Industria p¨²blica
EL EXCESO de perturbaciones en la convivencia pol¨ªtica hace ¨²ltimamente dif¨ªcil apreciar en toda su extensi¨®n algunas decisiones de pol¨ªtica industrial de gran alcance que se est¨¢n tomando. Es el caso de la denominada reordenaci¨®n del sector p¨²blico industrial, cuyo decreto-ley, aprobado recientemente en el Consejo de Ministros, se presentar¨¢ pr¨®ximamente en las Cortes. Entretanto, los ciudadanos contemplan sorprendidos c¨®mo una de las empresas p¨²blicas m¨¢s importantes, la el¨¦ctrica ENDESA, concreta decisiones de inversi¨®n en campos muy lejanos a su actividad y ultima alianzas supuestamente estrat¨¦gicas sin que medien explicaciones sobre la racionalidad empresarial o pol¨ªtica de las mismas.La definitiva desaparici¨®n del Instituto Nacional de Industria (INI) es la m¨¢s emblem¨¢tica e inmediata de las consecuencias que se derivan de esa reordenaci¨®n de las empresas p¨²blicas industriales. Se cierra as¨ª una ¨¦poca en la que se asum¨ªa, ampar¨¢ndose en justificaciones ideol¨®gicas y pol¨ªticas diferenciadas seg¨²n el momento, la necesidad -de un sector p¨²blico industrial potente y la de su coordinaci¨®n bajo la estructura de ese instituto nacido hace medio siglo a imagen y semejanza del mussoliniano IRI. La eficiencia de esa instituci¨®n ha sido desigual y, al menos, hasta hace relativamente pocos a?os, ha servido de hospital de empresas inviables, abandonadas por la iniciativa privada, cuya supervivencia ha estado asistida por ese permanente bal¨®n de ox¨ªgeno que son los recursos p¨²blicos. La integraci¨®n europea, la magnitud del d¨¦ficit p¨²blico y, en todo caso, el sentido com¨²n, han terminado por forzar una soluci¨®n que hoy est¨¢ m¨¢s cerca de la racionalidad.
Si con la creaci¨®n de Teneo los actuales responsables del INI ya hab¨ªan dado un paso en la direcci¨®n de mayor clarificaci¨®n, al diferenciar las empresas refugiadas bajo ese paraguas dependiendo de su capacidad para competir sin la asistencia de los recursos p¨²blicos, la decisi¨®n ahora adoptada, sin paliar las dificultades financieras de algunas empresas de ese grupo, avanza en esa misma direcci¨®n de mantener las cuentas claras. La diferenciaci¨®n entre empresas viables y las que no lo son se refuerza ahora con la formalizaci¨®n jur¨ªdica de compromisos que se presentan como irreversibles. El m¨¢s importante es la traslaci¨®n de la deuda del INI (690.000 millones de pesetas) al grupo de empresas viables que se, agrupar¨¢n bajo la denominada Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI): el grupo Teneo m¨¢s las empresas del Instituto Nacional de Hidrocarburos (INH), cuya empresa m¨¢s importante es Repsol. Se trata de un holding sujeto al derecho privado que, adem¨¢s de hacerse cargo de la deuda del INI y de sus costes financieros, dejar¨¢ de disponer del, aval del Estado para la formalizaci¨®n de sus operaciones financieras.
Aislado este grupo saneado, el resto de las empresas en que el INI ten¨ªa participaci¨®n, consideradas en proceso de reconversi¨®n o de mera liquidaci¨®n (Hunosa, Corporaci¨®n Sider¨²rgica, Astilleros, etc¨¦tera), se agrupar¨¢n en la denominada Agencia Estatal para la Industria (AEI), a la que no se reconocer¨¢ capacidad de endeudamiento, aunque siga vinculada a los Presupuestos Generales. Si no hay una clara orientaci¨®n en estas reconversiones, no se har¨¢ otra cosa que desplazar la localizaci¨®n de sus p¨¦rdidas.
Es imprescindible disponer de una estrategia clara sobre el futuro de esas empresas, lo que equivale a disponer de acciones reductoras de su peso sobre los recursos p¨²blicos. ?Existe tal plan? No est¨¢ claro. Convendr¨ªa que el ministerio diera informaci¨®n m¨¢s expl¨ªcita que la publicada en el BOE.
Tambi¨¦n faltan explicaciones sobre las ¨²ltimas decisiones de ENDESA: la entrada en el capital de Antena 3 TV y la no menos sorprendente alianza con el Banco Central Hispano. Si en un sector tan regulado como el el¨¦ctrico, las decisiones de diversificaci¨®n deben ser evaluadas con mucha atenci¨®n, m¨¢s cuando la propiedad mayoritaria de la empresa es p¨²blica. La coincidencia de esas dos decisiones con el fin de la legislatura deja la impresi¨®n de incorrecta administraci¨®n del dinero p¨²blico.
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