Empleados del Doce de Octubre protestan por la inseguridad
Unos 300 trabajadores del hospital Doce de Octubre, espoleados por la violaci¨®n el mi¨¦rcoles de una enfermera, cortaron ayer durante cinco minutos el tr¨¢fico de la avenida de C¨®rdoba para protestar por la inseguridad que sufren dentro y fuera del centro. Una zona en la que en junio se detuvo a 10 personas y se cometieron al menos 13 delitos: seis robos a. personas, un tir¨®n, dos sustracciones de veh¨ªculos, as¨ª como tres hurtos en la parada de autob¨²s y una reyerta en la sala de espera. La agresi¨®n que desencaden¨® las protestas de ayer fue perpetrada a las 21.30 en la escalera de acceso a la estaci¨®n de Renfe Doce de Octubre. Seg¨²n la direcci¨®n del hospital, la enfermera, que sal¨ªa de trabajar, no s¨®lo fue violada, sino tambi¨¦n desvalijada. La Comunidad de Madrid sufre una media de 55 delitos al d¨ªa contra la libertad sexual.
Peligro en los pasillos
Los trabajadores del Doce de Octubre sufren agresiones y robos incluso dentro del centro sanitario
No en balde los empleados recordaban ayer con estremec¨ªmiento la reciente paliza que cuatro desconocidos propinaron a la salida del hospital a un trabajador para robarle, o el caso de la enfermera que, tras sufrir diferentes abusos, permaneci¨® varias encerrada en el maletero de su veh¨ªculo.Los usuarios tambi¨¦n se han quejado de lo poco seguros que resultan los accesos del centro. Alicia R., de 27 a?os, frecuenta el hospital debido a la enfermedad irreversible de su padre. En los tres ¨²ltimos meses ha sido v¨ªctima de varios intentos de robo. "La parada del autob¨²s de la l¨ªnea 22, junto a la carretera de Andaluc¨ªa, es una ratonera", explic¨® Alicia. "All¨ª una noche me intimidaron dos hombres con una navaja. Yo no sab¨ªa hacia d¨®nde escapar. O dejaba que me atracasen o me arriesgaba a que un coche pudiese atropellarme si escapaba".
Una enfermera del centro ha vivido el miedo sin salir a la calle.
"Hay poco control en la entrada del hospital y hace pocas semanas se col¨® un joven que me pidi¨® ciertos medicamentos a punta de jeringuilla", coment¨®.
Pocos d¨ªas antes, una compa?era recibi¨® un navajazo en el tobillo cuando, trasladaba unos expedientes desde el edificio principal a la unidad materno-infantil a trav¨¦s de un pasillo interior.
Pese a est¨¢s inquietantes declaraciones, la Jefatura Superior de Polic¨ªa de Madrid afirm¨® que. el ¨ªndice d¨¦ delincuencia en esa zona "no es demasiado elevado" y que est¨¢ bien controlada por los efectivos de la comisar¨ªa de Usera. Con todo, la direcci¨®n policial anunci¨® un aumento de la vigilancia en el hospital y sus aleda?os.
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