Una tromba de agua inunda la ciudad
Una espectacular tromba de agua y granizo inund¨® anoche toda la ciudad. Subterr¨¢neos, terrazas, s¨®tanos y portales completamente invadidos por el agua fueron denominador com¨²n en las calles de Madrid. Un atasco monumental colaps¨® el centro. En los accesos, el efecto del agua fue devastador: muchos tramos de la M-30 quedaron completamente cubiertos y los coches bloqueados. El chaparr¨®n comenz¨® a las 21 horas y recorri¨®, durante m¨¢s de tres horas, toda la ciudad y la periferia. El r¨ªo Manzanares, a la altura del Puente de los Franceses, se desbord¨® al estar la presa cerrada. "El t¨¦cnico del Ayuntamiento que tiene que abrirla est¨¢ atascado en su coche", explic¨® un polic¨ªa. ,Las centrales de los- bomberos municipales y regionales estuvieron colapsadas hasta la madrugada de hoy. Aunque no se registraron heridos ni accidentes graves, todos los servicios de urgencia estuvieron anoche movilizados.
"He tenido que entrar en micasa sin zapatos y con los pantalones remangados", se?alaba un vecino del paseo de la Castellana. "?Todo Madrid est¨¢ inundado!" exclam¨® un polic¨ªa municipal que no recordaba un chaparr¨®n igual en sus a?os de servicio. "Estamos todos en la calle. En la carretera de Colmenar Viejo est¨¢n los coches atrapados y el agua ya casi los cubre", a?adi¨® alarmado el polic¨ªa.
PASA A LA P?GINA 3
"La gente sal¨ªa de los coches a nado"
VIENE DE LA P?GINA 1Las centralitas de los bomberos la polic¨ªa, tr¨¢fico, el SAMUR... estuvieron anoche colapsadas durante varias horas. Aunque no hubo accidentes graves ni heridos de importancia como consecuencia del inesperado diluvio, muchos ciudadanos pasaron verdaderos apuros cuando se vieron atrapados por las aguas. "La gente ha tenido que salir de los coches a nado", inform¨® un miembro del SAMUR. Pasada la una y media de la madrugada de hoy, este servicio de urgencias intentaba rescatar a varias personas que se encontraban bloqueadas en su coche en la M-30, a la altura del Puente de Segovia.
El r¨ªo Manzanares se desbord¨® en su entrada a la cap?tal, en la zona del Puente de los Franceses, al topar su crecido caudal con la primera compuerta de las 10 que tiene el afluente, informa . El sistema hidr¨¢ulico, que habitualmente regula la entrada de l¨ªquido a fin de que el Manzanares tenga apariencia de r¨ªo, se convirti¨® en un muro que el agua tuvo que salvar desvi¨¢ndose por las calles y bulevares adyacentes. Los s¨®tanos, comercios y viviendas bajas de ese tramo de la ribera del Manzanares quedaron anegadas. El agua subi¨® hasta medio metro en algunos locales. Los vecinos avisaron a los servicios de urgencia sobre las once y media, pero hora y media despu¨¦s no hab¨ªa aparecido ning¨²n operario municipal que pudiera abrir la compuerta que estaba provocando la insubordinaci¨®n de las aguas. Seg¨²n la polic¨ªa el t¨¦cnico municipal estaba atascado dentro de su coche en una zona cercana. A la una de la madrugada la polic¨ªa asegur¨® que el funcionario ya hab¨ªa llegado. "Aqu¨ª no ha llegado nadie", afirm¨® un vecino.
El imponente ¨ªmpetu del caudal se llev¨® por delante las casas flotantes de los patos que deambulaban perdidos por las calles del barrio. En ese momento, el llamado aprendiz de r¨ªo parec¨ªa en realidad un aventajado alumno de mar del Norte. El ¨ªmpetu del agua se llev¨® por delante los cables de acero que sujetaban la m¨¢quina que oxigena las aguas. Mientras, la corriente estrellaba contra el puente de peatones -a cuya barandilla lleg¨® el nivel- troncos de ¨¢rboles y decenas de variopintos objetos como ruedas de autom¨®vil o mesas camilla.
Atasco monumental
En el parque de Atracciones un grupo numeroso de personas con ni?os, estuvieron desde las 10.00 de la noche sin poder salir del recinto ferial. "Estamos con los ni?os y no llegan los autobuses. Nadie nos dice qu¨¦ hacer", dijo una madre.
El atasco fue monumental, informa Javier Casqueiro. El agua bajaba por algunas calles empinadas como en una riada. Algunos conductores, cohibidos ante el espect¨¢culo, optaron por aparcar sus veh¨ªculos en plena calzada. El panorama dantesco era todav¨ªa m¨¢s desolador en las inmediaciones del estadio Bernab¨¦u. Los miles de aficionados del Valencia y del Deportivo se encontraron de pronto, con el partido suspendido, de noche, en una ciudad ajena y sin saber muy bien donde guarecerse. Portales y bares sirvieron de escondite.
Los porteros de las fincas apuraron hasta bien entrada la madrugada, con cualquier ayuda material o humana, las tareas para achicar las entradas de sus inmuebles y los colectores m¨¢s cercanos. Muchos estaban atascados por las arenas, porter¨ªas y enseres que arrastr¨® la avalancha de agua. Los vecinos de esos bloques acced¨ªan a sus viviendas a trav¨¦s de tablones o, sencillamente, descalz¨¢ndose y dobl¨¢ndose los pantalones. Un gigantesco charco imped¨ªa tambi¨¦n el paso de los coches en la esquina de la calle de Serrano con la de Goya, informa Paz ?lvarez. Muchas aceras se quedaron sin luz y, en las casas, los porteros recomendaban a los vecinos que no utilizaran los ascensores. Las calles m¨¢s importantes de la ciudad se atascaron hasta avanzada la madrugada. Los coches de bomberos, polic¨ªa y SAMUR, con las sirenas encendidas, intentaban infructuosamente abrirse hueco entre la marea.
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