MOSC?, PARA?SO DEL DERROCHE
El alcalde de Mosc¨², Yuri Luzhkov, y 80 colaboradores se dejaron caer para el almuerzo por el Maxim's, el lujoso restaurante franc¨¦s que abri¨® un nuevo local en una calle cerca del Kremlin hace tan s¨®lo unas semanas, seg¨²n informa el Herald Tribune. Camareros impecablemente vestidos, cuadros de la belle ¨¦poque, c¨¢lida m¨²sica ambiental, exquisitos vinos franceses y una comida, sublime hicieron que la cuenta de la mesa del alcalde y compa?¨ªa ascendiese a m¨¢s de 20.000 d¨®lares (casi dos millones y medio de pesetas). "Hay tal cantidad de dinero en Mosc¨², que algunas veces no puedo creer lo que veo", dijo Christophe Lafrite,el joven propietario, de 26 a?os, del Maxim's de Mosc¨². Laffite, que ha trabajado en el Maxim's y en el Ritz de Par¨ªs y en hoteles de cinco estrellas en Londres y en Ginebra, hasta que lleg¨® a Mosc¨² no conoci¨® a un cliente que pidiese cinco botellas de Chateau d'Yequem del 86, que cuestan 35.000 pesetas cada una, al terminar la comida, soltase el dinero en met¨¢lico y se las llevase a la calle bajo el brazo. "Algunos rusos me comentan que nuestros precios no son nada caros", dice Laffite haciendo hincapi¨¦ en que habla en serio. Es la filosofia de la jet set moscovita: gastar, gastar y gastar-
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