Juanetes, una tortura que afecta al 50% de las mujeres de 50 a?os

Es que ya no puedo m¨¢s, qu¨¦ tortura de zapatos". Esta frase, casi invariable en las mujeres mayores de 60 a?os, se ha considerado, en general, una consecuencia molesta, pero inevitable, de los m¨²ltiples achaques de la vejez. "Muchas personas mayores creen que las molestias y la deformaci¨®n de los pies es algo normal cuando se llega a cierta edad", afirma Celso de Miguel, jefe del servicio de traumatolog¨ªa y cirug¨ªa ortop¨¦dica del hospital Ram¨®n y Cajal de Madrid. "Aunque acuden al callista regularmente, piensan que el dolor es inevitable, y esto no es as¨ª".Alrededor del 50% de las mujeres mayores de 50 a?os puede llegar a tener un problema serio por culpa de los juanetes: dolores, dificultades para calzarse los zapatos e, incluso, problemas para andar con normalidad. Entre un 20% y un 30% de las consultas de ortopedia, seg¨²n los expertos, est¨¢ relacionado con esta dolencia. " La raz¨®n fundamental para operarse es el dolor y despu¨¦s la est¨¦tica", continua De Miguel.

La operaci¨®n de juanetes se ha convertido, de hecho, en la cirug¨ªa m¨¢s frecuente de los servicios de traumatolog¨ªa, junto a las artroscopias diagn¨®sticas. En el hospital La Paz, de Madrid, por ejemplo, se operan entre 30 y 40 pacientes cada mes, por este motivo.

Existen m¨¢s de un centenar de t¨¦cnicas quir¨²rgicas. La operaci¨®n se suele hacer de forma ambulatoria, o con un ingreso de 24 horas, y dura unos 45 minutos. La m¨¢s frecuente consiste en fruncir las partes destensadas y en cortar el hueso de la primera falange para recuperar la alineaci¨®n del dedo, sobre todo en personas mayores. La recuperaci¨®n, si se ha intervenido en ambos pies, suele durar unos dos meses.

La causa de esta deformaci¨®n est¨¢ fundamentalmente en un calzado inadecuado. "Es el precio que pagan las mujeres por sus zapatos, en una proporci¨®n de diez a uno respecto a los hombres", asevera Luis Munuera, jefe del servicio de traumatolog¨ªa del hospital La Paz. "En los pr¨®ximos a?os veremos, probablemente, disminuir su incidencia, puesto que, con el cambio de moda los zapatos tienen ahora una forma m¨¢s fisiol¨®gica y adaptada a la forma del pie", a?ade De Miguel.

"El juanete es la consecuencia de una modificaci¨®n del equilibrio din¨¢mico del pie", explica Munuera. Con la presi¨®n del zapato, el primer dedo tiende a desviarse hacia fuera, trastocando el eje que forma con su base (el metatarsiano): todos los tendones que sujetan el dedo al pie tienden entonces a destensarse, por un lado, y a retraerse, por otro, y en el metatarsiano se produce una excrecencia ¨®sea, la abultaci¨®n caracter¨ªstica del juanete.

Deformaci¨®n del hueso

"La consecuencia es la deformaci¨®n de los otros dedos, como el segundo -en martillo- y la formaci¨®n de callosidades", contin¨²a De Miguel. "Pero, con el tiempo, puede producirse una artrosis en la articulaci¨®n del primer dedo, dando lugar a la inmovilidad de esa parte del pie".La progresi¨®n de los juanetes puede detenerse un poco con un calzado c¨®modo y, cuando son muy incipientes, mediante peque?os separadores para evitar la inclinaci¨®n del primer dedo. Pero la ¨²nica forma de acabar con ellos es mediante una intervenci¨®n quir¨²rgica, que reequilibre la alineaci¨®n del dedo con su base, tensando. los tejidos destensados. "La mera extirpaci¨®n del abultamiento no sirve de nada, porque con el tiempo vuelven a aparecer", explica Munuera.