Curanderismo letal
LA MUERTE dram¨¢tica de una barcelonesa que hab¨ªa interrumpido el tratamiento convencional contra el c¨¢ncer que padec¨ªa y el episodio de una ni?a austriaca afectada por esa misma enfermedad y a la que sus padres trasladaron a Espa?a para evitar que los m¨¦dicos la operaran ha dado a conocer la imagen de un cierto doctor Hamer. Se trata de un doctor austriaco defensor de una medicina alternativa que suprime los tratamientos establecidos y pone el acento en la autocuraci¨®n mental del enfermo.La "curaci¨®n por el esp¨ªritu" comienza en esta cultura (aparte religiones, sectas o supersticiones) por Mesmer, el magnetizador: en Viena, la ciudad de Sigmund Freud y del psicoan¨¢lisis; la misma de la que llega esta "nueva medicina" de Hamer. Est¨¢ causando v¨ªctimas mortales. Sus disc¨ªpulos, varios de ellos espa?oles y ejerciendo aqu¨ª, consideran que las enfermedades proceden de conflictos psicol¨®gicos: si el enfermo descubre la causa ps¨ªquica del mal, ¨¦ste desaparece. No, no desaparece, salvo en cuestiones muy espec¨ªficas. La esperanza de vida se ha m¨¢s que duplicado en Europa desde el tiempo de Mesmer (dos siglos). Pero no se debe a ¨¦l, sino a la medicina cl¨¢sica renovada de tal forma, apoyada de tal manera, que ha conseguido resultados entonces inimaginables.
Naturalmente, no es infalible. Nunca habr¨¢ una medicina infalible si se considera que ninguna nos salvar¨¢ de la muerte. De esa evidencia se ha nutrido eternamente la superstici¨®n, la tensi¨®n hacia el milagro y la creencia en formas de curanderismo. Practicada por m¨¦dicos titulados, el da?o empieza cuando retira al enfermo la ayuda t¨¦cnica real; en los casos que se han conocido estos d¨ªas, la quimioterapia para enfermos de c¨¢ncer. La angustia de la enfermedad, el sufrimiento ps¨ªquico y f¨ªsico que causan las terapias, llevan a los pacientes a estas pr¨¢cticas, que, en el mejor de los casos, acelerar sus muertes; en otros las producen cuando pod¨ªan haber sido evitadas.
Una serie de "medicinas alternativas" est¨¢n alentando esos impulsos. No se puede renegar de todas las que tienen alguna base real, como apoyo o como terapia ps¨ªquica, aunque haya otras, fuera ya del ¨¢mbito de la medicina, que son siniestras. Todos los a?os hay muertos por pr¨¢cticas de brujer¨ªa o de exorcismos: frecuentemente son ni?os las v¨ªctimas. Algunos medios de comunicaci¨®n est¨¢n difundiendo estos sistemas: a veces como publicidad, otras por lo que creen una buena informaci¨®n. En el caso de la mujer muerta en Barcelona, la familia comenta el da?o que han causado dos programas de televisi¨®n. Son acusaciones que hay que acoger con mucho cuidado: el juez ante quien presentaron al m¨¦dico del "sistema Hamer" ha rechazado la denuncia porque ese facultativo no recet¨® nada que pudiera haber causado la muerte. En cualquier caso, el t¨ªtulo no da derecho a cualquier pr¨¢ctica o cualquier invento que bien puede no ser nocivo, pero que tampoco es curativo y explota la necesidad y la angustia de los enfermos. Hamer ha sido privado en Austria del derecho a ejercer: es una medida prudente.
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