S¨®lo Indur¨¢in sonr¨ªe en el Mont Ventoux
El corredor navarro ha dejado de ser un hombre conservador en la monta?a. En 1995 ha pasado al ataque
Su transformaci¨®n como escalador es la faceta m¨¢s sorprendente de la evoluci¨®n de Indur¨¢in. Mucho tiene que ver en ello el largo trabajo realizado entre los a?os 1986 y 1990. "Por el camino ha habido muchos desfallecimientos, muchos sufrimientos, hasta comprobar cu¨¢l era la forma adecuada de compensar su peso en la lucha contra los puertos y los escaladores."Ah¨ª ha estado la clave", sostiene su m¨¦dico, Sabino Padilla. Indur¨¢in gan¨® su primera etapa monta?osa en el Tour de 1989 (Cauterets) y una segunda en Luz Ardiden (1990) en plena lucha con el norteamericano Greg LeMond. Pero la prueba de fuego lleg¨® el 21 de julio de 1990.
Se celebraba la cronoescalada del Tour en Villard de Lans, localidad de los Alpes. Indur¨¢in hab¨ªa perdido demasiado peso debido a sus esfuerzos por ayudar a Pedro Delgado, en tonces jefe de filas del Banesto. Le pidi¨® permiso a Ech¨¢varri para no disputar la cronoescalada y reservar energ¨ªas. Ech¨¢varri acept¨® su proposici¨®n aunque eso limitara sus posibilidades de entrar entre los 10 primeros de la general. El resultado final de la etapa les dej¨® sorprendidos: Indur¨¢in era cuarto (Breukink fue el vencedor), por delante de Lemond, el propio Pedro Delgado y a dos segundos de un buen especialista como Marino Lejarreta. Jos¨¦ Miguel Ech¨¢varri nunca olvidar¨ªa esa etapa: all¨ª, en un puerto de monta?a, qued¨® convencido de que Indur¨¢¨ªn estaba listo para ganar el Tour. Lo gan¨® en 1991 gracias a un golpe de gracia entre el Tourmalet y Val Louron. Sentenci¨® tres a?os despu¨¦s, en 1994, en un ataque al suizo Rominger en el Hautacam, para desarmar a todos sus rivales este a?o en La Plagne. Los hechos contradicen el estereotipo: Miguel Indur¨¢in no es un contrarrelojista que se defiende en la monta?a. Es contrarrelojista y escalador.
"Hemos ganado el primero"
Lo dijo Ech¨¢varri, el director del equipo Banesto, cuando se reuni¨® con sus auxiliares tras ganar el primer Tour de Indur¨¢in. No dijo "hemos ganado un Tour". Dijo "hemos ganado el primero de los Tours". Y dijo algo m¨¢s: "Ninguno de sus rivales conoce hasta d¨®nde llega, la fuerza de Indur¨¢in. Siguen creyendo que es d¨¦bil en la monta?a. Pero utilizar¨¢ la monta?a cuando le sirva para ganar".
Sus rivales m¨¢s cualificados destacan que la monta?a ha sido la sorpresa del quinto Tour de Indur¨¢in. "Creo que ha perdido un poco en la contrarreloj y ha mejorado en la escalada", dice Tony Rominger. "Es un hecho que ha mejorado", apunta Claudio Chiappucci. "Ahora s¨ª que no est¨¢ al alcance de ninguno
Sin¨®nimo de desolaci¨®n
Los enviados especiales a la Dauphine Liber¨¦ tuvieron la oportunidad de ver de cerca la fuerza de Miguel Indur¨¢in dos semanas antes de que comenzara el Tour. Apostados en una cuneta del terrible Mont Ventoux, esperaban el paso de la carrera. Sab¨ªan que se hab¨ªa formado un grupo en cabeza donde a Indur¨¢in le acompa?aban Richard Virenque y el colombiano ?lvaro Mej¨ªa. Mont Ventoux es sin¨®nimo de desolaci¨®n. Sus largas pendientes han acabado col las ilusiones de muchos corredores. Nadie sonr¨ªe en el Mont Ventoux, salvo Indur¨¢in.
Los escapados llegaron a la altura de los periodistas. Virenque, con el gesto congestionado, fuera del sill¨ªn. A su espalda, Mej¨ªa, con la vista perdida, incapaz de otra acci¨®n que no fuera sujetarse a la bicicleta. Y detr¨¢s, Indur¨¢in. Imperturbable, grande, monol¨ªtico, majestuoso. Indur¨¢in en el Mont Ventoux. Al paso, vuelve el rostro hacia los periodistas espa?oles. De pronto, sonr¨ªe... y les gui?a un ojo.
El dec¨¢logo
1. Ha modificado el estereotipo: un buen escalador ya no es necesariamente un corredor peque?o y ligero.
2. Su forma de subir se basa en la potencia y en el poder de aceleraci¨®n. No hace maniobras de diversi¨®n.
3. Su ritmo es progresivo. Y eso acaba por agotar a los escaladores cl¨¢sicos.
4. Ha derrotado a los grandes escaladores en la monta?a. S¨®lo Claudio Chiappucci y Marco Pantani han logrado victorias cuando no eran rivales de Indur¨¢in.
5. Utiliza a su equipo para que le marque el ritmo que necesita.
6. Prefiere etapas largas con muchos puertos.
7. Es muy minucioso respecto al recorrido monta?oso del Tour. Nunca toma la salida sin un previo conocimiento de todas las cumbres.
8. Buena parte de su entrenamiento lo ejecuta en los Pirineos.
9. Adopta una actitud defensiva en la monta?a. S¨®lo ha cometido dos errores por precipitaci¨®n: Sestrieres en 1992 y el Mortirolo en el 94.
10. En 1995 se ha movido con m¨¢s agresividad. Seg¨²n sus rivales ha mejorado y ese progreso le permite atacar donde antes s¨®lo se defend¨ªa.
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