"Lo grave es que el Gobierno sea vulnerable al pulso"

Tiene reflejos de jugador de tenis de mesa, y pedalea como un velocista contrarreloj. Pero las derrotas, y alg¨²n patinazo, han atemperado en Alberto Ruiz-Gallard¨®n, de 36 a?os, su vena en¨¦rgica, enterrada por, su vena pragm¨¢tica.Pregunta. Manglano ha dimitido. ?Para usted es suficiente o su dimisi¨®n debe ir acompa?ada de la de Serra?

Respuesta. La dimisi¨®n de Manglano no es suficiente. Si el Gobierno no ha ordenado las escuchas, el que se produzcan sin su conocimiento supone una incapacidad de control del Cesid.

P. ?Es igual que las escuchas se hayan producido por encargo del Gobierno o que se hayan realizado sin su conocimiento?

R. No es igual. Pero en ambos casos el vicepresidente del Gobierno tiene una responsabilidad incuestionable e ineludible. Y si no dimite ser¨¢ no s¨®lo leg¨ªtimo sino obligado preguntarse qu¨¦ impide a Felipe Gonz¨¢lez cesar a Serra.

P. Quiz¨¢ el pensar que, si no le queda nadie delante, la siguiente embestida le dar¨¢ ineludiblemente a ¨¦l.

R. . Eso. Sera una actitud preventiva que. no justificar¨ªa en modo alguno mantener a una persona que o bien ha ordenado una acci¨®n ilegal o que es tan absolutamente incompetente que ha sido incapaz de evitarla.

P. ?En los servicios secretos est¨¢n apareciendo ilegalidades, y en la pol¨ªtica emergiendo m¨¦todos de g¨¢nster?

R. llegalidades en los servicios secretos, desde luego. De los m¨¦todos de presi¨®n sobre el Gobierno podemos reprobar usos y elementos, pero si son preocupantes y pueden afectar a la estabilidad es como consecuencia de las ilegalidades cometidas. Lo grave no es que alguien est¨¦ echando un pulso l Gobierno. Lo grave es que el Gobierno sea sensible al pulso, y vulnerable.

P. ?Teme usted que alguien est¨¦ echando un pulso al Gobierno, y no s¨®lo al Gobierno?

R. Lo que creo es que hay alguien que est¨¢ ridiculizando al Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez. Pero s¨®lo se ridiculiza a aquel que previamente ha hecho el rid¨ªculo. Y,, resulta rid¨ªculo que. un servicio de inteligencia sea incapaz de Controlar la seguridad de su propia documentaci¨®n.

P. La traici¨®n de la confianza depositada en un servicio secreto para que esp¨ªe a los sospechosos...

R. ?sa es la gravedad de este asunto. Cuando se quiebra una confianza que permite al Cesid funcionar sin el control. parlamentario a que est¨¢ sometido cualquier otro organismo, el presidente del Gobierno asume una responsabilidad que, en este caso, tiene que, traducirse en el cese del vicepresidente.

P. Si presidiera un Gobierno que ha conducido a una persona ante los tribunales, y esa persona pone en marcha la difusi¨®n de una irregularidad para conseguir la destituci¨®n de quien le hab¨ªa enfilado, ?usted qu¨¦ har¨ªa?

R. Si la irregularidad es cierta y est¨¢ constatada, cesar¨ªa al responsable. Confucio dec¨ªa que Cuando alguien pone el dedo en la llaga s¨®lo los necios piensan que lo importante el el dedo. En este caso incluso puede producir irritaci¨®n que el dedo haya conseguido su objetivo. Pero lo importante no es la filtraci¨®n, sino que se hayan producido escuchas irregulares, y que se hayan podido difundir secretos que afecten a la seguridad del Estado.

P.?Le preocupa que quien chantajea hoy a sus adversarios les chantajee ma?ana a ustedes?

R. Me preocupa. Pero m¨¢s me preocupa que el Gobierno tenga actuaciones que permitan el chantaje. No dudo de que intentar¨¢n chantajearnos cuando seamos el Gobierno de Espa?a, pero tampoco dudo de que no tendremos ilegalidades que ocultar y, por tanto, ning¨²n chantaje que temer.

P. Hablando de temer. Usted no ha temido ir a barrios de izquierda para escuchar sus problemas y luego pedirles el voto. ?Ahora, tendr¨¢ el valor de volver para escuchar sus quejas y plantear usted sus soluciones? ,

R. Llevo ocho a?os escap¨¢ndome de este despacho y pateando la calle. Cree que por eso soy presidente.

P. ?Ser¨¢ un presidente en la calle?

R. Ser¨¦ un presidente en la calle, mirando al sur.

P. Desde la seguridad de ser un afianzado l¨ªder de centro-derecha, ?est¨¢ a la conquista del voto del centro-izquierda?

R. Mi intenci¨®n no es vencer en el terreno de la izquierda, sino convencer de que los valores que han llevado a muchos ciudadanos a votar a la izquierda los defendemos hoy mejor el centroderecha. Nuestro compromiso con la solidaridad se va a ver en que el mayor esfuerzo lo vamos a hacer en el sur yen el corredor del Henares.

P. ?Cu¨¢l es su patrimonio?

R. Mi casa, mi despacho de abogado, un coche y dos motos. El dinero que tengo lo hered¨¦ de mi padre.

P. ?Le parece bien la orden que dio Jos¨¦ Bono, presidente de Castilla-La Mancha, de que se publicara en el Bolet¨ªn Oficial los bienes y actividades de todos los altos cargos?

R. Tiene que existir un registro p¨²blico que permita a cualquier ciudadano conocer cu¨¢l es el patrimonio de un alto cargo cuando llega y cuando se va.

P. Pero ?ordenar¨¢ usted o no una declaraci¨®n de ese tipo a todos los altos cargos de su Gobierno?

R. Me parece una idea positiva. S¨ª. Por tanto, estoy dispuesto a asumirla.

P. Usted ha dicho que quiere el poder pol¨ªtico para reducir ese poder. Ponga tres ejemplos de devoluci¨®n de poder a la sociedad.

R. Reducci¨®n de la intervenci¨®n de los pol¨ªticos en el control de las cajas de ahorros. Privatizaci¨®n de Telemadrid...

P. Eso no depende s¨®lo de usted, requiere una autorizaci¨®n de las Cortes.

R. Seis meses despu¨¦s de que se haya producido un cambio de mayor¨ªa en el Congreso que permita esa autorizaci¨®n ser¨¢ privatizada Telemadrid. Y tercer ejemplo: establecer, y vamos a ser los pioneros en Espa?a, las listas electorales abiertas.

P. ?Y qu¨¦ cautelas va a tomar para evitar las carreras entre compa?eros de partido que intentar¨¢n conseguir cada uno m¨¢s dinero para su campa?a en empresas o entidades que no se lo dar¨¢n altruistamente, como se ha visto en Italia?

R. Mediante la sustituci¨®n de la circunscripci¨®n ¨²nica por los distritos unipersonales. Pero quiero decir tambi¨¦n otra cosa: esta reforma de la ley electoral de la Comunidad de Madrid tendr¨¢ que hacerse por acuerdo del PP, PSOE e IU.

P. Eso suena a propuesta que usted exhibe contando con que no sera aprobada por la negativa de los dem¨¢s.

R. Lo que le o¨ª a Joaqu¨ªn Leguina en la campa?a electoral es coincidente con esa reforma electoral. Y no he o¨ªdo un discurso contrario por parte de IU.

P. A los socialistas se, les reprocha haber pecado de soberbia. ?De qu¨¦ pecado se cuida usted en el PP?

R. Nuestro pecado principal seria pensar que el d¨ªa que entremos en el Gobierno hemos llegado. Esa no es la meta, es la l¨ªnea de salida. Ahora es cuando empieza todo. Y si no nos damos cuenta, nos equivocaremos.

P. Que le critiquen por "no poner a los nuestros, que para eso les hemos votado", ?muestra que la publicidad del nuevo estilo de gobernar no est¨¢ tan asimilada en realidad?

R. Estoy de acuerdo con ese planteamiento. Todos esos que me critican no han le¨ªdo mi programa electoral, o quiz¨¢ pensaron que era para captar votos,y luego me olvidar¨ªa de los compromisos. Eso lo que muestra es que no me conocen. Promet¨ª objetividad, y la va a haber. Promet¨ª gobernar no s¨®lo para los que nos votasen, y lo voy a hacer. Promet¨ª no favorecer a los pr¨®ximos, y no les voy a favorecer.

P. ?Cueste lo que cueste?

R. Como dec¨ªa Cervantes en El Quijote, "hay tareas en la vida cuyo ¨¦xito no es tanto conseguirlas como intentarlas".

P. ?Qu¨¦ pasar¨¢ cuando los empresarios que se entendieron bien con el PSOE se quieran entender bien con usted?

R. No se trata de que las relaciones sean buenas conmigo, sino con la Comunidad. Pero yo no vengo a gobernar para los que me han votado, sino para todos los ciudadanos de Madrid.

P. ?Y qu¨¦ pasar¨¢ cuando a los sindicatos, con los que el PP se ha llevado bien mientras no ha tenido que gobernar" les tenga que llevar la contraria?

R. Vengo con voluntad de dialogar sobre todo aquello que no est¨¦ contenido en mi programa. Pero nunca dejar¨¦ de cumplir mi programa por facilitar un entendimiento con los sindicatos. Ni con los empresarios.

P. ?La transformaci¨®n que m¨¢s notar¨¢n los ciudadanos?

R. La modernizaci¨®n de los servicios p¨²blicos, de las infraestructuras de transporte y de las comunicaciones.

P. ?Y lo que los ciudadanos deben saber que les va a perjudicar?

R. Lo saben, porque lo dije: invertiremos m¨¢s donde m¨¢s se necesita.

P. ?La herencia que recibe es de las que permiten cimentar ¨¦xitos o justificar fracasos?

R. Hice mi programa conociendo la realidad de Madrid. Todo lo comprometido es perfectamente realizable.

P. ?No ha encontrado esqueletos en los armarios?

R. En la Comunidad no hay armarios, hay archivos.

P. ?Le teme m¨¢s al fracaso o a las envidias?

R. Las envidias las entiendo como constataci¨®n del ¨¦xito de las medidas que estamos adoptando. Prefiero que me envidien por hacerlo bien a que me compadezcan por hacerlo mal.

P. ?Quiere dibujar en la Comunidad de Madrid lo que ser¨ªa su estilo de gobernar en el Gobierno de la naci¨®n?

R. Me gustar¨ªa que, transcurrido un a?o de mi gesti¨®n, mi partido y mi candidato a presidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, pudieran presentarnos corno ejemplo de lo que har¨ªan al frente de la naci¨®n.

P. Como Aznar se ha impuesto un l¨ªmite de ocho a?os en el Gobierno y usted tambi¨¦n, puede ocurrir que cuando salga ¨¦l pueda aspirar a entrar usted...

R. Ese d¨ªa podr¨¢n ocurrir dos cosas: que yo tenga ideas, ¨¢nimos y capacidades para intentar hacer una pol¨ªtica nacional o que prefiera volver a. mi despacho. Me comprometo a cont¨¢rselo en otra entrevista en EL PA?S. Pero, por favor, no me pida que le diga hoy lo que har¨¦ el 18 de junio del 2003.