Una noche marcada por la desinformaci¨®n

La informaci¨®n, por errada o ausente, fue la protagonista de la tormentosa madrugada del domingo.

Falta de informaci¨®n: Eloy Garc¨ªa D¨ªaz, un ciudadano que el s¨¢bado por la noche iba en coche a la altura de Puerta de Hierro, busc¨® in¨²tilmente ayuda en la radio para encontrar una salida que le permitiera ponerse a salvo de la riada. "Iba con mi mujer, que est¨¢ a punto de dar a luz, y empezamos a buscar por todas las emisoras alguna que nos dijera por d¨®nde escapar o qu¨¦ hacer. Pero en las radios s¨®lo hablaban de la suspensi¨®n del partido de f¨²tbol entre el Deportivo y el Valencia", relata. "Cada vez ¨¦ramos m¨¢s los coches atrapados en la cuesta de las Perdices [carretera de La Coru?al y el f¨²tbol era lo ¨²nico importante". "Es indignante que Protecci¨®n Civil no reaccionara", concluye.

Quien debi¨® informar, seg¨²n el concejal responsable de bomberos y Protecci¨®n Civil, Carlos L¨®pez Collado, era la Polic¨ªa Municipal. Los voluntarios de Protecci¨®n Civil han pasado a depender del servicio de ambulancias Samur y las competencias municipales en Protecci¨®n Civil no asumen tareas informa tivas como a la que se refiere Garc¨ªa D¨ªaz, seg¨²n el concejal.

"Adem¨¢s, toda la ciudad estaba volcada en el estadio Santiago Bernab¨¦u", a?adi¨® el edil.

Un portavoz de la Polic¨ªa Municipal asegur¨® que se hab¨ªa informado a todas las personas que llamaron al 092, que fueron 1.381 entre la medianoche del s¨¢bado y las ocho de la ma?ana del domingo. El s¨¢bado anterior, entre las mismas horas, s¨®lo comunicaron 782 personas con el 092. "A las horas en que ocurri¨® el suceso ya no hab¨ªa informaci¨®n local en las emisoras para que llamasen a la Polic¨ªa Municipal", dijo el portavoz.

Mala se?alizaci¨®n: "Atenci¨®n, charcos en la calzada". Este mensaje, junto con una limitaci¨®n a 60 kil¨®metros por hora, aparec¨ªa a las tres de la madrugada del domingo en los paneles luminosos de la carretera de Colmenar, en sentido salida. Los anunciados charcos no aparec¨ªan ante los ojos de los escasos automovilistas hasta que, en medio de un curva, aparec¨ªan tres guardias civiles con linternas que les obligaban a desviarse por la v¨ªa de servicio. Los charcos eran, en realidad, una calzada absolutamente inundada ante una gasolinera.

Desv¨ªo fatal: Pilar y Pedro acabaron su luna de miel con agua y barro. A las 2.30 de la madrugada del domingo, los reci¨¦n casados regresaban a Madrid. "Ya no llov¨ªa. Nos extra?¨® el poco tr¨¢fico de la M-30. Al llegar al puente de Segovia encontramos coches parados y la polic¨ªa desvi¨® a unos por arriba, en direcci¨®n al paseo de Extremadura, y a otros por abajo, como a nosotros. En ese momento, el t¨²nel apenas- ten¨ªa algunos charcos, pero cuando entramos empez¨® a inundarse r¨¢pidamente. Los agentes intentaron que di¨¦ramos todos marcha atr¨¢s, pero fue imposible. Nosostros ya no pudimos abrir la puerta y tuvimos que salir por la ventanilla del coche", recuerda la reci¨¦n casada. Al abandonar el t¨²nel, la pareja lleg¨® a tener el agua al cuello, literalmente.

Alcantarilla imprevista: Emilio Benito, responsable del gabinete de prensa del servicio de ambulancias municipales Samur, se col¨® por una de las alcantarillas del metro cuando inspeccionaba la inundaci¨®n en el t¨²nel de la Avenida de Am¨¦rica. Benito caminaba entre los dos carriles de la v¨ªa con el agua a la altura de los muslos. El empleado del metro no le avis¨® de que la alcantarilla estaba abierta. Al hundirse, abri¨® los brazos y evit¨® que se lo tragara el sumidero. Afortunadamente, la cosa qued¨® en un susto.