?Nulidad! ?Moreiras!
Si hay una conclusi¨®n immediata que surge del escrito firmado por el abogado Mariano G¨®mez de Lia?o, primer escrito de la defensa de Mario Conde ante el juez Manuel Garc¨ªa-Castell¨®n presentado en los m¨¢s de cinco meses que han seguido a su puesta en libertad, es que el penalista Antonio Gonz¨¢lez Cu¨¦llar, separado de la defensa del ex banquero y del bufete Asesores en Derecho, desde el pasado mes de enero, podr¨ªa exigir un pago por el copyright. Los 17 folios del escrito elevado ayer en nombre de Conde y cuatro ex administradores (Antonio S¨¢ez de Montagut, sobrese¨ªdo provisionalmente; C¨¦sar de la Mora; Enrique Lasarte y Vicente Figaredo) reproducen los conceptos que Gonz¨¢lez Cu¨¦llar present¨® en su recurso de 'queja, del 31 de diciembre de 1994, tras desestimar el juez su auto de reforma ante la prisi¨®n de Mario Conde.El hecho de que Mariano G¨®mez de Lia?o se haya limitado a reproducir, tras estos seis meses de instrucci¨®n, los mis mos argumentos sobre la presunta infracci¨®n de las garant¨ªas procesales de su defendido (rechazados por la secci¨®n segunda de lo penal de la Audiencia Nacional al conceder la libertad de Conde) revela que toda la estrategia reposa sobre la nulidad de las actuaciones. Eso s¨ª, aquello que se dec¨ªa con cierta habilidad jur¨ªdica en diciembre, ahora es m¨¢s brutal: el juez es pr¨¢cticamente una marioneta de la Administraci¨®n y los hombres del Banco de Espa?a ha tomado por asalto primero la Fiscal¨ªa de la Audiencia Nacional y m¨¢s tarde la planta s¨¦ptima del propio juzgado n¨²mero 3.
Mientras tanto, como reconoce el escrito, el Tribunal Supremo ha decidido rechazar, seg¨²n ped¨ªa Conde, la suspensi¨®n inmediata del acuerdo del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) por el que fue prorrogado el mandato de Manuel Garc¨ªa-Castell¨®n como juez de apoyo hasta finales de octubre pr¨®ximo. Se supone que si se hubiesen apreciado indicios de violaci¨®n de derechos fundamentales en el hecho de que el juez de apoyo instruya el caso Banesto, entre otros muchos, los magistrados, a¨²n sin entrar en este tema de fondo, se habr¨ªan pronunciado por la suspensi¨®n de la pr¨®rroga. Pero no lo hicieron y ahora decidir¨¢n en plazos m¨¢s dilatados. En todo caso, Conde. y G¨®mez de Lia?o no abandonan la idea de que Miguel Moreiras, "juez natural" se haga cargo del sumario.
Mario Conde y Mariano G¨®mez de Lia?o piden la nulidad de las actuaciones por una tema fundamental pero que nada tiene que ver con los derechos fundamentales sino m¨¢s bien lo contrario: porque su omnipotencia les condujo a cometer errores irreparables ante el juez Garc¨ªa-Castell¨®n y el fiscal Florentino Orti. Ni la rapidez en la admisioria tr¨¢mite de la querella, niel secreto de las actuaciones, ni el juez de apoyo, ni los peritos designados por el juez (Banco de Espa?a e Instituto de Contabilidad y Auditor¨ªa de Cuentas) son razones procesales verdaderas.
G¨®mez de Lia?o y Conde pretenden que todo el sumario se basa en declaraciones arrancadas por el juez y el fiscal a solas con testigos m¨¢s o menos ama?ados, bajo el amparo del secreto de las actuaciones.
Y, sin embargo, la piedra angular del sumario han sido las propias declaraciones de Arturo Romani, Mario Conde, Mariano G¨®mez de Lia?6, Jacques Hachuel, para citar aquellas que han aportado datos y contradicciones durante la etapa del secreto. Pero a¨²n m¨¢s significativas han sido para ciertos delitos, tras ser levantado el secreto, las de Juan Belloso, ex consejero delegado del banco, sobre los 300 millones retirados y nunca reintegrados; las de Ronaldo , Sullani y Jim McMahan, vicepresidentes de la multinacional norteamericana Air Products, quienes aportaron testimonios y documentos sobre el pago de 1.344 millones de pesetas que nunca entraron, como deb¨ªan, en Banesto, como pago de una opci¨®n por el 5,9% de Carburos Met¨¢licos; o la de Roberto Mendoza, vicepresidente de J.P.Morgan, para aclarar las relaciones entre el primer accionista, Corsair, y el management de Banesto dirigido por Mario Conde (la palabra m¨¢s frecuentemente utilizada para definir esas relaciones fue "enga?o").
Con todo, la estrategia de no reconocer al juez tiene trampa. Miguel G¨®mez de Lia?o, hermano de Mariano, y defensor de Roman¨ª, s¨ª ha pedido una diligencia: el env¨ªo de una comisi¨®n rogatoria a Panam¨¢, uno de los delitos que m¨¢s preocupan a Conde. El juez a¨²n no se ha pronunciado sobre la petici¨®n, pero hay que saber que con esa prueba los G¨®mez de Lia?o pretenden justificar el pago de una comisi¨®n de 1.500 millones de pesetas (operaci¨®n cementeras) que figuran entre los hechos que enviaron a Roman¨ª y a Conde a Alcal¨¢ Meco. Por tanto, cuando a Conde le interesa una prueba montada a 12.00 kil¨®metros, pues adelante, ?que la solicite el abogado de Roman¨ª!. Cara a la galer¨ªa, como no hay por donde meter mano al sumario, al juez y al fiscal ?Nulidad!.
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