Cerca y lejos

No puedo entender que no pensemos que cerca de bloques y edificios bastante dignos (no ya s¨®lo en nuestra periferia) sigan existiendo el chabolismo y las grandes bolsas de pobreza.Las tenemos tan cerca que s¨®lo nos costar¨ªa unos minutos darnos una vuelta y ver a familias enteras d¨®nde viven, sin agua, sin servicios..., y sus alrededores rebosan de escombros, basura, donde las ratas campean libremente.

Los ni?os de esta zona intentan jugar "en la etapa corta que deben de tener de ni?ez" arriesgados a todo tipo de peligros. En esta otra l¨ªnea no hay bancos ni ¨¢rboles ni plazas para ellos. Nacieron all¨ª porque, nadie elige el lugar donde le gustar¨ªa nacer. Adem¨¢s de todo esto en m¨¢s de una ocasi¨®n he o¨ªdo decir: "Bueno, a esta gente le gusta vivir as¨ª, no sabr¨ªa vivir de otra forma...". ?Hasta d¨®nde puede llegar nuestro cinismo? ?Hasta d¨®nde somos capaces de no querer ver, con tal de que nosotros no lo vivamos? Por todo esto me siento incapaz de alegrarme cuando me dicen: "Qu¨¦ alegr¨ªa, esta plaza est¨¢ ideal para tomar el fresco, hay bancos comod¨ªsimos, le han puesto hasta una peque?a fuente y, por si fuera poco, hay una zona para que defequen los perros. La iglesia aquella la han restaurado, ahora da gloria verla, o aquel edificio de no s¨¦ qu¨¦ siglo, al final, ha recobrado su grandeza".

Por esto, por aquello y por lo de m¨¢s all¨¢, no puedo esbozar una sonrisa de satisfacci¨®n cuando de inmediato me acuerdo de esta zona, donde s¨®lo nos separa a veces unos metros y miles de kil¨®metros de insolidaridad.- Josefina S¨¢nchez.