Recordatorio
Le escribo porque el poco amable y excesivamente cruel recordatorio de un a?o pasado en la c¨¢rcel demuestra, sin embargo, bastante trivialidad no poco interesada. A su redactor (ver EL PA?S del 30 de junio de 1995) no parece sorprenderle el agravio comparativo con otros ilustres hu¨¦spedes de esta instituci¨®n que han comprado su libertad con dinero sin que eso represente ning¨²n peligro social ni, por supuesto, injusticia. Sin embargo, lo m¨¢s, desagradable es comprobar c¨®mo lo publicado se incorpora a las tesis que hacen ahora furor en medios pol¨ªticos y judiciales: nadie sabe nada de los esc¨¢ndalos o causas penales y son responsabilidad exclusiva de una sola persona.Ahora resulta que nadie me disputaba.la "paternidad intelectual" de PSV, ni en los "buenos momentos", dice el periodista oficiando de notario de algo 4ue manifiestamente desconoce. Pero el p¨¢rrafo dedicado a mis dotes de convicci¨®n a determinados directivos de UGT pata poner en marcha lo del "sindicalismo de servicios" es ya de antolog¨ªa. Como si no estuviera probado y declarado ante el juez por no pocos testigos que a m¨ª se me fue a buscar para efectuar tales menesteres. Por ¨²ltimo, ya sin esperanzas, debo repetir lo ya probado hasta el aburrimiento: que en PSV, Sociedad Cooperativa, jam¨¢s existi¨® el menor agujero patrimonial y que los responsables directos de los mayores desaguisados en empresas del grupo IGS andan tranquilamente por la calle gozando de libertad y presunci¨®n de inocencia.S¨¦ que nada de lo anterior constituye la doctrina oficial de las nuevas relaciones institucionales entre UGT y Gobierno. Mi prolongada e injustificada estancia en prision abona las modernas tesis de las responsabilidades unipersonales que antes comentaba-
. Prisi¨®n de Carabanchel.
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