La p¨¦rdida de ayuntamientos de izquierdas por falta de acuerdo con el PSOE provoca la fractura de IU
Las diferencias provocadas en IU por la falta de acuerdo con los socialistas en la constituci¨®n de los ayuntamientos han agrietado, definitivamente, los muros de la coalici¨®n que lidera Julio Anguita. Diego L¨®pez Garrido, de Nueva Izquierda, lo resum¨ªa ayer con un lapidario "ya nada ser¨¢ lo m¨ªsmo". Hoy, en la reuni¨®n de la Presidencia Federal, esta corriente intentar¨¢ que se autocritique la estra tegia electoral seguida -que, a su juicio, ha provocado la p¨¦rdida de alcald¨ªas- y se reconozca que, al final, se ha contribuido a dar el triunfo al PP, al que no se ha atacado con la contundencia necesaria.
No es que vayan a devolverse las cartas y los retratos, pero la reuni¨®n de hoy, en la que la Presidencia Federal de IU analizar¨¢ el documento sobre futuras estrategias electorales, va a ser el inicio de una nueva etapa en Izquierda Unida. Una etapa en la que se acabar¨¢n las adhesiones incondicionales, las aclamaciones y las unanimidades y, se delimitar¨¢n n¨ªtidamente dos posiciones.Esa es, al menos, la intenci¨®n de un grupo formado por militantes de Nueva Izquierda, Pasoc, antiguos renovadores y otros militantes que, t¨ªmidamente, han empezado a marcar distancias con las posturas de la direcci¨®n de IU. Dos son, a grandes rasgos, las diferencias que les separan de la c¨²pula cercana a Julio Anguita y al PCE: la primera, priorizar los ataques sobre el enemigo natural de la izquierda, el PP -aunque se critique al PSOE- y, en el caso concreto de las recientes elecciones reconocer que se ha llevado a cabo una estrategia equivocada que ha dado la derrota a la izquierda.
El primer sorbo de este c¨¢liz de amarguras se apur¨® en la noche del 28 de mayo, al conocerse los resultados electorales. Frente a la satisfacci¨®n de Anguita por la p¨¦rdida del PSOE, dirigentes de Nueva Izquierda y del Pasoc mostraron su decepci¨®n y preocupaci¨®n ante el triunfo del PP, que consideraban un "desastre para la toda izquierda".
No se rectific¨®. Se ahond¨® en las diferencias con el PSOE y, en vez de salvar de la quema lo posible, se perdieron las ¨²ltimas colonias de la izquierda el 17 de junio en la constituci¨®n de los ayuntamientos. Fue el segundo sorbo. ?ste hasta las heces. "No es que haya habido grandes sorpresas'' dec¨ªa Juli¨¢n Berga de Nueva Izquierda, "pero comprobar que no hemos sabido ni conservar lo que naturalmente era, por votos, de izquierdas, tiene que llevarnos a reflexionar sobre la bondad de nuestros criterios".
Pero la visi¨®n de la direcci¨®n de IU es otra. V¨ªctor R¨ªos en la misma tarde del d¨ªa 17 valoraba positivamente, sobre todo, la disciplina con que se hab¨ªan seguido las orientaciones del Consejo Pol¨ªtico. Orientaciones que no inclu¨ªan, desde luego, la de no apoyar al PP, como pretend¨ªa Nueva Izquierda. Tampoco recog¨ªa la de apoyar al PSOE. En definitiva, pactar con quien quisiera cada asamblea local.
Presentar una imagen monol¨ªtica, sin fisuras, es lo m¨¢s importante para Julio Anguita y sus colaboradores m¨¢s cercanos. Lo advert¨ªa en una rueda de prensa el coordinador general sin que nadie le hubiera preguntado: "No ha habido rebeli¨®n porque a las bases se les dijo que pod¨ªan votar a A o a B. O no apoyar a nadie. Y as¨ª lo han hecho". Visto as¨ª, es un triunfo de la coherencia.
Pero no deja de ser una interpretaci¨®n. El grupo cr¨ªtico no lo ve as¨ª. La estrategia seguida no ha debido ser tan buena cuando ni hemos frenado a la derecha, ni hemos sabido ganar los ayuntamientos en los que, sumados los votos eran de izquierdas", dice Juan Berga. Y su compa?ero de corriente, el diputado Diego L¨®pez Garrido, apunta como causa el que "hayamos sido m¨¢s hostiles con el PSOE que con el PP. La izquierda en su conjunto deber¨¢ tomar nota de que la desuni¨®n, la divisi¨®n, s¨®lo favorece a la derecha".
Son reflexiones tanto para el PSOE como para IU. Porque es verdad que se han hecho diferencias insalvables de cuestiones que en algunos puntos concretos se hubieran sorteado con buena voluntad. Si IU ha dado alcald¨ªas al PP, tambi¨¦n lo ha hecho el PSOE. Y en algunos casos, no por reciprocidad. "En Andaluc¨ªa, Extremadura, Asturias, no se ha trabajado para frenar a la derecha. Se ha mirado m¨¢s lo que separa que lo que une", dice L¨®pez Garrido.
La fractura abierta con los pasados comicios es, seg¨²n estos dirigentes, definitiva. Pero tampoco son excesivamente optimistas. No es f¨¢cil influir en unos ¨®rganos que pecan de culto a un l¨ªder al que nadie niega su carisma ni su fuerza. "Mantendremos nuestra negativa a su informe y votaremos en contra. Fundamentalmente porque creemos que es confuso, que todav¨ªa no se acaba de dejar claro que existe un conflicto expl¨ªcito con el PP. Ni plantea un aut¨¦ntico debate pol¨ªtico ni una nueva estrategia para las pr¨®ximas elecciones", dice Juan Berga.
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