El PP acusa a Gonz¨¢lez de mentir c¨ªnicamente para negar sus responsabilidades

La respuesta del PP a las explicaciones de Narc¨ªs Serra fue tajante. El n¨²mero dos del Ejecutivo fue dejado a un lado por el secretario general de los populares, Francisco Alvarez Cascos, que apunt¨® a la cabeza, Felipe Gonz¨¢lez, "un presidente del Gobierno c¨ªnico que miente con aplomo para negar la evidencia". Entre ovaciones de los diputados de su grupo, Alvarez Cascos se emple¨® a fondo contra el jefe del Ejecutivo y no dej¨® lugar a dudas: el responsable de las escuchas ilegales es Felipe Gonz¨¢lez.

Consecuente con la idea de que el esc¨¢ndalo es "el m¨¢s grave atentado contra los derechos constitucionales y libertades de los espa?oles" desde el 23-F, y convencido de que Gonz¨¢lez y Serra "han autorizado, conocido y utilizado el trabajo de esta trama para centrolar a los ciudadanos", Alvarez Cascos no ahorr¨® munici¨®n contra el jefe del Ejecutivo, al que acus¨® de "tancredismo pol¨ªtico". "Se le ve el plumero a la legua; la verdad amenaza cada ma?ana con acabar con usted y usted no tiene otro af¨¢n que acabar con la verdad", dijo.Tras apartar a Serra de un manotazo dial¨¦ctico -"ha vende, a esta C¨¢mara a tirar balones fuera"- el secretario general del PFI se ceb¨® en los puntos d¨¦biles de la explicaci¨®n oficial. Se pregunt¨® c¨®mo es posible que se conociera desde 1991 la sustracci¨®n de documentos atribuida al coronel Perote sin que nadie lo denunciara al juez militar hasta la semana pasada. Y se respondi¨®: porque el presidente, "que estaba informado de todo, consent¨ªa los manejos de Serra, amparados en la impunidad del secreto", secreto garantizado por el silencio de Perote y retribuido con "la canong¨ªa de la jefatura de seguridad de Repsol, la primera empresa p¨²blica espa?ola".

La conclusi¨®n de ?lvarez Cascos es que a Gonz¨¢lez no le importa el robo o la malversaci¨®n de fondos reservados ni el espionaje de los ciudadanos, incluido el jefe del Estado. "Lo ¨²nico que les preocupa es que, a pesar de ser actividades que ustedes han ocultado y amparado en la impunidad de la Ley de Secretos Oficiales, los espa?oles nos hayamos, enterado", clam¨®.

?lvarez Cascos relacion¨® la acusaci¨®n de impunidad con las frecuentes denuncias de espionaje telef¨®nico y los tres debates en el Congreso sobre la misma cuesti¨®n (1988, 1991 y 1993) "sin otra consecuencia que el desinter¨¦s del Gobierno".

Seg¨²n dijo, la reacci¨®n ante el esc¨¢ndalo "les delata [a Gonz¨¢lez y Serra] y agrava las responsabilidades de su conducta". I os populares no entienden que, si se tiene voluntad de aclarar lo sucedido, se permita "que sean algunos de los investigados por practicar las escuchas ilegales quienes sigan en sus puestos, funciones y despachos investig¨¢ndose a s¨ª mismos, es decir, aprovechando la oportunidad de hacer desaparecer las pruebas documentales que permitieran esclarecer con imparcialidad todos los hechos".

?lvarez Cascos empez¨® asegurando que Gonz¨¢lez ha hecho buena la frase de 1990 "dos por el precio de uno" y la ha personalizado "en las cabezas de dos vicepresidentes para salvar la suya". Record¨® tambi¨¦n el anuncio por los socialistas, en 1982, de una "pasada por la izquierda" y propuso a los espa?oles "una urgente pasada por la Constituci¨®n, para recuperar los valores de la justicia y de la libertad".

Despu¨¦s de considerar que la convocatoria de elecciones ha dejado de ser "una leg¨ªtima propuesta pol¨ªtica" para pasar a ser "una apremiante necesidad democr¨¢tica", en la r¨¦plica a Serra calific¨® la situaci¨®n de "desgobierno" y lanz¨® un llamamiento a los dem¨¢s grupos "para buscar la salida que nos niegan Gonz¨¢lez, Serra y sus compa?eros".

Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, que asisti¨® a la sesi¨®n pero no tom¨® la palabra, declar¨® posteriormente en los pasillos del Congreso que el Gobierno va "marchando a los sones de una marcha f¨²nebre".