La llamada que inculpa a Barrionuevo

4 diciembre de 1983. Tres mercenarios han sido contratados para secuestrar en Hendaya a un etarra. En el despacho del jefe superior de Polic¨ªa de Bilbao, Francisco ?lvarez, ¨¦ste se encuentra reunido con el gobernador civil de Vizcaya, Juli¨¢n Sancrist¨®bal, para seguir el desarrollo de la primera acci¨®n reivindicada por los GAL.Seg¨²n la declaraci¨®n que el pasado 17 de julio prest¨® Sancrist¨®bal ante Garz¨®n, Francisco ?lvarez recibe una llamada y "le dice que est¨¢ al tel¨¦fono Rafael Vera [director de la Seguridad del Estado] y que desea hablar con ¨¦l declarante, inform¨¢ndole que los que ten¨ªan que detener a Lujua Gorostiola se hab¨ªan equivocado, indic¨¢ndole el se?or Vera que hab¨ªan cogido a un tal Segundo Marey".

Supuestamente, Vera se ha enterado de que el secuestrado es Marey a trav¨¦s de Luis Rold¨¢n, delegado del Gobierno en Navarra, a quien se lo ha comunicado el responsable del puesto fronterizo de Dantzarinea, por donde Marey ha sido introducido en Espa?a.

"Ante la evoluci¨®n de la situaci¨®n", prosigue Sancrist¨®bal, "en un momento determinado el declarante llama a Ricardo Garc¨ªa Damborenea, como secretario del Partido Socialista de Vizcaya, porque quer¨ªa tener, adem¨¢s de su opini¨®n, un aval pol¨ªtico de lo que ¨¦l representaba a la operaci¨®n. Garc¨ªa Damborenea se desplaza hasta el despacho del jefe superior y, a partir de ese momento, participa en el desarrollo de los acontecimientos".

"La noche de la detenci¨®n", declara Damborenea el 20 de julio, "le llama Sancrist¨®bal a su domicilio y le informa que la persona que hab¨ªan secuestrado no era Lujua Gorostiola sino un tal Marey y le pide, ante las dudas que esta situaci¨®n genera, que vaya hasta el despacho del jefe superior de Bilbao, para que le ayude a adoptar una decisi¨®n".

Sobre las nueve de la noche, Miguel Planchuelo, jefe de la brigada de informaci¨®n de Bilbao "se desplaza a jefatura", seg¨²n declar¨® el 15 de julio, "quedando en el despacho del declarante [los polic¨ªas] Julio Hierro y Francisco Saiz, mientras que ¨¦l va hasta el despacho del jefe superior. En ¨¦ste se encuentra a Sancrist¨®bal y ?lvarez, sonando en ese momento el tel¨¦fono, contestando Sancrist¨®bal, recibiendo la informaci¨®n de Vera de que la persona que hab¨ªan secuestrado en Francia y tra¨ªdo a Espa?a no era Lujua Gorostiola sino Segundo Marey".

Seg¨²n su testimonio, Planchuelo vuelve a su despacho e informa a Hierro y Saiz del error. "En ese momento, observa c¨®mo Garc¨ªa Damborenea pasa por delante de su oficina y se dirige al despacho del jefe superior. Instantes despu¨¦s, suena el interfono y le llama ?lvarez para que vaya a su despacho. Una vez all¨ª, Juli¨¢n habla por tel¨¦fono e informa a su interlocutor: Ricardo y yo hemos decidido quedarnos con el t¨ªo unos d¨ªas y dar un escarmiento a los franceses para que ¨¦stos vayan entrando en raz¨®n".?Con qui¨¦n hablaba Sancrist¨®bal? Planchuelo, reconoce ¨¦l mismo, "en ese momento pens¨¦ que se trataba de Rafael Vera, aunque ni Juli¨¢n, ni Ricardo, ni ?Ivarez le dijeron de qui¨¦n se trataba". .Sin embargo, hace unos meses, estando presos ambos en Guadalajara por el caso GAL, Sancrist¨®bal dijo a Planchuelo, y as¨ª lo declara ¨¦ste, "que la conversaci¨®n fue con el ministro del Interior Jos¨¦ Barrionuevo y no con Rafael Vera"."Sancrist¨®bal y Damborenea deliberan qu¨¦ hacer con Segundo Marey", explic¨® ?lvarez el 18 de julio, "y, cuando toman la decisi¨®n de retenerlo, llaman al ministro de Interior, se?or Barrionuevo indic¨¢ndole Sancrist¨®bal que se deb¨ªa seguir adelante la operaci¨®n para de esa forma presionar a los franceses, autorizando la continuaci¨®n de la operaci¨®n el ministro del Interior y Rafael Vera"."El declarante", explica Sancrist¨®bal, "y Garc¨ªa Damborenea, ante la equivocaci¨®n sufrida, discuten la posibilidad de devolverlo a Francia y al final se decide no hacerlo pensando que pudiera ser conveniente tenerlo unos d¨ªas en Espa?a, y as¨ª presionar a las autoridades francesas".

"Despu¨¦s de valorar la situaci¨®n con Garc¨ªa Damborenea", prosigue Sancrist¨®bal, "el declarante llama al ministro Barrionuevo y le informa, al igual que a Vera, que ser¨ªa conveniente quedarse con Segundo Marey unos d¨ªas. El ministro le da la autorizaci¨®n, al igual que el director de la Seguridad del Estado hace lo propio, es decir, entre todos deciden quedarse con Segundo Marey".

"Una vez en jefatura", afirma Garc¨ªa Damborenea, "se queda tan perplejo como todos los que estaban all¨ª [por el error en la v¨ªctima] y entre todos se preguntan qu¨¦ hacer, ya que aquel hombre no ten¨ªa culpa de nada. Pero vistas las circunstancias de la situaci¨®n, tampoco pod¨ªan liberarlo inmediatamente, porque con ello quedar¨ªan en evidencia los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y pod¨ªan perjudicar gravemente la situaci¨®n de los geos detenidos en Pau por el intento de secuestro de Larretxea".

"En ese momento", concluye Damborenea, "Sancrist¨®bal llama al ministro del Interior para consultar qu¨¦ hacen y el ministro le ordena que se contin¨²e con la detenci¨®n de Segundo Marey durante unos d¨ªas".

Aunque las alusiones a que Barrionuevo son numerosas en el sumario, la supuesta llamada telef¨®nica de Sancrist¨®bal es el ¨²nico hecho del que se aportan detalles, incluida la fecha, y del que existen testimonios m¨¢s o menos coincidentes.