Perote, detenido por una denuncia de Manglano
El director general del Cesid le acusa de revelaci¨®n de secretos oficiales
El coronel Juan Alberto Perote Pell¨®n, ex responsable de la Agrupaci¨®n Operativa de Misiones Especiales del C¨¦sid y principal sospechoso de la sustracci¨®n de las cintas grabadas ilegamente por el servicio de inteligencia militar, fue detenido a las tres de la de hoy en su domicilio de la urbanizaci¨®n Ciudad Bosque Los Arroyos, en El Escorial, por orden del titular del Juzgado Togado MiIitar Central, el coronel Jes¨²s Palomino Y¨¦benes. En la operaci¨®n participaron tambi¨¦n efectivos de la Guardia Civil, que apoyaron a sus compa?eros militares, quienes ejecutaron el arresto. La orden dada a los agentes por el general jefe de formaci¨®n de la Guardia Civil, Francisco de Fuentes Pedra fue que realizasen su misi¨®n "de la forma m¨¢s discreta posible".
El sigilo fue m¨¢ximo. Poco antes de las tres de la madrugada, la, polic¨ªa militar y los agentes de la Guardia Civil, ocultos en distintos puntos de la urbanizaci¨®n de la sierra madrile?a desde la nueve de la noche, seg¨²n explic¨® un guarda de Ciudad Bosque Los Arroyos a EL PA?S, se hicieron visibles. Una decena de coches de la Guardia Civil y otros veh¨ªculos camuflados, algunos de ellos del servicio secreto, participaron en el espectacular dispositivo. La calle donde est¨¢ el chal¨¦ de Perote, el n¨²mero 192 de la calle principal de la urbanizaci¨®n, qued¨® cortada al tr¨¢fico.Antes, a la una de la madrugada, un coche sal¨ªa del Juzgado Militar Central, en la madrile?a calle de Jorge Juan, con dos oficiales en su interior, presumiblemente uno de ellos de rango igual o superior al de coronel. Este oficial ten¨ªa la misi¨®n de detener al ex agente del Cesid.
A las tres y media, se levant¨® el despliegue policial y los veh¨ªculos enfilaron la carretera hacia Madrid. La operaci¨®n hab¨ªa culminado con ¨¦xito: Perote estaba ya detenido y a disposici¨®n de la jurisdicci¨®n militar, ante la que tendr¨¢ que responder de un presunto delito de revelaci¨®n de secretos que el art¨ªculo 53 del C¨®digo Penal Militar castiga con hasta 10 a?os de c¨¢rcel. La vivienda del antiguo agente secreto era la ¨²nica de la urbanizaci¨®n en la que las luces permanec¨ªan encendidas. Dentro, la esposa de Perote, con l¨¢grimas en los ojos, confirm¨® a este diario el arresto de su marido y dijo que todo el proceso de la detenci¨®n hab¨ªa sido "normal".
Reacci¨®n inmediata
El arresto del ex jefe de la Agrupaci¨®n Operativa del Cesid se produjo un d¨ªa despu¨¦s de su entrevista en una cadena de televisi¨®n en la que neg¨® cualquier participaci¨®n en el esc¨¢ndalo de las escuchas y ret¨® al Gobierno a actuar contra ¨¦l. La reacci¨®n del Cesid ha sido inmediata: una denuncia que ha permitido atraparle bajo la acusaci¨®n de sustracci¨®n y revelaci¨®n de secretos.La denuncia la present¨® ayer mismo el propio director general del Cesid, Emilio Alonso Manglano, quien recientemente puso su, cargo a disposici¨®n del presidente del Gobierno, Felipe Gonz¨¢lez, ante la gravedad de las grabaciones, que incluyen una conversaci¨®n privada del rey Juan Carlos. Manglano, a quien le ha sido aceptada la dimisi¨®n, todav¨ªa no ha sido sustituido.
"Si el Gobierno piensa que he sido yo y tiene datos, que me acuse de eso", manifest¨® el viernes Perote a la pregunta de Antena 3 de por qu¨¦ se le se?alaba como responsable de filtrar las cintas.
La denuncia es contundente. Le acusa de revelaci¨®n. de secretos informaciones oficiales relativas la seguridad y defensa nacional, delitos que seg¨²n el C¨®digo Penal pueden ser castigados con penas de entre 3 y 10 a?os de c¨¢rcel.
El antiguo jefe de la Agrupaci¨®n Operativa del Cesid fue fotografiado, el martes pasado tras entrevistarse en secreto con el ex presidente de- Banesto Mario Conde en el domicilio de Fernando Garro, ex directivo de la misma entidad y amigo de Conde. Sobre los dos primeros recae la sospecha de ser los principales responsables de la filtraci¨®n y difusi¨®n de grabaciones almancenadas en la cintateca del Cesid.
El diario El Mundo reprodujo ese mismo martes un listado del servicio de espionaje con 95 conversaciones privadas grabadas ilegalmente a empresarios, pol¨ªticos, ciudadanos y al. Rey, y al d¨ªa siguiente difundi¨® el contenido de tres de ellas.
El lunes, el diario public¨® diversos documentos del Cesid relativos a esas conversaciones grabadas y a valoraciones e informes de trabajo del organismo dependiente de Defensa. Un an¨¢lisis de estos papeles ha llevado a los investigadores a la conclusi¨®n de que, aunque fueron manipulados para disimular su procedencia, corresponden con los que se sospecha que estaban en poder de Perote.
En sus nueve a?os de servicios -desde 1982 a noviembre de 1991- Perote ha podido llevarse del Cesid, seg¨²n un informe presentado -por quien le sustituy¨®, el coronel Manuel, L¨®pez Fern¨¢ndez, microfichas de al menos 1.200 documentos de su habitual despacho con Manglano (entre noviembre de 1982 y octubre de 1989), as¨ª como documentos, copias de documentos y cintas grabadas que solicit¨® durante a?os a diferentes secciones de su departamento y que no devolvi¨® hasta que, una vez descubierto, fue requerido para ello, aunque siempre mantuvo en su poder copias de las microfichas. Perote se hizo cargo de la Agrupaci¨®n Operativa en 1983.
Aunque las sospechas p¨²blicas sobre Perote se han hecho notar a ra¨ªz del esc¨¢ndalo de las grabaciones ilegales, los servicios de espionaje le segu¨ªan la pista desde hace a?os. En principio se confiaba en que cumplir¨ªa el compromiso que suscribi¨® en 1991, cuando se march¨®, de devolver lo que se hubiera llevado. Pero falt¨® al pacto en sus dos aspectos fundamentales: la garant¨ªa de que no se quedar¨ªa con nada y de, que mantendr¨ªa. absoluta reserva sobre toda informaci¨®n que pudiera tener.
Perote burl¨® igualmente la entrevista que en marzo de 1992 mantuvo con el teniente coronel Rafael Rubio Luengo, a quien confes¨® haberse llevado "inadvertidaniente" las fichas microfilmadas de los documentos que despachaba con Manglano. En realidad, Perote entreg¨® los documentos, pero antes sac¨® duplicados.
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