39 inculpados en busca de instructor
Al colgar la toga, el juez Barbero deja empantanados 151.000 folios del 'caso Filesa' para un sucesor que tardar¨¢ meses en ponerse al d¨ªa
El juez instructor del caso Filesa, Marino Barbero, ha colgado la toga. Deja tras de s¨ª un rastro de 39 inculpados pendientes de una eventual apertura del juicio oral, que habr¨ªa puesto fin a su intervenci¨®n como instructor en el procedimiento.Con la renuncia de Barbero quedan empantanados 19.000 folios de diligencias, 39 recursos ante el Supremo contra su ¨²ltima resoluci¨®n y una colecci¨®n de cientos de miles de documentos contables que dif¨ªcil mente podr¨¢ verse nadie nunca. El magistrado, sobre todo, se ahorra la responsabilidad de la decisi¨®n que puede llevar a sentarse en el banquillo de los acusados a algunos de los m¨¢s ilustres apellidos de la banca y de las grandes empresas del pa¨ªs.
Tras la controvertida renuncia, de Barbero, revestida con el lastimero pretexto de no haber sido amparado por el Poder Judicial frente a unas abruptas declaraciones del presidente ex treme?o, el socialista Juan Carlos R¨®dr¨ªguez Ibarra, la primera tarea del Tribunal Supremo sobre Filesa consistir¨¢ en el nombramiento de un nuevo juez instructor entre los dem¨¢s magistrados de la Sala Segunda. Seg¨²n el turno establecido, por el magistrado Fernando Cotta tras su acceso a la presidencia, tal honor habr¨ªa reca¨ªdo sobre los magistrados, Ram¨®n Montero o Eduardo Moner.
Pero, como no todos los magistrados est¨¢n de acuerdo con las normas dictadas por el presidente, ¨¦stas volver¨¢n a ser debatidas en septiembre. De momento, no hay instructor a la vista.
El designado, de todas formas, tardar¨¢ meses en ponerse al d¨ªa. La trama financiera y empresarial del caso Filesa reviste especial complejidad y en algunos casos se diluye en intrincadas operaciones de ingenier¨ªa financiera, dif¨ªciles de entender y m¨¢s a¨²n de probar.
Junto al documento b¨¢sico del proceso, el informe de 500 folios de los peritos del Ministerio de Econom¨ªa y Hacienda, el nuevo instructor deber¨¢ estudiarse las 136 declaraciones de que consta la causa (43 de inculpados, 69 de testigos y 24 diligencias de ratificaci¨®n) y familiarizarse con millares de folios en los que se da cuenta del material acumulado en 47 entradas y registros de empresas e instituciones.
Y eso s¨®lo para empezar. Porque tambi¨¦n deber¨¢ tomar siquiera somero conocimiento de las avatares de un proceso que gener¨® 63 recursos de reforma, 32 de queja, 11 de s¨²plica, cuatro de nulidad, un incidente de recusaci¨®n y una apelaci¨®n, es decir del total de 112 recursos que a Barbero le plantearon los abogados.
Y deber¨¢ repasar, aunque sea esquem¨¢ticamente, el ¨ªndice de los centenares de miles de documentos acumulados por Barbero en sus incesantes reclamaciones de facturas, justificantes y extractos contables de las campa?as electorales del PSOE.
Paralelamente, los tres magistrados que entienden del caso Filesa tendr¨¢n que hacer frente a los ¨²ltimos recursos de queja presentados por los 39 inculpados contra el auto de inculpaci¨®n. Antes de irse, Barbero entreg¨® al Supremo el preceptivo informe sobre las quejas, en el que ven¨ªa a reproducir los mismos argumentos por los que, previamente, ¨¦l hab¨ªa desestimado otros tantos recursos de reforma.En su auto de inculpaci¨®n, plagado de la mentaciones que hoy constituyen su verdadero testamento procesal, Barbero dividi¨® a los 39 inculpados en cuatro grupos, seg¨²n los diversos comportamientos delictivos que apreciaba. En un primer grupo situ¨® a los querellados Carlos Navarro, Josep Maria Sala, ?lberto Flores y Luis Oliver¨®, personas vinculadas, al PSOE que presuntamente dise?aron los m¨¦todos de obtenci¨®n de la financiaci¨®n irregular para el partido.En el grupo de vinculados a los bancos y grandes empresas se encuentran el presidente del BBV, Emilio Ybarra, y los consejeros de la misma entidad Jos¨¦ ?ngel S¨¢nchez Asia¨ªn y Jos¨¦ Antonio S¨¢enz de Azc¨²naga y el ex presidente del BCH Alfonso Esc¨¢mez, junto a los gestores de empresas como. ABB, Focsa, Abengoa, Enasa Pryca, Elsan o Camunsa. B¨¢sicamente, est¨¢n acusados de hacer llegar al PSOE a trav¨¦s de Filesa grandes sumas de dinero por informes t¨¦cnicos que despu¨¦s no han aparecido.
En los otros dos grupos figuraban los proveedores ajenos al holding, que prestaban servicios interrelacionados de publicidad tanto a Filesa como al PSOE (Hauser, el Viso, Mabuse, Dobbs y otras) y los proveedores de Filesa, empresas de la ¨®rbita de Aida ?lvarez, conectadas financieramente con Filesa.
Pero, en el auto recurrido por los inculpados, la descripci¨®n de las conductas no llevaba emparejada la correlativa atribuci¨®n de responsabilidades. Es decir, por un lado se describ¨ªan unos hechos y por otro se imputaban unos delitos, pero sin establecer ninguna relaci¨®n entre unos y otros. En un escrito de casi 30 folios, en el que se atribu¨ªan un total de 114 delitos a un colectivo de 39 personas, Barbero no menciona ni un solo art¨ªculo del C¨®digo Penal. Si el Supremo estima los recursos, corresponder¨¢ al nuevo instructor redactar un nuevo auto de inculpaci¨®n.
Posteriormente, las acusaciones dispondr¨¢n de tres meses para solicitar la apertura del juicio oral, formulando escrito de acusaci¨®n o pidiendo el sobreseimiento de la causa. Despu¨¦s, el nuevo instructor tendr¨¢ que redactar el auto de las grandes decisiones, el de apertura del juicio oral, el que determinar¨¢ quienes, y por qu¨¦ delitos, se sentar¨¢n en el banquillo, frente a un tribunal, por el caso Filesa.
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