Hamer, pese a sus teor¨ªas, se oper¨® de un tumor con cirug¨ªa convencional

Austria era hasta ahora un para¨ªso para el ex m¨¦dico Geerd Ryke Hamer, que en el castillo de Burgau, en una peque?a localidad de la provincia de Estiria, organizaba seminarios de fines de semana para divulgar sus teor¨ªas de la nueva medicina, cuyos conocimientos le fueron revelados, seg¨²n ¨¦l, por su fallecido hijo, Dirk, durante el sue?o. Su mujer falleci¨® en 1985 de un c¨¢ncer, "en fase de curaci¨®n", tras seguir su terapia

Centenares de personas asisten peri¨®dicamente a los seminarios del doctor horroris causa, como calificaba estos d¨ªas a Hamer el semanario austriaco Meuws, y cada uno paga el equivalente a 1.500 chelines por participar (unas 15.000 pesetas). En el id¨ªlico Burgau, un castillo donde est¨¢ situado el centro principal de la nueva medicina, Hamer cuenta con la protecci¨®n de la mujer del alcalde, Erma Wallner, que asegura sobrevivi¨® a un c¨¢ncer gracias a su ayuda. Una amable voz de mujer contesta al tel¨¦fono en el castillo: "Centro de nueva medicina, buenos d¨ªas". Y esta incondicional simpatizante se queja amargamente de la "prensa internacional", que seg¨²n ella, no ha investigado "los cientos de casos" de pacientes que han sobrevivido gracias a la terapia del doctor Hamer. Su secretaria asegura que en Austria el ex m¨¦dico sufre una "caza de brujas" y que es probable que no regrese porque teme ser enviado a la c¨¢rcel.

Hamer afirma que no pasa consultas y vive de sus libros y de la celebraci¨®n de seminarios y donaciones. Sin embargo, seg¨²n pudo comprobar este peri¨®dico ¨¦sta semana, basta una llamada telef¨®nica al castillo de Burgau para concertar una cita con ¨¦l.

En la ciudad alemana de Colonia tiene su segundo centro de operaciones, donde funciona la editorial Amici di Dirk o Los Amigos de Dirk, su hijo muerto en 1978, a los 19 a?os, despu¨¦s de recibir en la cubierta de un barco un balazo disparado por el pr¨ªncipe V¨ªctor Emmanuel de Saboya. Dirk, gravemente herido, tras ser internado en un hospital de Roma y ser sometido a nueve operaciones, muri¨® cuatro meses despu¨¦s del incidente. Poco despu¨¦s Hamer y su mujer Sigrid, tambi¨¦n m¨¦dico, enfermaron de c¨¢ncer.

El internista recurri¨® sin embargo, a la medicina cl¨¢sica y se dej¨® operar su c¨¢ncer en los test¨ªculos, asegurando despu¨¦s que hab¨ªa sanado gracias a la nueva medicina, a pesar de que desarroll¨® esas teor¨ªas a partir de 1981, tres a?os despu¨¦s de contraer la enfermedad. Su mujer muri¨® en 1985, sin tratamiento pero, seg¨²n ¨¦l, "en fase de curaci¨®n de conflicto de territorio", a consecuencia de un ataque cardiaco originado por la "profunda tristeza" de haber perdido a su ¨²nico hijo var¨®n.

Mientras en Alemania acumul¨® una deuda de 2,5 millones de marcos, su libro Legado de una Nueva Medicina, 700 p¨¢ginas en las que enuncia sus teor¨ªas, "herencia de su hijo Dirk" se vend¨ªa a todos sus simpatizantes en al menos cinco pa¨ªses de Europa. El conocimiento de las cinco leyes de la nueva medicina le fue revelado por su hijo fallecido, que en sue?os le dec¨ªa: "Lo que has descubierto es correcto, Geerd... Ahora viene una revoluci¨®n en la medicina". En el libro asegura que sus enemigos son "el Estado y el sistema", que es perseguido por diversos servicios secretos internacionales y la mafia, y que el sida es un invento de la medicina cl¨¢sica.

Olaf J¨¹rgenssen, el m¨¦dico que denunci¨® a Hamer en Austria y que diagnostic¨® a la peque ?a Olivia Pilhar un tumor en el ri?¨®n, asegura que Hamer de muestra en su libro "claras tendencias fascistas", porque su "visi¨®n del mundo incluye la teor¨ªa de que la mujer pertenece s¨®lo al hogar, los negros a ?frica y las ¨²nicas funciones del hombre son las de defender su territorio". J¨¹rgenssen considera "criminales" las tesis de Hamer.

Al menos 30 m¨¦dicos en Austria son considerados simpatizantes de Hamer, entre ellos Maria Rozkydal, que se enfrenta ahora a un tribunal disciplinario de la Asociaci¨®n de M¨¦dicos de Austria por haber recomendado a los padres de Olivia Pilhar que fueran a la consulta de Hamer en el castillo de Burgau. La asociaci¨®n se neg¨® a confirmar esta informaci¨®n y en la oficina de Hamer aseguraron que no entregar¨ªan la lista con sus nombres por miedo a represalias.