Kohl, echa un capote a Gonz¨¢lez y advierte que Aznar puede no ganar

Helmut Kohl es amigo de Felipe Gonz¨¢lez, y ayer se lo, volvi¨® a demostrar. El canciller alem¨¢n le ech¨® de nuevo un impresionante capote y aconsej¨® a los periodistas que dejen de vaticinar que las previsibles elecciones generales de marzo de 1996 ser¨ªan ganadas por Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, porque podr¨ªan equivocarse. A medida que se ahonda la crisis pol¨ªtica, Gonz¨¢lez es m¨¢s reacio a responder en. p¨²blico a preguntas relacionadas con la pol¨ªtica interior.

En la rueda de prensa con la que concluy¨® la cumbre hispano-alemana se dio la paradoja de que Kohl acab¨® hablando m¨¢s de la situaci¨®n que atraviesa Espa?a que su anfitri¨®n. Gonz¨¢lez explic¨® de entrada que no iba a contestar a preguntas internas porque el temario de sus conversaciones con su hu¨¦sped sobre la presidencia espa?ola ya daba mucho de s¨ª. Todo lo m¨¢s acept¨® confirmar que, en su opini¨®n, "no es en absoluto necesaria" en Espa?a una ley de punto final para al estilo argentino, que puso t¨¦rmino a las causas judiciales abiertas contra militares bonaerenses responsables de la represi¨®n durante la dictadura.Fue todo lo que Gonz¨¢lez consinti¨® comentar sobre "asuntos de casa" y es probable que, cuando el lunes reciba al primer ministro h¨²ngaro, Gyula Hlorn, ser¨¢ fiel a esa conducta.

Kohl fue m¨¢s prolijo. Declar¨® de entrada que "la presidencia espa?ola se ha iniciado de forma excelente". ?Perjudicar¨¢ la inestabilidad pol¨ªtica al buen desarrollo del semestre espa?ol? "Tengo plena confianza en que el Gobierno espa?ol va a cumplir su misi¨®n", contest¨®. "Se oye decir sin justificaci¨®n alguna que Espa?a tiene ahora poco inter¨¦s en los asuntos europeos. Es unta difamaci¨®n".

El canciller recalc¨®, no obstante, que "no se le pasaba por la inmiscuirse cabeza en los asuntos internos espa?oles" aunque al final no resisti¨® a la tentaci¨®n de hacerlo en su respuesta a una pregunta, sobre s¨ª Aznar ser¨¢ su pr¨®ximo interlocutor en la siguiente cumbre hispano-alemana. Su contestaci¨®n fue al principio diplom¨¢tica: "Quien quiera que sea la persona que los espa?oles elijan va a ser la persona con la que voy a. hablar".

Record¨®, sin embargo, Kohl que en sus 13 a?os de poder tiene "amplias experiencias sobre elecciones ganadas y perdidas". "No me atrevo a hacer pron¨®sticos y a ustedes [los periodistas] les aconsejo que hagan lo mismo porque en marzo el resultado podr¨ªa ser contrario al previsto y sus lectores podr¨ªan pensar que han cometido alg¨²n error". "Lo digo en su propio inter¨¦s" concluy¨®.A su lado, Gonz¨¢lez sonre¨ªa ampliamente. A lo largo de estos a?os en los que se ha ido fraguando su amistad el canciller ha convencido a su colega espa?ol, en base a su propia experiencia, de que no debe extrapolar los resultados de, unas elecciones regionales o municipales al conjunto del pa¨ªs.. El presidente espa?ol ha puesto con frecuencia el ejemplo de Kohl para justificar su optimismo electoral, pero el canciller nunca., ha sido salpicado por esc¨¢ndalos similares a los que afectan a Gonz¨¢lez.

Motu propio o porque Kohl se lo haya pedido,. lo cierto es que Gonz¨¢lez se mostr¨® dispuesto a rectificar y a invitar a los, l¨ªderes de los pa¨ªses del Este y de las rep¨²blicas b¨¢lticas a acudir a la cumbre de Madrid de diciembre. Para la presidencia espa?ola se tratar¨ªa as¨ª de intentar superar laa acusaciones de los centroeuropeos sobre sus reticencias a la ampliaci¨®n de la Uni¨®n Europea al Este.Moneda europea

Kohl no quiso hacer sugerencias sobre c¨®mo deb¨ªa denominarse la futura moneda ¨²nica europea, una elecci¨®n que suscita gran pol¨¦mica, pero a?adi¨® con humor: "Ser¨¢ dif¨ªcil encontrar un nombre peor que el ecu". ECU son las iniciales inglesas de Unidad de Cuenta Europea.

Manuel Fraga, presidente de la Xunta de Galicia, consigui¨® aportar su granito de arena a la que ser¨¢, probablemente, la ¨²ltima cumbre entre Gonz¨¢lez y Kohl. Les convenci¨® para que asistieran por la ma?ana a un acto lit¨²rgico en la catedral de Santiago, en el que el arzobispo Juli¨¢n Barrio les incit¨® a ser optimistas sobre la construcci¨®n de Europa, unas palabras que alegraron al canciller.