B. B. King asegura que el 'blues' vive el mejor momento de su historia

ENVIADA ESPECIALSabe que es una leyenda viviente y est¨¢ satisfecho de ello. B. B. King ofreci¨® el martes por la noche una velada memorable en el Festival de Jazz de Montreux. El hist¨®rico Wilson Pickett no se qued¨® atr¨¢s. Juntos dieron un gran espect¨¢culo de blues y soul salpicado de momentos de gran intensidad en el auditorio Stravinski. "El blues es m¨¢s importante ahora que en ning¨²n otro momento de su historia" dijo poco antes del concierto. Mientras, en la sala Miles Davis se anunciaban Sorpresas y rock a cargo de los m¨¢s j¨®venes.

B. B. King, quien act¨²a en San Sebasti¨¢n el 25 de julio, es el padre espiritual de todos ellos. Su corpulencia y comprobada maestr¨ªa en la guitarra, as¨ª como una larga carrera de 46 a?os ofreciendo conciertos casi a diario, podr¨ªan ser sus credenciales para avalar esa imagen paterna.Pero B. B. King no ha perdido cierta pureza e inocencia, que se dejan traslucir inmediatamente en sus gestos juguetones y su sonrisa espont¨¢nea, y esa vulnerabilidad es quiz¨¢ lo que hace de ¨¦l todav¨ªa un artista en pleno proceso de formaci¨®n y no una figura est¨¢tica en el firmamento musical. ?l mismo lo dec¨ªa cantando durante el concierto del martes, en uno de los momentos m¨¢s conmovedores de la velada. "He viajado muchas millas / y mucha gente me ha tratado mal y es porque soy un bluesman, / pero soy un hombre bueno.

Ese gran hombre bueno tiene una fe inconmovible en el blues. "El blues es m¨¢s importante ahora que en ning¨²n otro momento de su historia", dijo poco antes del concierto. "Porque hoy hay muchos m¨¢s j¨®venes interesados en el blues, muchos m¨¢s m¨²sicos que lo tocan y muchos m¨¢s guitarristas buenos en este g¨¦nero. Por eso es importante para m¨ª hoy ver a esta gente, hablar y actuar con ellos".

La prodigalidad de la vida art¨ªstica de este m¨²sico es soprendente. S¨®lo en los ¨²ltimos 28 a?os ha ofrecido entre 250 y 275 conciertos por a?o, un total de 6.348 en este periodo. Lo que no ha impedido que grabe infinidad de temas con otros artistas, adem¨¢s de sus propios ¨¢lbumes, el ¨²ltimo de los cuales es precisamente B. B. King & friends, en el que re¨²ne a grandes figuras del blues de nuestro tiempo y rockeros como los U2. "No hay ning¨²n m¨²sico con el que me negar¨ªa a tocar", dice B. B. King, que cree firmemente en su misi¨®n de divulgador del blues. "Lo que siempre he querido es sembrar el gusto por el blues en todo tipo de personas. Si grabo con U2, por ejemplo, atraer¨¦ a gente que sigue a ese grupo y que quiz¨¢ no hab¨ªa o¨ªdo hablar nunca de B. B. King, pero no quisiera llegar al punto de que la gente s¨®lo me recuerde en relaci¨®n a mi trabajo con otros artistas".

No hay mucho peligro de que esto suceda. B. B. King no tiene prejuicio alguno, sino todo lo contrario, al unir el blues a otras formas musicales como el rap o el flamenco, como hizo recientemente al colaborar en el disco del joven guitarrista Raimundo Amador. "Fue una sesi¨®n maravillosa", dijo King. "La m¨²sica es como una gran familia en la que caben todos. Est¨¢n los l¨ªderes y los seguidores, yo soy uno de los seguidores de los grandes guitarristas flamencos".

Las mezclas de blues y rap tambi¨¦n le interesan. "Para m¨ª es importante esa relaci¨®n, como lo es todo lo que tenga que ver con el blues. Lo popular que es hoy el rap y las ocasiones en que los cantantes de rap incorporan algo de blues en sus temas me dan una gran satisfacci¨®n. Sobre todo, porque: el blues est¨¢ en la base de toda. la m¨²sica occidental de nuestro tiempo, y me gusta que eso se reconozca.En su af¨¢n por propagar la fe del blues, B. B. King niega que ¨¦ste se haya comercializado hasta perder sus se?as de identidad. "Nunca, nunca, nunca. Aunque la verdad es que lo que hemos tratado durante a?os es de hacerlo m¨¢s comercial, en el sentido de tratar que llegue a m¨¢s gente interesada en ¨¦l y que ¨¦sta pueda, a su vez, llevarlo a¨²n m¨¢s lejos. Y eso para m¨ª es m¨¢s importante que lo que dicen aquellos cr¨ªticos que preferir¨ªan verlo arrinconado en alg¨²n trastero. Pero, de todas maneras, el blues original a¨²n existe, y no es tan comercial como podr¨ªa esperarse".

B. B. King est¨¢ satisfecho ahora con que lo llamen una leyenda viviente. "No sab¨ªa hasta hace poco si me gustaba o no ese t¨¦rmino aplicado a m¨ª. As¨ª es que un d¨ªa cog¨ª el diccionario y busqu¨¦ la palabra leyenda, y dec¨ªa: 'Algo que ha logrado superar la prueba del tiempo'. Yo he superado la prueba del tiempo en mi carrera, 46 a?os, y os lo agradezco a todos vosotros".

En el concierto que dio esa noche, B. B. King no sorprendi¨®. Las. expectativas eran altas y no desilusion¨® a nadie, dio lo que se esperaba de ¨¦l y su gran orquesta. Pero fueron las escapadas del maestro y su guitarra Lucille hacia rincones inesperados del blues las que lograron momentos realmente conmovedores.

Precedido por Wilson Pickett y la cantante gospel Yvonne Jackson, con un espect¨¢culo de soul lleno de vida, B. B. King centr¨® todo el programa en esos momentos tan suyos, esencia del blues. Wilson Pickett era pura marcha, B. B. King era vuelo libre.