Sentencia ejemplar en L'Hospitalet

EL QUE fuera alcalde socialista de L'Hospitalet, por poblaci¨®n la segunda ciudad de Catalu?a, Juan Ignacio Pujana, ha sido condenado por la Audiencia de Barcelona al considerar que cometi¨® un delito de tr¨¢fico de influencias en la adjudicaci¨®n de unas obras municipales. El tribunal no aprecia que Pujana hubiera cobrado comisiones al adjudicar las citadas obras, lo que evita al condenado la pena de c¨¢rcel.La ejemplaridad de la sentencia no viene dada por la dimensi¨®n del castigo -un mes de arresto, seis a?os de inhabilitaci¨®n y una multa de 300.000 pesetas-. Lo destacable es que se trata de la primera vez que un tribunal dicta una sentencia acogi¨¦ndose al delito de tr¨¢fico de influencias cuya introducci¨®n en el C¨®digo Penal, en 1991, fue aconsejada por el estallido del caso Guerra.

A las sospechas sobre la conducta de algunos pol¨ªticos se un¨ªa hasta ahora el malestar por la impresi¨®n generalizada de que el castigo a este tipo de conductas acababa atasc¨¢ndose por los vericuetos de los juzgados de los tribunales y, al final, los culpables quedaban impunes. La sentencia contra Pujana, en este sentido, demuestra lo contrario y rea firma la autoridad del referente judicial para dar la ¨²ltima palabra en la actual sopa de acusaciones a la clase pol¨ªtica, veraces o no. El partido de Pujana, el PSC, reaccion¨® correctamente y desbanc¨® a su hombre, de la alcald¨ªa el mismo d¨ªa en que fue procesado. Sin anticipar la condena judicial, le aplic¨® la doctrina de la responsabilidad pol¨ªtica ante los, claros indicios de irregularidades que se desprend¨ªan del sumario. Se trata de la reacci¨®n m¨¢s deseable ante conductas que est¨¢n lejos de serio y con las que esta sociedad ha dejado de tener condescendencia.