El mar
La l¨ªnea de la playa es la linde del mundo real.
Delante se extiende el mar como una materia secreta.
Las especies marinas son irreales, habitantes de un universo donde ya no es audible la explosi¨®n de los volcanes.
Contra la obviedad, el mar es el secreto mismo.
Un secreto que, siendo agua, nunca podr¨¢ ser revelado, ni desguazado.
En las aguas del lago se encuentra incluida la muerte, pero las aguas del mar mantienen un trato her¨¦tico con el cielo.
El agua dulce es sagrada por excelencia, mientras el mar es agua profana.
El lago tiene disuelta una mujer viuda, pero el mar tiene disuelta a una actriz.
Enaguas, canciones, grandes consolas con luna. Alazanes, elefantes, cadillacs, magnolias, grupos de mariscales.
El mar es cine.
La mirada viaja sobre el mar y tras ella sigue el cuerpo - desarm¨¢ndose
Una velocidad de aceleraci¨®n tan alta, que tras la figura del winsurfista va rasg¨¢ndose la memoria como unas ropas.
La velocidad de su luz lleva de la f¨ªsica a la metaf¨ªsica del pasado y del porvenir al narcisismo.
El mar es exorno, puro objeto. Es azul porque es in¨²til. Simple ornamento. - , - -
El lago es familiar o invernal, vive al resguardo de una tapicer¨ªa de bosques, ciervos y b¨²hos, mientras el mar se abre exento ante una naturaleza ad¨²ltera. ' -
El invierno es una edificaci¨®n neocl¨¢sica. Heredera del conocimiento puro.
Mientras el verano es barroco.
Cerca del verano se extiende la escalinata del mar.
El mar como 'una mujer desnud¨¢ndose.
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