La ultima carrera de El Gordo

Gordillo no se marcha tranquilo porque el, f¨²tbol le apasiona. Ayer se rode¨® de sus mejores amigos para disputar su partido homenaje tras 19 a?os como profesional y 38 a las espaldas. Calder¨®n, el campe¨®n del mundo argentino, que tantos silencios apag¨® en el Villamar¨ªn se visti¨® de corto para abrazar al Gordo en su salsa. Estuvieron Camacho, Maceda, Gallego, M¨ªchel, Mart¨ªn V¨¢zquez, Butrague?o... y un etc¨¦tera interminable. Gordillo concit¨® un lleno. absoluto para traspasar la l¨ªnea que, hasta ayer, le separaba de la mitolog¨ªa. Salt¨® al c¨¦sped solo y dijo adi¨®s a todos los rincones del viejo Villamar¨ªn. Quiso jugar todo lo posible. Gordillo quer¨ªa saborear cada segundo de su ¨²ltima comparecencia ante la hinchada m¨¢s feliz del mundo.Desde el primer momento supo pellizcar a los miles de b¨¦ticos entregados a una despedida apote¨®sica. Subi¨® los escalones desde el vestuario con los calcetines en los tobillos, sin cobertura: para sus espinillas. As¨ª dej¨® ver por ¨²ltima vez esas rodillas, que son cojinetes, capaces de girar como para figurar en una atracci¨®n de circo. Gordillo galop¨® como un pura sangre por la banda izquierda, la-suya, en medio de la histeria de los b¨¦ticos.

Fue espectacular ver a Gordino persiguiendo pelotas entre jadeos. Sus compa?eros quisieron rendirle pleites¨ªa atiborr¨¢ndole de balones cruzados, muy adelantados, como hac¨ªa Carde?os en el pasado. El Gordo se arrastraba hasta llegar al bal¨®n para sacar sus viejos centros de tornino, letales, naturalmente.

El primer gol que el Madrid consigue hacerle al Betis este a?o lleg¨® por sorpresa. Los merengues hac¨ªa tiempo que rondaban a Jaro. Y entre rondos preparatorios lleg¨® una excelente combinaci¨®n, que Dubovsky sell¨® con un pase magistral a Ra¨²l. Marc¨® el 0-1 un futbolista que estuvo a?os y a?os coleccionando cromos de Gordillo. Sin duda, un gol tierno que sirvi¨® para devolver cierto nervio al festejo.

Quiz¨¢ Cu¨¦llar marc¨® su ¨²ltimo gol vestido de b¨¦tico. Fue poco despu¨¦s, en una jugada de excelente corte que, curiosamente, supo firmar el tosco Aquino. En la segunda parte, El Gordo se fue, abatido por la fatiga. El p¨²blico, puesto en pie, se rindi¨® al ¨ªdolo. Gordillo empezar¨¢ ma?ana mismo a ense?ar a chavales lo que hizo durante 20 a?os de ¨¦xito que, disfrutaron mejor que nadie b¨¦ticos y madridistas.