?Zamorano, b¨¦same!

El Pichichi de la Liga, el jugador del Real Madrid Iv¨¢n Zamorano, desbord¨® ayer a mediod¨ªa a los organizadores y a los m¨¢s de 3,000 asistentes que. esperaron al astro para que les firmara una camiseta, regalo del reci¨¦n remozado Simago de la plaza de Lavapi¨¦s.Una cola que rodeaba todo el establecimiento esperaba con expectaci¨®n al jugador chileno, que firm¨® m¨¢s de 1.500 camisetas, un indeterminado n¨²mero de balones, y que reparti¨® besos a diestro y siniestro.

Joaqu¨ªn de Quinto, director de marketing de los almacenes, coment¨® asombrado que no pod¨ªa imaginar que ese hombre tan famoso se comportara tan amablemente con la gente. "Ha sido pr¨¢cticamente imposible contener a toda la multitud que ha venido; hombres, mujeres y ni?os se nos colaban entre las piernas".

Uno de los admiradores del jugador, un chileno de unos 45 a?os, se salt¨® la cola y apresuradamente se dirigi¨® a su compatriota para que le estampara la firma en el pasaporte.

'Las jovencitas entre 14 y 18 a?os, ataviadas con banderas chilenas, gritaban sin parar: "?Zamor¨¢no, Zam¨®rano, b¨¦same!".

Y en loor de multitudes" con mucha amabilidad, el delantero las besaba a ellas, a las se?oras y a un grupo de ni?os vestidos don el uniforme del Real Madrid.

Cuando una de las se?oras le pregunt¨® al jugador que por qu¨¦ firmaba en Simago, un humilde Zamorano contest¨®: "No voy a ir siempre a El Corte Ingl¨¦s de Castellana, hay que acercarse. al pueblo tambi¨¦n".Victoria Carri¨®n, jefa de grupo de mercanc¨ªas generales de los almacenes, todav¨ªa estaba nerviosa a las siete de la tarde: "Ha entrado tan sencillo entre la gente que me ha sorprendido. ?Y me he hecho una foto con ¨¦l", comentaba.

Juan Nieto, jefe de sucursal de Lavapi¨¦s, afirmaba que la experiencia hab¨ªa resultado altamente positiva, y no se refer¨ªa s¨®lo a la publicidad que la visita del jugador iba a proporcionar a los almacenes, sino porque todos, desde los empleados hasta los admiradores que esperaron pacientemente para tocar, besar o saludar al jugador, conocieron "a una gran persona y a un gran hombre".

Las se?oras eran las m¨¢s sorprendidas por la presencia del cuchicheaban al o¨ªdo: "?Qu¨¦ guapo y qu¨¦ alto es!", para acabar uni¨¦ndose a las jovencitas cuando empezaron a gritar: -"?Iv¨¢n, Iv¨¢n".

Iv¨¢n Zamorano estuvo m¨¢s de una: hora firmando camisetas, muy c¨®modo entre la gente. Y despu¨¦s de repartir los ¨²ltimos besos se fue en un Mercedes con ch¨®fer a descansar porque hoy le espera su equipo en Sevilla para jugar contra el Betis un partido de homenaje a Rafael Gordillo.