ram¨®n Rubial, Alfonso Guerra, Cipri¨¢ Ciscar, Joaqu¨ªn Almunia, Txiki Benegas, Francisco Fern¨¢ndez Marug¨¢n y Raimon Obiol, Luis Mart¨ªnez Noval, Clementina Diez, Alejandro Cercas y Ludolfo Paramio acudieron los secretarios regionales Joan Lerma, de la Comunidad Valenciana; Juan Carlos Rodr¨ªguez Ibarra, de Extremadura, y Manuel Chaves, de Andaluc¨ªa.La v¨ªspera Felipe Gonz¨¢lez mantuvo un encuentro con otro bar¨®n regional, el presidente de Castilla-La Mancha, Jos¨¦ Bono, quien se pronunci¨® por la opci¨®n de cambios en el Ejecutivo. Junto a este dato trascendi¨® que el titular de Defensa, Juli¨¢n Garc¨ªa Vargas, comunic¨® al presidente su disposici¨®n a dejar el cargo. Numerosos diputados especulaban tambi¨¦n con la probable sustituci¨®n de Narc¨ªs Serra por el ministro de Exteriores, Javier Solana. En La Moncloa insist¨ªan en que Serra no se ir¨¢.