El PP decide llevar a los chabolistas de Pitis a un solar vetado en otra ocasi¨®n por los vecinos
Los propietarios de la finca de Pitis (Fuencarral) donde se asientan un centenar de chamizos quieren despejar sus terrenos de chabolistas y se han comprometido a costear el realojo de las familias en prefabricados. Aportar¨¢n 220 millones (dos millones por casa) al Ayuntamiento. El PP ha elegido un lugar pr¨®ximo y yermo, en el barrio de las Alamedillas, para recolocar a los inmigrantes portugueses. En- 1990 fracas¨® el Intento de trasladar aqu¨ª a chabolistas gitanos de la Cruz del Cura. Lo impidieron los pocos vecinos de este conf¨ªn de la ciudad, que boicotearon las obras.
Los chabolistas no saben nada de este plan, impulsado por los propietarios de la finca que ellos ocupan y aprobado por el PP. El PSOE vot¨® en contra e IU se abstuvo. Los portugueses aseguran que desde hace a?os no hablan "con nadie del Ayuntarniento"."A veces nos llegan rumores de que nos van a echar pero no sabemos ni d¨®nde ni cuando", asegura Belmiro Correia, uno de los pobladores. "Si nos llevan a un sitio no muy lejano donde podamos levantar nuestras casetas no estar¨ªa mal, pero que sea un lugar defin¨ªtivo"., concluye.
Al poblado actual de Pitis s¨®lo se acercan algunas voluntarias sociales para organizar actividades con los ni?os, prestar asistencia sanitaria y ayudar en tr¨¢mites oficiales.
En Las Alamedillas, el barrio elegido para acoger a los chabolistas, nadie conoce el proyecto. La noticia de que en la zona se va a levantar un poblado gitano -as¨ª consideran a los habitantes de Pitis- levanta ampollas.
Antonio Vargas, presidente de la asociaci¨®n de vecinos de este barrio formado por una treintena de casitas bajas amenaza con movilizaciones.
"En 1990, ya paramos las excavaciones para impedir el traslado de los gitanos de la Cruz del Cura, luego los trajeron aqu¨ª. cerca a: La Quinta, y hemos padecido el constante trasiego de toxic¨®manos, que tuvimos que cortar mediante patrullas", explica.
"No conocemos a la gente de Pitis pero cualquier barrio de esos acaba mal y aqu¨ª vivimos tranquilos", concluye.
Los dirigentes municipales esquivan la pol¨¦mica. El gerente de Urbanismo, Luis Rodr¨ªguez Avial, prefiere dejar que pase el tiempo. "Hemos aprobado el proyecto en su fase inicial, ahora se abre un plazo de informaci¨®n p¨²blica para recoger las sugerencias vecinales", dice.
El edil socialista, Jos¨¦ Mar¨ªa de la Riva, torpedea esta actuaci¨®n: "El PP realoja en funci¨®n de los intereses de unos privados, no de los chabolistas y de la ciudad".
Las 110 casetas de Pitis est¨¢n inclu¨ªdas en el proyecto urban¨ªstico del Arroyo del Fresno. Los propietarios han firmado un acuerdo con el Ayuntamiento por el que cambia el dise?o original de este ensanche.
La parcela pensada para edificar un colegio ser¨¢ un bloque de viviendas; la prevista para uso social y comercial se convertir¨¢ en m¨¢s bloques; los 22.000 metros cuadrados reservados a oficinas quedar¨¢n para pisos, al igual que los 4.398 metros cuadrados para garajes.
Los beneficiados por estos cambios, titulares de los terrenos de Arroyo del Fresno, regalan a cambio un parque, la urbanizaci¨®n de la Avenida Ventisquero de la Condesa, un centro c¨ªvico de 4.217 metros cuadrados y suelos y dinero para realojar a los chabolistas.
"Con este tipo de convenios, el alcalde va a convertir Madrid en una ciudad de residentes y no de convivientes. Para que haya vida urbana debe haber de todo y aqu¨ª eliminan la actividad econ¨®mica de las oficinas, aumentan las viviendas y quitan el colegio. Conclusi¨®n: se resta calidad de vida a los vecinos", denuncia De la Riva.
Tras os Montes en Fuencarral
Las chabolas de Pitis s¨®lo las ven los viajeros de los trenes de cercan¨ªas que se dirigen a la sierra. El poblado naci¨® hace unos diez a?os, cuando un grupo de inmigrantes de la rec¨®ndita comarca portuguesa de Tras os Montes, pr¨®xima a Zamora, levant¨® sus casetas junto a la estaci¨®n f¨¦rrea y cerca de la zona residencia] de Mirasierra. En 1987, las autoridades les consideraron chabolistas legales, les derribaron las casetas y les pagaron un billete de tren a Portugal. Pero volvieron. Braganza y Miranda de Duero son muy pobres y ellos ten¨ªan puestas sus esperanzas en Madrid.
Ya en 1992 los servicios sociales de Fuencarral contaron 66 chamizos. Desde 1993 superan el centenar y est¨¢n fuera de todos los programas oficiales de apoyo social y realojamiento.
Los habitantes de Pitis han vivido durante a?os de precarios trabajos en la construcci¨®n y el servicio dom¨¦stico, de la mendicidad y de la recogida de cart¨®n y chatarra. Se han dado algunos problemas de venta de droga, pero, seg¨²n el Cuerpo Superior de Polic¨ªa, no es ¨¦ste un n¨²cleo de trapicheo. "Nosotros no tenemos nada que ver con los ricos de la Quinta [poblado de realojamiento convertido en mercado de la droga] que venden lo que no tienen que vender", afirman los portugueses.
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