El fantasma de Bruselas
La antecesora de Major, la dama de hierro, Margaret Thatcher, fue inflexible en el fondo (la batalla del cheque o contribuci¨®n brit¨¢nica, la presi¨®n para que dimitiera el comisario lord Cockfield por demasiado comunitario, el ataque alapol¨ªtica agr¨ªcola com¨²n) y en la Forma.Major ha modificado la forma, pero apenas el contenido de la pol¨ªtica de recelo ante los avances de la integraci¨®n europea, basada en el designio de [imitarla a poco m¨¢s que una zona de libre cambio.
Su frase m¨¢s famosa fue: "Game, set, match" (punto, juego, partido), pronunciada en Maastricht cuando se aprob¨® el Tratado de la Uni¨®n, en diciembre de 1991. Se refer¨ªa a que acababa de obtener dos cl¨¢usulas de exclusi¨®n u optingouts. Una, sobre la uni¨®n monetaria, aunque nadie duda de que cuando llegue la hora, el Reino Unido se apuntar¨¢, para no perder la gran baza de Londres como capital financiera, entre otras razones. Otra, sobre el protocolo social.
Desde entonces, Major ha peleado contra el, fondo de cohesi¨®n (aprobado en Edimburgo, en 1992); ha vetado la candidatura del primer ministro belga, Jean Luc Dehaene, para suceder a Jacques Delors en la presidencia de la Comisi¨®n; ha fustigado sin pausa a "los bur¨®cratas" comunitarios; y ha anunciado que se . opondr¨¢ f¨¦rreamente a la reducci¨®n del derecho de veto y a la comunitarizaci¨®n de la Pol¨ªtica Exterior y de Seguridad Com¨²n, dos de los grandes retos de la reforma de Maastricht. Es el fantasma de Bruselas.
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