Una casa de chiripa

Lozoya tiene 435 habitantes y s¨®lo cinco viviendasp¨²blicas. El problema es evidente. Y m¨¢s cuando en Lozoya, enclavado en la modesta sierra norte, "pocos pueden construirse una casa porque los precios del terreno son astron¨®micos. La tierra es de unos pocos", comentan los vecinos. "Las ¨²nicas soluciones para los j¨®venes sin recursos son pagar un alquiler o lograr una casa de protecci¨®n oficial", a?aden.La direcci¨®n regional de la Vivienda, organismo p¨²blico, que gestiona las cinco ¨²nicas viviendas de protecci¨®n oficial, encontr¨® una soluci¨®n: convocar un concurso para adjudicarlas entre los m¨¢s necesitados. S¨®lo se apuntaron seis vecinos, a pesar de que se trata de chal¨¦s adosados con cuatro habitaciones, tres ba?os y jard¨ªn, y que su alquiler es, 18.500 pesetas al mes. Los vecinos lo explican: "Pronto surgi¨® el bulo de que los chal¨¦s estaban destinados a matrimonios con hijos. Ya sabe como funciona el boca a boca en los pueblos. Muchos ni se molestaron en recoger los papeles a pesar de que necesitaban casa".

Cuatro de los inscritos lograron directamente las viviendas porque reunieron todas las condiciones exigidas: estar empadronados en el pueblo, un nivel bajo de ingresos no, tener casa en propiedad y que el alquiler que pagan actualmente no significara m¨¢s del 35% de sus ingresos. No se exclu¨ªa a nadie por edad o estado civil. Jos¨¦ Luis Aranay, de 30. a?os, alba?il, y Jos¨¦ Manuel Jim¨¦nez, de 35 a?os, due?o de un bar, ambos casados y con hijos, fueron excluido porque gastaban m¨¢s del 35% de su renta en pagar un alquiler. Un chal¨¦ qued¨® sin adjudicar.

Como hab¨ªa una vivienda libre y las necesidades de vivienda en el pueblo segu¨ªan siendo casi las mismas, la direcci¨®n regional de la Vivienda convoc¨® la semana pasada un sorteo entre los dos excluidos.

"Los recursos que pusimos y el apoyo del Ayuntamiento hicieron su efecto. Era injusto que dos parejas con hijos se quedasen sin casa mientras qu¨¦ solteros o jubilados con 94 a?os habitasen los cuatro chal¨¦s", comenta Jos¨¦ Luis Arnay.

Eugenia Castro, jefe de servicio regional de la Vivienda, responde: "La edad o el estado civil no puede ser una obst¨¢culo a la hora de -lograr un piso. No se puede hacer racismo generacional. Adem¨¢s, el vecino jubilado al que hacen referencia tiene 71 a?os, no 92".

El pasado jueves se celebr¨® el sorteo en el sal¨®n de plenos. Dos familias. Una caja de cart¨®n con dos papeletas. Unos segundos despu¨¦s, Jos¨¦ Luis y su esposa Lidia se besaban de alegr¨ªa. Atr¨¢s quedaban Jos¨¦ Manuel y Esther, que intentaban contener las l¨¢grimas y su tristeza. Jos¨¦ Manuel, emocionado, felicit¨® a Jos¨¦ Luis quien le respondi¨® con un lo siento". Momentos despu¨¦s, los perdedores recorrieron las empedradas calles de Lozoya. Seguro que alguna l¨¢grima de rabia se desliz¨® hacia los adoquines.