Los cuerpos de tres asesinados a tiros fueron quemados en el campo en Alcal¨¢

VIENE DE LA PAGINA 1El fuego desfigur¨® hasta tal punto los cad¨¢veres que en la tarde de ayer la polic¨ªa apenas pose¨ªa su descripci¨®n f¨ªsica. Ni siquiera se sab¨ªa si hab¨ªan sido maniatados antes de la ejecuci¨®n. La ¨²nica pista proced¨ªa de los restos de un pasaporte hallado junto a una de las v¨ªctimas. El documento apunta a que este fallecido es de sexo var¨®n y extranjero, seg¨²n fuentes cercanas a la investigaci¨®n, que han relacionado el triple asesinato con un ajuste de cuentas y han destacado la extrema frialdad de su comisi¨®n. Propio de profesionales del crimen, dispuestos a no dejar una sola prueba a sus espaldas, como demuestra el robo del coche -sustra¨ªdo la ma?ana del martes en Pueblo Nuevo (Ciudad Lineal)- y su posterior quema.

De hecho, ni siquiera la r¨¢pida detecci¨®n del fuego por los vecinos de una urbanizaci¨®n cercana impidi¨® que el veh¨ªculo quedase completamente carbonizado. En este sentido, la polic¨ªa incluso baraja l. hip¨®tesis de que el incendio del monte fuese causado por los propios criminales. En favor de esta interpretaci¨®n, los investigadores destacan que una de las latas de gasolina fue hallada a nueve metros del veh¨ªculo, en la zona donde se inici¨® la propagaci¨®n de las llamas.

El incendio se extendi¨® por el barranco y trep¨® a las laderas del monte Gurug¨², a menos de cinco kil¨®metros de Alcal¨¢ de Henares. Alertados por el humo y el fuego, los vecinos llamaron a la Polic¨ªa Local,. que a su vez avis¨® a los bomberos. A su llegada, a¨²n ard¨ªan el Golf y sus tres ocupantes, ya muy calcinados. Un impacto de baja marcaba la parte posterior de. su carrocer¨ªa. Era la 1.30. Seg¨²n la polic¨ªa, hab¨ªa pasado poco tiempo desde que se desat¨® el fuego. Con el fin de no destruir pruebas, los bomberos, a petici¨®n de los agentes, dejaron que las llamas se consumiesen. Este factor retras¨® ayer la identificaci¨®n de los calcinados.

El coche, con el freno de mano puesto y el morro hacia arriba, hab¨ªa sido abandonado a la vera del camino forestal, en un brazo de apenas cuatro metros de ancho y seis de largo, recostado sobre la ladera del monte.

Para llegar al lugar hay que desviarse de la carretera que une Alcal¨¢ con Arganda al pie del Gurug¨² y recorrer 200 metros del camino forestal. La ¨²nica indicaci¨®n es un letrero de la Agencia del Medio Ambiente (AMA) que recuerda la prohibici¨®n de verter escombros y basuras.

La senda, que muere a menos de 500 metros, serpentea el lecho de una angosta quebrada, llamada Barranco de Manuel Aza?a. Pinos y rastrojos dominan la zona. El suelo est¨¢ repleto de pa?uelos de papel, pl¨¢sticos, botellas de agua y paquetes de tabaco arrojados por los visitantes nocturnos, en su mayor¨ªa parejas. El camino donde fueron hallados los cad¨¢veres es bastante frecuentado, seg¨²n los vigilantes forestales de la Agencia del Medio Ambiente.

Ahora bien, el lugar del Crimen, el ¨²nico en el que se puede girar el coche a lo largo del camino, es imposible de ver desde la carretera. Este dato demuestra que los asesinos no eligieron la zona al azar. Por el contrario, la impunidad con que actuaron -tiroteo, incendio y huida en un mismo sitioapunta a que conoc¨ªan el barranco y su aislamiento.

A causa de la propagaci¨®n del incendio del coche ardi¨® una hect¨¢rea de monte bajo y resultaron da?ados cerca de un centenar de pinos. En la extinci¨®n participaron cinco unidades de bomberos -cerca de 40 efectivos- Una vez sofocado permanecieron en el lugar dos retenes. Los restos y cenizas del veh¨ªculo, bajo el que qued¨® un charco de aluminio fundido, fueron minuciosamente investigados por agentes de la Polic¨ªa Judicial de Alcal¨¢ y Madrid. Fruto de esta inspecci¨®n fue el hallazgo de los seis casquillos. A las 9.45 el coche fue retirado.

Los cad¨¢veres fueron conducidos al dep¨®sito del cementerio Jard¨ªn, de Alcal¨¢ de Henares. La autopsia se inicio por la tarde. El caso pas¨® a manos del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 6 de Alcal¨¢, cuya titular se neg¨® a facilitar informaci¨®n sobre los hechos.

Quemar al muerto

Matar a balazos y calcinar el cad¨¢ver se ha convertido en los ¨²ltimos a?os en una modalidad en auge entre los criminales. El 4 de julio fue descubierto en Torremolinos (M¨¢laga) el cad¨¢ver del polic¨ªa Jos¨¦ Garc¨ªa Briales, de 47 a?os. El hombre muri¨® carbonizado y esposado al volante su coche. Su cabeza mostraba un balazo.

En febrero de este mismo a?o, un taxista de Ibiza, de 23 a?os, fue hallado calcinado entre los restos de su coche. La primera hip¨®tesis policial relacion¨® esta muerte con el narcotr¨¢fico insular.