Condenados a 34 a?os tres espa?oles que secuestraron a un joven alem¨¢n

La Audiencia Nacional ha impuesto una pena de 34 a?os a tres espa?oles, Luis y Santos Robledo Lajas y Mar¨ªa Rosa Gonsalvis M¨®denes, que secuestraron a un joven alem¨¢n de 14 a?os en Hamburgo y cobraron a los padres un mill¨®n de francos suizos (105 millones de pesetas) por su rescate.

Aunque naturales de Valverde del Fresno (C¨¢ceres), Luis Robledo resid¨ªa en Suiza, y el matrimonio formado por su hermano Santos Robledo y la esposa de ¨¦ste, Mar¨ªa Rosa Gonsalvis, viv¨ªan en Hamburgo (Alemania). Los tres planearon dar el golpe de su vida y secuestrar a un ni?o por el que pedir¨ªan un mill¨®n de francos. Adoptada la decisi¨®n, se dieron de baja en las empresas en que trabajaban, alquilaron una vivienda en Hamburgo, en cuyo s¨®tano acondicionaron un escondrijo y eligieron a la v¨ªctima.El 6 de febrero de 1987, a las siete y media de la ma?ana, abordaron a Nicolai Meiss cuando sal¨ªa de su domicilio fingiendo ser polic¨ªas y le obligaron a subir a un coche, donde le ataron. El ni?o permaneci¨® 18 d¨ªas secuestrado hasta que sus padres pagaron el mill¨®n de francos suizos de rescate y fue puesto en libertad.

Pero el dinero del rescate hab¨ªa sido impregnado con una sustancia que luego apareci¨® en el coche usado para el secuestro, propiedad de Luis Robledo. Tambi¨¦n aparecieron microfibras de la ropa del menor y una huella dactilar de Luis en el escondite donde estuvo el ni?o.

Absueltos de amenazas

Los tres secuestradores han sido juzgados en la Audiencia Nacional, competente para enjuiciar los delitos cometidos por espa?oles en el extranjero. La sentencia ha declarado probado que los procesados cometieron un delito de detenci¨®n ilegal, como ped¨ªan el fiscal y la acusaci¨®n, aunque han sido absueltos del delito de amenazas.El tribunal califica de "sorpresiva" e "inveros¨ªmil" la versi¨®n de los hechos que dieron Santos Robledo y Mar¨ªa Rosa Gonsalvis durante el juicio. El matrimonio reconoci¨® su participaci¨®n en el secuestro, pero, seg¨²n su versi¨®n, se vieron obligados a ello por amenazas de muerte de terceras personas.